Treinta y dos

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Treinta y dos

La sensación de peligro persiguió a Porsche el resto de la tarde y para la hora de la cena era insostenible, la idea de que algo le sucedió a Kinn no se apartaba de su mente y se sorprendió tomando el teléfono dispuesto a llamarle a Khun para saber por el Alpha. Al principio creía fielmente que se trataba del efecto del tratamiento, sin embargo, a medida que la sensación avanzaba supo que eran esos viejos sentimientos que están molestando su corazón.

―¿Qué pasa mamá?― preguntó Chay al notar que apenas tocó la comida.

―Nada cariño, no pasa nada― Porsche intentó tranquilizar a su hijo, pero, la mirada aguda de Chay le dejó en claro que no le creía nada.

―Mami ¿qué te preocupa? ¿pasó algo con el bar?― por supuesto que la primera opción de Chay para algún problema que moleste a su madre será el bar, apenas regresaron de la playa así que sus tíos y Macao deberían estar bien.

―No cariño, solo pensaba en el pasado.

―En mi padre ¿cierto?― la agudeza de Chay causó un escalofrío en Porsche.

Ante la mirada inquisidora de Porchay no tuvo más opción que aceptarlo ―Sí, pensaba en él...

―¿Todavía lo amas? El tío Khun dijo que el amor cuando es profundo es difícil de olvidar, sé que tu quisiste mucho a mi papá, pero, ¿todavía lo quieres?

Chay nunca fue tan directo en sus preguntas, sin duda estaba creciendo y, a pesar de que para Porsche el tema Kinn es incómodo su hijo está hambriento de saber sobre ellos. ―Es complicado bebé... no me importa todos los días y a veces realmente olvido que existe, pero, en días como hoy cuando sé que podría estar en peligro me preocupo como en el pasado.

―¿En peligro? ¿Cómo?― fue tarde cuando Porsche se dio cuenta de sus propias palabras y Chay ya lo había atacado con otras preguntas. ―¿Cómo sabes que está en peligro?

―Lo sé por el vínculo― mintió Porsche ―Es difícil de explicar, pero, algunas cosas todavía se sienten.

―El vínculo...― por supuesto que Chay creyó aquello, ha visto en los dramas que el vínculo entre Alpha y Omega es muy complejo y especial, su mamá seguramente sabrá algunas cosas de su papá sin que se comuniquen ―El día que me vincule con alguien ¿también sentiré cuando mi pareja esté en peligro?

―Lo sabrás, nunca sabes los detalles, pero, sabes que algo está mal... con tu padre siempre sabía si él lo estaba pasando mal, cuando sus feromonas eran inestables también lo sabía y mi celo y su Rut comenzaron a sincronizarse. La marca es muy importante, no solo unimos nuestros cuerpos también unimos nuestros destinos y nuestros corazones, es algo biológico, aunque también tiene algo de espiritual...

Chay escuchaba atentamente las palabras de su madre, es la primera vez que habla tanto de su padre y de la intimidad de ambos, nunca ha dicho nada en su contra, pero, escuchar cosas sobre su relación parece llenar un vacío que ha permanecido en él todos esos años, como si por fin empezara a conocer al hombre que su madre amó tanto para incluso aceptar tener a su hijo sin él. ―Mamá, ¿crees que él sepa que lo extrañas? Si el vínculo es tan poderoso ¿no debería saberlo?

―No puede, bloqueé el vínculo hace mucho tiempo, él no sabe nada de cuánto pude amarlo o extrañarlo.

―Entonces ¿cómo supiste que está en peligro si el vínculo no funciona?

Porsche sonrió, su hijo es tan agudo como su padre, en esa pregunta vio reflejado al Kinn que sabe hacer negocios y lidiar con los mentirosos, si su hijo hubiese nacido dentro de los Theerapanyakul seguramente sería un sucesor realmente terrible. Esos días en la playa le dejaron en claro que su hijo está hecho para cosas grandes, ver a los hijos de Diao y a Macao junto a Porchay le demostró que no hay diferencia entre ellos, realmente el futuro de la mafia de Tailandia es temible con esos niños al mando.

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