Treinta y cinco
Parte I
Porsche observó la lluvia caer por la ventana de su oficina en el bar, a pesar de que es verano la lluvia aparece algunas noches y baña la ciudad. El bar está tranquilo y no hay muchos clientes gracias a la noche lluviosa, Porchay se quedó en casa de Macao a pasar la noche y no tiene documentos pendientes por hacer, han pasado algunos días que se encontró con Kinn en el bar o lo que cree fue un encuentro con él; la duda de que si realmente se trata del Alpha que alguna vez amó o solo un espejismo creado por su propio desbalance de feromonas continuó atormentándolo. El Kinn que conoce no haría las cosas en silencio en lo que se refiere a él, en esos años ha investigado sobre su paradero, por supuesto que no tiene buenas intenciones si es que llegase a encontrarlo, buscarlo no responde al amor, es solo su ego que fue lastimado cuando un simple juguete lo abandonó.
El rostro que vio era el de Kinn, pero, ¿realmente estuvo en el bar? No hay feromonas del Alpha, la tarjeta a la que se hizo el cargo de cualquier cuenta esa noche no tiene nada que ver con un nombre cercano al de Kinn, entonces ¿por qué todavía quiere creer que fue él a quien se encontró esa noche? Cada vez que va al recuerdo de esa noche tiene muchas más razones para dudar, el Kinn que conoce llegaría dispuesto a arrastrarlo con él, tomaría a su hijo y los encerraría antes de decidir qué hacer con ellos, sin embargo, esa noche Porchay no fue secuestrado por su padre y Porsche tampoco fue obligado por el Alpha a volver. Así se convence que se trató de una alucinación hasta que recuerda lo dicho por Chay:
―Se sentía como el bosque y como la madera fresca, olía bien, era todo lo que pude oler.
Las feromonas de Kinn tenían una fuerte presencia del aroma del bosque, toques de tierra y de la vegetación, además, entre tantos aromas el aroma de madera fresca se destaca cuando intenta proteger a alguien, lo sabe porque el Alpha lo utilizó algunas veces con él durante las misiones complicadas. Esa noche continúa siendo confusa para Porsche, en un escenario donde realmente no se trató de una alucinación significaría que Kinn fue al bar solo a verlo en silencio y protegió a su hijo desde la oscuridad sin hacer alarde de sus actos ¿Cómo dio con ellos? Khun ha mantenido vigilancia sobre las investigaciones de Kinn y siempre logró evitar que diera con una pista real, es imposible que llegara a él sin que Khun lo sepa, entonces ¿se trató de una casualidad?
Las gotas de lluvia pegaron contra el cristal y Porsche abandonó la contemplación de sus recuerdos y volvió su atención al trabajo, es casi media noche y a pesar de la lluvia en el callejón una pareja está discutiendo sobre algo, son jóvenes y tienen todo el tiempo para ser tan emocionales como puedan, tal vez por el tiempo que ha pasado desde que se separó de la persona que amó ha atesorado más los recuerdos de aquellos tiempos en que solían amarse sin presión. A pesar de que Kinn siempre parecía hambriento de sexo y en especial cuando la época de Rut o de Celo llegaba, todavía compartían momentos dulces donde solo ellos dos existieron; los besos dulces, las caricias suaves, las sonrisas llenas de complicidad, la forma en la que Kinn lo protegía en las misiones, aquellos bailes lentos abrazados.
Porsche vivió un amor juvenil que estaba destinado a ser grande y maravilloso, algunas veces fantaseaba con un escenario diferente donde Kinn nunca llevó a nadie a casa, Porsche llegaría del médico y después de tronarse los dedos con nerviosismo lo buscaría para contarle la buena noticia, confía en el amor que comparten y en la idea de que Kinn ha mantenido el vínculo porque también lo ama; tal vez sean jóvenes y no pretenderían que las cosas se den de esa forma, un niño cambiará sus vidas y quizás no estén preparados para asumir esa gran responsabilidad, sin embargo, cuando Porsche por fin entró a la habitación de Kinn y él lo vio sin entender porqué del nerviosismo no pudo más y soltó la noticia, el Alpha tomaría tiempo para procesar la información, pero, después de todo es su hijo y Porsche es su Omega, casados por vínculo y Kinn recibiría la llegada de ese niño con felicidad, tal vez besaría a Porsche agradeciendo por ese hijo y... la burbuja de imaginación reventó, Porsche sabía que nunca fue así y Kinn nunca conocerá de ese hijo.
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WOUNDS
FanfictionKinnPorsche Omegaverse Hace 16 años Porsche trabajó para la familia Theerapanyakul, su guapo heredero Kinn puso sus ojos en Porsche y decidió que sería un juguete muy interesante y divertido, pero los juegos tienen consecuencias y Porsche de pronto...