WOUNDS

Veintisiete

Capítulo Veintisiete

Los chicos organizaron un enfrentamiento de voleibol de playa en parejas, los mellizos fueron contra Chay y Macao y Mei fungía como arbitro y fotógrafa del evento, bajo una pérgola los adultos observaban el juego mientras bebían un par de margaritas. Diao se integró bastante bien a la dinámica de los amigos y pronto los cuatro parecían conocerse de toda la vida, el Alpha se sintió aliviado de poder hablar con Pete y Porsche sobre sus hijos y lo difícil que puede ser criar adolescentes. Se sentía más tranquilo después de consultar algunas cosas con Porsche sobre los Omegas adolescentes, después de todo, él es un Alpha y tener un hijo Omega siendo padre soltero es más complicado.

―Macao y Chay podrían ser hermanos― dijo Diao ―Los veo y se ven como Tor y Tian, tal vez fueron hermanos en otra vida.

―Es porque son primos― dijo Porsche después de un gran trago a su margarita ―No preguntes, solo acéptalo como una verdad que no debes mencionar, te lo digo porque parece que tus hijos le caen bien a Chay y cuando a él le gusta alguien se hará cercano a esa persona.

―Lo entiendo― Diao asintió ―Está bien, no es como que fuese mi hijo o me afecte de quién sea hijo, es un niño bueno y mis hijos necesitan niños buenos como Macao y Chay en sus vidas, los hijos de mis socios son presumidos y horribles.

―Sé como se siente― añadió Pete ―Macao pasó por lo mismo, hacer amigos en su posición es complicado...

―Ser niños ricos trae muchos amigos falsos, mírenme, al final el único buen amigo que tengo es Khun, los demás son simples socios y personas que quieren algo de mí― explicó Diao.

Khun suspiró por cuarta vez en los últimos cinco minutos y Porsche por fin se hartó de su estado melancólico ―¿Qué te pasa Khun? Sigue así y absorberás todo el oxígeno.

―¡Estoy molesto!― Khun se llevó las manos a la cabeza tirando de su cabello ―No sé si perdonarlo o no ¿Qué se supone que haga? Su historia es creíble, pero ¿realmente lo voy a perdonar después de decirme la verdad? ¿Qué hago?

Diao se apuró a abrazar a Khun y alejar sus manos de su cabeza para que su hermoso cabello no siga sufriendo ―¿Puedes decirme de qué hablas? Si te vas a deprimir quiero saber por qué, así puedo darte helado, prestarte mi hombro para llorar o prepararme para ser usado como saco de boxeo.

―¿Te usa como saco de boxeo?― preguntó Pete curioso ―Que buen Alpha, dispuesto a sufrir por su mejor amigo.

―Cásate con él Khun― se burló Porsche ―¿Puedo llamarte cuñado?

Khun arrugó la frente y sacó la lengua a sus dos amigos antes de acomodarse en los brazos de Diao y hablar:

―Estoy hablando de Chan, la noche antes de venir aquí vino a mi casa y habló conmigo del pasado... quiero decir que dijo muchas cosas sobre él, dijo que nunca me engañó, me contó de su familia y... ¿Qué hago? ¿Lo perdono?― Khun parecía tan confundido que Diao llamó a uno de los empleados y pidió un gran tarro de helado de chocolate.

―Khun, tienes que contarnos más que solo eso, porque ayer nos soltaste la bomba de que saliste con él en la universidad y te engañó y ahora dices esto y nos preguntas si deberías perdonarlo, es muy confuso― dijo Pete y Porsche asintió respaldando sus palabras.

―Yo los apoyo, también me quedé con la historia de la universidad ¿Qué no me has dicho bonito?― Diao acarició la cabeza de Khun con suavidad.

―¿Dónde está el helado? Voy a necesitarlo― se quejó Khun, afortunadamente el empleado llegó con lo solicitado y Khun por fin pudo hablar: ―Chan vino diciendo que me diría la verdad, suele ir a mi casa últimamente porque le he pedido que haga algunas cosas y a veces solo pasamos el tiempo... no es que lo perdonara antes de esto, es solo que ya no me sentía tan incómodo con él y lo dejo venir a casa, a veces solo se queda a dormir... a veces me habla del trabajo y a veces trae la cena.