Veinticinco

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Veinticinco

Kinn vagó por la casa por algunos minutos antes de recibir la llamada de su padre, Korn preguntó por qué no volvió a la casa familiar ―Necesito pagar mis pecados― respondió Kinn y su padre no dijo más, es cierto que todavía hay negocios por atender y trabajo por hacer, la situación es complicada en esos días, sin embargo, todavía hay algo más importante en su vida. Su cuerpo se ha recuperado bastante bien y su mente está más clara, sabe que ha perdido mucho tiempo, quizás nunca pueda recuperar el amor de Porsche, pero, todavía tienen un hijo y está dispuesto a hacerle saber que lo protegerá.

El investigador envió un video del niño en una escuela, su hijo descansa en una banca alejado del bullicio de los otros chicos, parece distraído con algo en su teléfono mientras aparece una sonrisa en su rostro, el video es corto, solo diez segundos, pero, es todo lo que necesita para recuperar las fuerzas y tomar decisiones. Primero, dejará que el investigador continúe con su trabajo, él necesita asistir a la subasta y a la reunión con los socios, por ninguna razón pueden enterarse de la existencia de su hijo, si quiere protegerlos esa información no puede filtrarse.

Los socios están preocupados por quién heredará el negocio familiar, el único heredero de las dos familias es Macao, sin embargo, existe un acuerdo de que se necesita un heredero de cada familia como mínimo, si pasa una tragedia necesitarán a alguien más que tome el control. Su hermano nunca aceptó ninguna de las propuestas de matrimonio que le hicieron, el tiempo pasa y pronto no podrá tener hijos, así que seguramente presionarán para que se case con alguien y tenga un hijo.

Él tampoco piensa casarse con nadie que no sea Porsche, sobre su heredero, resulta que ya existe una única persona que heredará todo, no necesita preocuparse por eso, solo tiene que protegerlos de esos buitres el tiempo necesario para ganarse su perdón. También necesita encontrar una forma de empezar a ganarse el corazón de su hijo, lo más lógico sería preguntarle a Vegas cómo llevarse bien con un hijo adolescente, sin embargo, se niega totalmente a que su primo sepa de sus intenciones, la siguiente opción es internet, así que sin pensarlo mucho tomó su teléfono y buscó:

«Tener una buena relación con un hijo adolescente»

Al instante aparecieron miles de resultados de blogs, revistas, periódicos y hasta vloggers hablando del tema, Kinn abrió la primera opción en el navegador y se desplegó un artículo de un diario extranjero con un fabuloso titular

«Los adolescentes ya no quieren hablar con sus padres: 10 técnicas para mejorar la comunicación y no morir en el intento

La adolescencia es una época complicada en la vida de cualquier persona, los seres humanos atravesamos por diferentes etapas al crecer y algunas son más desafiantes que otras. Nuestros hijos crecen y se convierten en seres extraños cuando llegan a la adolescencia, las hormonas en sus cuerpos desquician a cualquiera y en su afán de encontrar su libertad e identidad quieren ir contra el sistema.

Hay tres panoramas distintos en el caso de los adolescentes, primero hay que pensar Alphas, Betas y Omegas son muy diferentes al crecer, los Omegas sufren cambios físicos muy fuertes al igual que los Alphas, los Betas no tienen tantos problemas, sin embargo...»

Kinn detuvo la lectura y pensó en algo, hasta ese punto no sabe si su hijo es Alpha u Omega, es imposible que sea un Beta cuando sus padres son Alpha y Omega del tipo dominante, por el aspecto podría creer que se trata de un Omega, sin embargo, todavía no cumple los dieciséis años y un Alpha puede mostrar su verdadero aspecto después de atravesar su primer Rut, tan pronto como apareció en su mente el pensamiento de Chay siendo un Omega su cabeza se llenó de ruido y se prometió protegerlo incluso más. Si algún Alpha hijo de puta se atreve a hacerle daño se encargará de torturarlo de la forma más dolorosa posible antes de matarlo, él sabe lo que los Alphas hacen porque él mismo lo hizo, jamás olvidará la mirada rota de Porsche al verlo con alguien más, su hijo ha pasado por mucho y un corazón roto es lo último que necesita.

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