Quince
Bone tembló, la bala que fue puesta en su cuerpo hizo que el dolor cruzara cada uno de sus nervios haciendo que el sudor bañe su frente, creía que la madre de ese niño era una simple puta, nunca pensó que el Omega incluso tendría un grupo de guardaespaldas a su servicio y mucho menos que no le temblase la mano para dispararle. La mirada aterradora de Porsche hizo que el esfínter de Bone no pueda contenerse más y sus pantalones se mojaron del líquido que escapó de su entrepierna.
―¿Te comió la lengua el ratón?― preguntó Porsche apuntando el cañón del arma a la frente de Bone ―Lo repetiré ¿Quién puso sus asquerosas manos sobre mi hijo?
―¡Déjeme ir! ¡Tengo la edad de su hijo! Si me hace algo la policía hará algo― soltó Bone completamente aterrado.
Porsche se echó a reír por las palabras absurdas del chico ―A la policía no le interesa la basura como tú, ellos deben proteger a los buenos ciudadanos.
―¡Mis padres son influyentes! ¡Mi padre es comandante de la policía, se encargará de meterlo a la cárcel!― chilló Bone buscando intimidar a Porsche.
―Tu pobre padre tuvo la desgracia de que un hijo suyo sea esta basura, seguramente se sentirá aliviado cuando me encargue de ti― Porsche agitó el arma una vez más y esta vez hizo que el cañón del arma tenga contacto con la piel de Bone.
El chico sintió que su vida estaba por terminar, ese Omega no se detendría y tampoco parecía temerle a la consecuencia de sus actos ¿quién mierda es ese tipo para no temer ni a la policía? ¿Acaso es pertenece a alguna mafia? Cuando consideró que su vida realmente terminaría, Bone dio el nombre del tipo que intentó abusar de Porchay, dijo que él no le hizo nada a Chay y no le diría a nadie si lo dejaba ir, pero, Porsche no parecía estar dispuesto a que las cosas terminen tan pronto, pateó a Bone para dejarlo inconsciente y se dirigió al tipo que quiso tocar a su niño. El Alpha temblaba de miedo, una madre que protege a su cachorro ya es aterradora de por sí, pero, ese Omega tiene algo más, no tiene miedo de tomar un arma y disparar, todos esos guardaespaldas están dispuestos a obedecerle y en sus ojos hay una furia asesina que no augura nada bueno.
Era de madrugada cuando Porsche volvió a casa, en ese punto Pete ya se encontraba con los niños dentro de casa, ambos dormían en la habitación de Chay y, después del desastre que dejaron esos tipos por su fiesta, no había nada más por lamentar. Porsche subió directamente a su habitación para darse un baño y sacarse toda la ropa que tuvo la desgracia de ser salpicada con algunas gotas de sangre y por supuesto, conservaban rastros de pólvora. Al contemplar su reflejo en el espejo del baño notó como su aspecto era similar a aquellos años en que sirvió a los Theerapanyakul, ese rastro de rebeldía permaneció en su mirada por algunos minutos, sin embargo, terminó por diluirse, él ya no es una persona que acostumbre disparar, esa noche lo hizo para proteger a su hijo.
Después de ponerse el pijama un mareo hizo que cayera sobre la cama y permaneciera en posición fetal cubriéndose los ojos con ambas manos, esa escena lo llevó a la época en que esperaba por su hijo, después de abandonar a Kinn y moverse a la Villa de Khun, el malestar del embarazo era constante, los mareos y las náuseas lo habían vuelto una persona débil, la necesidad por las feromonas de Kinn era tal que, en sus peores momentos consideró ir a buscarlo y obtener solo un poco de él. Por suerte los medicamentos que recetó el médico calmarían ese deseo de ir tras su Alpha y su condición de dominante le ayudaría a suprimir lentamente la necesidad de Kinn.
Algunas veces solía sentir que Kinn se colaba por el vínculo y tiraba de él, en su mayoría era una búsqueda constante de hacerlo sentir excitado, el deseo es algo importante en las parejas y en Kinn y Porsche fue la columna vertebral de su relación, para Kinn, el Omega era un simple juguete con el que podía hacer cuanto le plazca y sus sentimientos no serían tomados en cuenta jamás. Huir de Kinn para proteger a su hijo era lo más sensato, si tan solo ese día Kinn no hubiese llevado a otra persona, Porsche le diría lo del niño, estaba dispuesto a afrontar las consecuencias, sin embargo, también se aferraba a la ilusión de que el Alpha sentiría felicidad al saber que un bebé de ambos estaba creciendo en Porsche.
ESTÁS LEYENDO
WOUNDS
FanfictionKinnPorsche Omegaverse Hace 16 años Porsche trabajó para la familia Theerapanyakul, su guapo heredero Kinn puso sus ojos en Porsche y decidió que sería un juguete muy interesante y divertido, pero los juegos tienen consecuencias y Porsche de pronto...