Sesenta y tres
Kim observó la copa de vino frente a él y suspiró, la madrugada avanzaba y el frío caló en su cuerpo haciéndolo tiritar. Hace mucho que no va por la que alguna vez fue la casa de sus padres y tampoco esperaba terminar allí esa noche, sin embargo, después de conducir como un zombie por media ciudad en piloto automático terminó frente a la que fue su residencia durante la infancia. A diferencia de la mayoría de las personas que guardarían melancolía y recuerdos valiosos en sus casas familiares él no tenía nada como eso, esas paredes siempre se sintieron frías y todavía lo están; sentado en la enorme sala cubierta de polvo comprendió algo de su pasado y de su presente, las paredes de ese lugar tenían colores fríos, alguna vez exhibieron cuadros de pinturas famosas que nadie entendía y, no hubo plantas o flores que adornaran el lugar para siquiera simular que aquel sitio era un hogar.
―Mi casa tiene más color― soltó con una mezcla de rabia y superioridad.
Era cierto que ahora su pent-house tiene una cara nueva, de la cueva vampírica que solía ser solo unos meses atrás se convirtió en un sitio más agradable para vivir. Las flores aparecieron, los cojines de colores reemplazaron los oscuros sobre el sofá y recientemente llegó una pintura con una explosión de colores, sin embargo, la estrella de aquel lugar era esa preciosa orquídea de sangre que alzaba todas las mañanas sus pétalos hacia el sol y llenaba todo el lugar de su belleza recordándole a Kim quién la llevó. Y pensando en la orquídea fue difícil no pensar en Porchay y una vez más los sucesos del día vinieron a él con fuerza cayendo en una encrucijada ¿Qué debería hacer? ¿Qué debería sentir?
La invitación para la Noche de Rojo llegó esa mañana y, aunque al principio no le prestó atención y la tiró por cualquier sitio mientras se ocupaba de otras tantas cosas, eventualmente tuvo que leerla y allí fue donde todo se vino abajo. Ese año la invitación fue escrita a mano y no solo eso, también se encontraba en otro idioma, italiano.
"Rispettabile signore
L'Organizzazione della Notte Rossa invita te e un accompagnatore alla nostra già tradizionale e favolosa serata piena di magia, divertimento e dissolutezza.
Quest'anno il nostro tema è: "Una notte nel palazzo di Caligola"
Pertanto, il protocollo di abbigliamento e le attività da svolgere ruoteranno attorno all'imperatore romano.
Si prega di presentare questo invito al momento dell'ingresso."(1)
Kim observó una y otra vez aquella caligrafía y cada vez que sus ojos se encontraron con ella le pareció familiar. No adelantó conclusiones, sin embargo, en esos días ha recibido algunos mensajes de texto del mismo número desconocido con frases cortas como "Te veo" o "No juegues más"; el número estaba protegido así que no pudo dar con el remitente y, con todo lo sucedido en la familia Theerapanyakul no tuvo tiempo ni interés para seguir investigando sobre ese misterioso remitente. Era imposible que Leo estuviera de vuelta, aunque quisiera que ese sea el caso hay muchas cosas que impedirían a su exnovio regresar a Tailandia. En primer lugar, se supone que se marchó para tomar un papel importante en su familia y, aunque estuviese de regreso sería ilógico que quiera reconectarse con Kim, después de todo, él no tiene la posición que Leo busca.
―No es él― murmuró en medio del silencio de aquella casa vacía ―Él no volvería y mucho menos por mí.
La vida de ambos cambió y Kim avanzó o, eso le gustaría creer; desde que Porchay llevó a su vida todo se sacudió y se dio la oportunidad de no ser tan cretino como solía serlo. Aunque Todd lleva razón en pedirle que no se involucre con él, es imposible no querer pasar tiempo con una persona que solo ve lo bueno de la vida; Chay es alguien fuerte que, incluso durante la desaparición de su padre en California decidió no dar problemas y tener fe en que todo saldría bien mientras continúa preparándose para ser el líder algún día. Esos días recibió algunos mensajes del chico con fotos del sitio en que se encontraba, no lo reconoció y supuso que se trataría de alguna de las propiedades de los Theerapanyakul que tienen a disposición de la élite o alguna casa de seguridad, el aspecto de Chay era fuerte y parecía divertirse dentro de lo posible, definitivamente Chay era tan diferente a sí mismo y sus caminos no deberían converger.
ESTÁS LEYENDO
WOUNDS
FanfictionKinnPorsche Omegaverse Hace 16 años Porsche trabajó para la familia Theerapanyakul, su guapo heredero Kinn puso sus ojos en Porsche y decidió que sería un juguete muy interesante y divertido, pero los juegos tienen consecuencias y Porsche de pronto...