Cinco

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Cinco

Chay escuchó los gritos fuera de la escuela, como alguien que no suele involucrarse en la histeria colectiva, decidió esperar por Macao en el interior. Su amigo dijo que pasaría por él para ir a su casa, tenía el permiso de su madre y esperaba que Macao llamara cuando estuviese fuera, después de sentarse en una banca bajo la sombra de un frondoso árbol le pareció que los gritos se volvían mucho más cercanos. Vio a algunas personas señalar algo y murmurar entre sí, por curiosidad dirigió su mirada hacia el punto que parecía el centro de atención, entonces lo vio, la persona que causó furor no era otro que Macao.

El uniforme con el logo de la prestigiosa escuela no dejó mucho a la interpretación, un Joven Maestro está de visita, Macao tiene una apariencia magnífica, incluso si solo es un adolescente, su apariencia ya resulta seductora para muchos y esa mirada casi amenazante parece capaz de debilitar hasta el corazón más frío. El joven Alpha sonrió al dar con Chay, su amigo sonrió confundido y Macao quiso correr a él y apretar sus mejillas como lo haría con un gatito, Chay tiene una ternura innata que claramente heredó de su madre.

Macao se dejó caer junto a Chay y sonrió con suficiencia ­­­­―¿Qué dices? ¿Gran entrada?― preguntó el joven Alpha alborotando los cabellos de Chay.

―Es realmente... Tan ruidoso― dijo Chay avergonzado porque de pronto todos están viendo en su dirección ―¿Por qué no me dijiste que ya estabas aquí?

―Solo quería conocer tu escuela― Macao dio una mirada a los edificios a por supuesto, a las personas que los observaban, después de una ligera meditación dijo: ―No se ve tan mal, pero, estarás mejor conmigo, este lugar no es para ti.

Chay lo observó confundido, así que Macao agregó: ―Estas personas no están acostumbradas a tratar con personas de buena casta, los Dominantes los intimidan y entonces se vuelven violentos y estúpidos.

―Macao― susurró Chay tirando del uniforme de su amigo, entre las personas que los observaban estaba ese grupo de Alphas que suele acosarlo. Si no logra pasar los exámenes de la escuela de Macao, probablemente deba continuar con su educación en ese lugar y los comentarios de su amigo solo le traerán más problemas.

―No te preocupes, nosotros y ellos pertenecemos a mundos diferentes― Macao sonrió con malicia y dirigió una mirada asesina al grupito de Alphas, el niño de Pete puede ser tan aterrador como su padre y por supuesto que pidió a los subordinados de su padre una investigación sobre los acosadores de Chay.

Chay realmente no entendía de qué hablaba Macao, ellos no tenían la misma posición, Chay es el hijo de una madre soltera que dirige un bar, incluso si les va bien, nunca podría comparar a su pequeña familia con el poder de la Familia Theerapanyakul, incluso, Macao es el único heredero conocido ¿Cómo pueden ser ellos iguales?

―Vamos, este lugar comienza a resultar molesto― dijo Macao extendiendo su brazo a Chay como lo haría un caballero, su gesto es claramente dominante y territorial, cuando le pidió a su amigo visitarlo en su escuela sus intenciones eran claras, dejar ver a esos acosadores que Chay no está solo, un Alpha Dominantes y Joven Maestro lo cuida y está dispuesto a defenderlo de cualquiera.

Chay se apuró a tomar el brazo que le ofreció Macao, no es la primera vez que caminan así, algunas veces van de compras y suelen pasear de esa forma, incluso Chay fue presentado como el hermano de Macao. Desde la primera vez que se encontraron, el vínculo entre ellos resultó cómodo, como si realmente estuviesen cuidando de un hermano, ambos son hijos únicos, así que tener a alguien con quien puedan compartir de esa forma tan familiar es realmente bueno, son amigos que se sienten como hermanos.

Tan pronto como llegaron al auto, el conductor se apuró a abrir la puerta para los jóvenes, el barullo continuó y las murmuraciones también, sin embargo, Chay no prestó atención a ellos, su mente continuó preguntándose sobre las palabras de Macao ¿En qué pueden parecerse? Chay no es un niño rico, tampoco tiene un padre que lo cuide y ame, su familia es pequeña y humilde. No importa por donde lo vea, nada en él es igual a Macao.

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