Cuarenta y uno
Vegas se empujó sin piedad en el interior de Pete entrando y saliendo de la cavidad genital deseoso de poseer cada parte de su cuerpo, sus dientes se clavaban con hambre en la marca del cuello de su Omega dejando que un fino hilo de sangre escape de él, le encanta el cuerpo de Pete, suave y firme, su aroma único y la facilidad con que lo abraza en su interior. Pete por su parte gemía con cada embestía sin poder hacer mucho más, la venda en su boca le impedía gritar a gusto y sus manos atadas sobre su cabeza lo dejaron con el deseo de arañar la espalda de su esposo hasta hacerlo sangrar, solo puede atraparlo entre sus piernas con fuerza y no dejarlo ir hasta que ese miembro duro y grueso expulse el preciado líquido en su interior.
Su celo está próximo a ocurrir y su deseo crece cada día más, esa tarde fue él quien saltó sobre Vegas para unirse en un encuentro apasionado, quizás esté enfermo porque disfruta tanto con un esposo que está dispuesto a presionar su cuerpo de distintas formas con tal de recordarle que es su posesión y de nadie más. Cuando sus hormonas están flotando su racionalidad no funciona y se aferra al deseo que los ha unido todos esos años, el sexo es su lenguaje, los besos apasionados transmiten las necesidades del otro y las embestidas marcan el ritmo del enojo o la rabia que se ocasionan el uno al otro. Las palabras a veces son vacías y las miradas duras, al final del día, solo les quedan los encuentros de cama y tantas heridas en el alma que quizás jamás sanen.
Cuando el semen caliente se derramó en la cavidad genital de Pete los dientes de Vegas presionaron con más fuerza la glándula de su esposo, Pete dejó escapar un gemido sonoro y ronco que acompañó su propio clímax, no es el primer orgasmo de la noche, es más, lo han hecho unas cinco veces y su cuerpo fue golpeado y magullado de diferentes formas hasta que su deseo fue satisfecho por completo. Su esposo siempre parece feliz de complacerlo e inclusive en los peores días de su relación todavía se enlazaban en encuentros salvajes de sexo intentando aliviar la ansiedad de sus corazones. Esa es la forma que han encontrado para sobrevivir tantos años sin caer en la locura, el amor es complicado pero siempre tendrán el sexo.
Después de que Vegas desatara a Pete y le quitase la mordaza de la boca ambos descansaron sobre la cama exhaustos, perdieron la cuenta del reloj y sabiendo que su hijo estará fuera de casa esa noche tampoco les importaba mucho. Vegas lamió la sangre del cuello de Pete y sonrió al escuchar un quejido escapar de su pareja, hay algo en él lo hace sentir tan bien ante el sufrimiento de Pete causando que no pueda detenerse. No hay otra persona en el mundo que encienda en él siguiera una milésima de lo que hace su esposo, por eso hizo todo lo que hizo para retenerlo, obligarlo a quedarse no fue solo un capricho, tampoco fue solo por el niño, Pete es algo que necesita para vivir, sin él su vida terminaría, sin embargo, también quiera que sea un poco miserable.
―Quiero intentarlo en tu celo, Macao está creciendo y tener otro hijo es apropiado― soltó Vegas repasando con su nariz el cuello de Pete ―¿No quieres tener otro bebé?
―Soy un recesivo, no tendré más hijos― respondió Pete sin mucho ánimo para darle esperanzas a su esposo sobre algo que nunca llegará.
―Consultaremos al médico, prepararemos tu cuerpo y lo lograremos, hasta ahora no lo hemos intentado o ¿no quieres tener a mi hijo?― preguntó el Alpha con un tono peligroso.
―Tuve a tu hijo― respondió Pete ignorando el posible mal humor de su esposo ―Ya no puedo darte otro, jamás podré hacerlo, así que si quieres tener más hijos tal vez debas buscarlos en otra parte.
Tan pronto como aquellas palabras escaparon de los labios de Pete las manos de Vegas apretaron su cuello con fuerza, el Alpha lo tomó con furia arrancándole el aire del cuerpo ―¿Eso quieres? ¿Quieres que traiga a otro a nuestra casa? Puedo hacerlo, puedo traer a otros y cogérmelos frente a ti, te ataré y te obligaré a ver todo lo que les pienso hacer, no saldré de ellos hasta que me aseguré que tendrán a mis hijos, le diré a Macao que su madre es el único responsable de eso, que sus hermanos son bastardos porque su madre se negó a darme más hijos ¿Puedes imaginar lo que sentirá?

ESTÁS LEYENDO
WOUNDS
FanfictionKinnPorsche Omegaverse Hace 16 años Porsche trabajó para la familia Theerapanyakul, su guapo heredero Kinn puso sus ojos en Porsche y decidió que sería un juguete muy interesante y divertido, pero los juegos tienen consecuencias y Porsche de pronto...