Sesenta y seis

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SESENTA Y SESIS

Con siete meses de embarazo Pete apenas podía caminar sin tropezarse, su abultado vientre le impedía incluso atarse los zapatos y su columna estaba resintiendo el peso del bebé. Esos días solía experimentar un cansancio agotador y se pasaba el día en un estado casi letárgico, para ese momento Vegas y él se habían instalado en la casa familiar de la Segunda Familia y Kan fue informado de las buenas noticias, por supuesto que no se tomó con mucha simpatía el matrimonio y el nieto por llegar, no por el hecho de que no le gustara que su hijo por fin asegurase un heredero antes que Khun o Kinn lo hicieran, se trataba de la persona que estaba gestando a ese niño. Como alguien consciente del juego de poder en el que están inmersos había considerado casar a Vegas con alguien de una familia aliada y así su poder aumentaría, sin embargo, el imbécil de su hijo no solo embarazó a un Omega recesivo sin nombre o apellido, sino que, se casó con él y lo marcó.

Para Kan la idea de que un recesivo de a luz a alguien que lleve su sangre resultaba simplemente inadmisible, algo que le ha molestado toda la vida son las personas débiles y ese chico, aunque era un guardaespaldas de la élite y uno de los mejores elementos, no dejaba de ser débil en cuanto a su capacidad de gestar, si no llegaba ese niño a término jamás podría darle un heredero a la familia y, esa posibilidad irritaba a Kan. Si fuese un Dominante consideraría darle un poco de simpatía e inclusive compadecerlo por haber caído en las garras de esa familia, pero, Pete era débil ante los ojos de Kan y eso jamás cambiaría, su vientre nació casi seco y si ese niño resultara ser un Omega Recesivo como su madre sería un golpe terrible, por supuesto que no le molestaría si naciera como un Alpha Dominante o un Omega Dominante, es más, en una familia que tuvo un Omega después de cinco generaciones de Alphas, tener un nieto Omega sería una carta poderosa en su mano y un mensaje claro para su hermano mayor, Kan también podría darle a la familia un ser tan preciado y raro.

Pete había experimentado una gran cantidad de desaires por parte de Kan y, como alguien que conocía la naturaleza de ese hombre decidió simplemente pasar de él y simplemente evitarlo. Afortunadamente el ala de la casa que él y Vegas ocuparon estaba lejos de las habitaciones de Kan y, pocas veces tenían el disgusto de encontrarse, además, Vegas se había convertido en un psicópata que mantenía enjaulado a su esposo, las únicas salidas de Pete ocurrían en compañía de Vegas y casi siempre se trataba de las revisiones médicas, compras para el bebé y alguna que otra reunión familiar. Al principio sus nervios no podían soportar ese encierro y se planteó escapar, sin embargo, sabía que si se alejaba de Vegas el bebé en su vientre no viviría; no se trataba de una creencia propia o del Alpha, fue el mismo médico el que le advirtió de la necesidad de mantenerse bajo la influencia de las feromonas del padre de su bebé para asegurar el desarrollo óptimo y que no tuviese problemas con el parto.

Esa mañana, mientras tomaba el desayuno y pensaba en el color que escogería para la cuna para su bebé Kan apareció con mejor humor del que había demostrado desde que todos vivían bajo el mismo techo, Pete experimentó un escalofrío sospechando que el hombre planeaba algo, sin embargo, no pudo comprobar nada porque él no dijo nada y se limitó a comer en silencio, Vegas se había marchado temprano a la empresa para revisar un par de asuntos respecto a un negocio, Kan le había dicho que si pensaba ser padre bien podría también hacerse cargo de los negocios y Vegas, como alguien que tiene el orgullo bien puesto no se inmutó y tomó los negocios en sus manos. Ese año también se suponía que terminaría la universidad, sin embargo, siempre se tomó el asunto un poco a gracia porque su tiempo estaba dedicado a aprender todo sobre el negocio familiar y eso involucraba hacerse cargo de la mierda desde ya, ese último año se resumía en tener que hacer una pasantía en una empresa y Vegas decidió que su tiempo atendiendo los negocios de la empresa familiar sería suficiente para validar la pasantía.

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