Cincuenta y dos
El área de entrenamiento de los guardaespaldas no se encuentra muy lejos de la mansión de la Primera Familia, por supuesto Arm le informó al patriarca Theerapanyakul que ese día iniciarían las lecciones para los jóvenes de la familia y los Supasawat; el hombre que ha contenido su instinto de abuelo para no presentarse en la casa de Porsche y exigirle que le muestre a su nieto apenas pudo contener su emoción. Pensó en colarse al lugar para espiar Porchay, ya no le basta con una fotografía o tener noticias de él gracias a Kinn, quiere conocerlo, saber cómo es realmente, apreciar su rostro y escuchar su voz, además, también siente curiosidad por Porsche; entre todos los amantes de Kinn siempre fue su favorito y sobre la existencia de la marca y el vínculo lo considera el único y legítimo esposo de Kinn.
―Señor ¿quiere más café?― preguntó el empleado preocupado porque la mirada de su jefe parecía lejana y sus manos se movían de forma ansiosa.
―No, no, si tomo otra taza de café seré capaz de hacer el maratón de Boston después de cruzar medio océano nadando― soltó el patriarca ―¿Sabes si Arm volvió? Si lo ves dile que necesito hablar con él.
―Arm no ha vuelto, pero, Pol está con los guardaespaldas dando algunas instrucciones.
―Pol también me sirve, dile que venga.
El empleado se marchó y el viejo esperó ansioso en su enorme y cómoda silla de jardín, el calor del verano está consumiéndolo y para alguien de su edad el clima húmedo solo lo vuelve más irritable o quizás se trate del deseo insatisfecho de conocer al preciado nieto que ha desconocido por tantos años. Si un padre no puede perdonarse no estar con su hijo, un abuelo no podrá perdonarse perder cada segundo de la vida de su único nieto y es que, Korn sabe perfectamente que los años que le quedan no son muchos y no hay tiempo para perder. Más allá del tema de heredar la familia, lo que quiere es morir con una familia unida, no fue el mejor padre y sus hijos pagaron las consecuencias y tampoco abogó por su sobrino cuando pudo hacerlo, sin embargo, para un viejo al que la nostalgia de la vida le está llamando a la puerta no puede más que intentar que su familia pueda llevarse bien y todos vivan felices.
―Señor ¿necesitaba algo?― Pol apareció vestido perfectamente con el uniforme de los guardaespaldas de la primera familia, el traje negro en un clima tan caluroso es incómodo, sin embargo, cada guardaespaldas de élite fue entrenado para soportar ese tipo de nimiedades.
―Pol ¿a qué hora entrenan los niños?― preguntó de inmediato Korn dispuesto a saltar de su silla y llevar su viejo trasero al lugar de entrenamiento.
―Se espera que inicien a las tres de la tarde, Arm se encuentra preparando todo.
―Bien, bien, falta media hora, tengo tiempo para prepararme― el viejo salió de su silla con una rapidez extraña para un hombre de su edad ―Dile a Arm que iré a verlos, no puedo perderme esto.
Antes de que Pol pudiese siquiera responder el hombre desapareció rumbo a su habitación para cambiar su atuendo de ir por casa por algo más presentable, el guardaespaldas negó con la cabeza en silencio pensando en cuán raros son los integrantes de la familia Theerapanyakul.
Vegas observó a Pete vestirse con un atuendo deportivo en negro y preparar una maleta para Macao con enseres necesarios para el entrenamiento, el Alpha no dijo nada y por su bien tampoco se metió en las decisiones de Pete suficiente tuvo con la extraña noche que pasaron así que no presionó a su esposo. Macao pretendía arrastrar al General Botitas a la Villa para que hiciera de intermediario entre Chay y él, quizás si ve al minino su corazón se ablande y puedan hablar. Pete le quitó al pobre gato de las manos y dijo:
―El General Botitas no irá a ninguna parte, no lo usarás para ganarte otra vez el favor de Chay así que deja al pobre gato en paz.
―Pero mamá― se quejó Macao intentando capturar a su gato una vez más, sin embargo, el minino corrió hacia el jardín dejándolo solo en la batalla por el perdón de Chay.
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WOUNDS
أدب الهواةKinnPorsche Omegaverse Hace 16 años Porsche trabajó para la familia Theerapanyakul, su guapo heredero Kinn puso sus ojos en Porsche y decidió que sería un juguete muy interesante y divertido, pero los juegos tienen consecuencias y Porsche de pronto...