Especial de navidad KinnPorsche
Benz observó a su padre acunar a su hermano menor entre sus brazos, a Chay le gusta pasar el tiempo en el abrazo cálido de su padre y escuchar sus historias, el tema principal suele ser como sus padres se enamoraron, a Benz también le gusta escuchar como su padre se esforzó para poder estar con su madre. Esa tarde el clima es agradable y Chay tiene los ojos puestos en el árbol de navidad en el centro del salón, apenas un par de días atrás su madre organizó El equipo de Santa y toda la familia participó en el montaje del árbol, incluso el peluche favorito de Benz ahora lleva un gorro navideño y está junto al árbol custodiando que nadie se atreva a robar las bolas relucientes que cuelgan de las ramas.
―Papá― dijo Chay con un tono suave ―¿Me cuentas como fue que mamá aceptó estar contigo?
―Bebé, te conté esa historia esta mañana― Kinn sonrió al ver el rostro dulce de su hijo, en el pasado nunca pensó que se casaría y formaría una familia, Porsche puso su mundo de cabeza y le trajo la felicidad que no obtuvo con nadie más. Benz y Chay son el mejor regalo que Porsche pudo darle, son los hijos que tuvo con el amor de su vida.
―Papá, yo también quiero escucharla― Benz llegó hasta su padre y tiró de su ropa de forma insistente ―Me gusta.
Kinn suspiró y sabiendo que sus hijos no cederán decidió contar la historia de cómo casi pierde a Porsche.
―Fue hace diez años, su mamá trabajaba para mi familia como guardaespaldas...― Kinn comenzó a narrar con los niños atentos a sus palabras.
Kinn tenía solo diecinueve años cuando conoció a Porsche, su primer encuentro fue en un barrio de mala muerte, el joven lo salvó de un ataque y lo ayudó a huir hasta un lugar seguro. El Alpha nunca esperó que la persona que lo salvaría esa noche sería el Omega más hermoso que jamás vio, Porsche no era el tipo de Omega que suele buscar, a él solía gustarle más los chicos de aspecto delicado y cuerpo pequeño con la piel casi lechosa, por el contrario, Porsche era un Omega Dominante con un cuerpo trabajado, una cintura estrecha y caderas generosas, alto y con un aire de altanería que podría enloquecer a cualquiera, su piel canela brillando bajo laces nocturnas de la ciudad enloquecieron a Kinn.
Cuando llegaron a ese sitio seguro, Kinn se ofreció a pagarle por ayudarlo y quiso saber su nombre, Porsche nunca le reveló su nombre, sin embargo, terminó por aceptar el reloj de Kinn como método de pago. Cuando el Omega se marchó y Kinn solo pudo distinguir las luces traseras de la motocicleta alejándose a velocidad considerable, el Alpha pensó que necesitaba saber quién era ese chico, con la excusa de quererlo como guardaespaldas por tratarse de una persona con muchas habilidades, pidió a su padre que investigue quien es su misterioso salvador. Resultaría que Porsche no estuvo en ese callejón por casualidad, él trabajaba para Korn, el padre de Kinn y fue enviado como encubierto para proteger a su hijo, aprovechó que Kinn no sabía de la existencia de Porsche y que el Omega puede mimetizarse muy bien en ese tipo de lugares porque los conoce y sabe cómo moverse en ellos.
Cuando Korn le reveló la verdad a Kinn sobre su misterioso salvador el entusiasmo en el Alpha solo aumentó, ahora sabía dónde encontrar a ese Omega dueño de una apariencia tan única, ese par de ojos que reflejan una mirada luminosa parecían gritarle que guardan un gran secreto para él, sin embargo, también temía que al encontrarse con esa mirada se hunda en ella hasta perderse para siempre. Su padre le advirtió que Porsche no es como sus juguetes, no solo se trata de su apariencia, su personalidad es voluntariosa y jamás será la persona sumisa que Kinn siempre parece buscar, le dará más problemas que soluciones a cualquiera, pero, también es extremadamente listo y no tolerará las tonterías de nadie.
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WOUNDS
FanfictionKinnPorsche Omegaverse Hace 16 años Porsche trabajó para la familia Theerapanyakul, su guapo heredero Kinn puso sus ojos en Porsche y decidió que sería un juguete muy interesante y divertido, pero los juegos tienen consecuencias y Porsche de pronto...