Sesenta y cuatro

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SESENTA Y CUATRO

Vegas mordió con fuerza la marca y el regusto de la sangre de Pete explotó en su paladar, después de tantos días alejados por los problemas de la familia, el Alpha había llegado a su límite y tan pronto como su esposo apareció en casa no pudo contenerse más y ambos se entrelazaron en ese vaivén de besos, caricias y más. Aunque Pete estaba exhausto por todas las cosas que ha hecho esos días todavía estuvo dispuesto a servir los deseos de su esposo por un par de rondas; como alguien que ya está acostumbrado al dolor del sexo apresurado no dijo nada y aceptó pacientemente las ansias y el hambre de su esposo, abrazó el cuerpo de Vegas y se bañó de las deliciosas y adictivas feromonas Alpha. Para cuando la mordedura llegó, Pete yacía sobre la cama sin más fuerza en su cuerpo y solo pudo emitir un quejido de dolor gracias a la mordida que obtuvo de la bestia que es su esposo.

―Te extrañé tanto― susurró Vegas mientras lamía la herida fresca en la marca ―La próxima vez que vaya de viaje debes venir conmigo, así podremos tener sexo cuando queramos.

―Fantaseas― respondió Pete en un hilo de voz ―Regresaste más imbécil que antes.

Vegas no se molestó por las palabras de su esposo, por el contrario, soltó una carcajada y abrazó el cuerpo desnudo y sudoroso de su Omega.

―Pete― llamó el Alpha con una suavidad casi confidente y agregó: ―¿Me amas?

―Hoy, lo hago― respondió el Omega y su conciencia se perdió gracias al sueño profundo que lo invadió, dejando a su esposo más inquieto que antes.

Por la mañana Macao fue el primero en bajar para tomar el desayuno, el nerviosismo por lo pactado para ese día no le permitió dormir a gusto y, pasó casi toda la noche dando vueltas en la cama y no fue sino hasta la madrugada que por fin el cansancio lo venció y pudo dormir un poco, sin embargo, despertó temprano y, aunque se tomó el tiempo suficiente para darse una larga ducha, elegir su atuendo y peinar al General Botitas, todavía le sobró tiempo y no pudo más que presentarse para desayunar y después continuar perdiendo el tiempo hasta que la hora indicada llegue y deban ir al hospital.

Cuando esperaba sentado a la mesa un mensaje llegó a su teléfono ayudándolo a distraerse, se trataba del chat grupal del club de música donde el presidente pedía la opinión de los miembros para tomar algunas decisiones.

Khao: Hola a todos ¿están disfrutando el verano?

Realmente no me interesa lo que estén haciendo, pero, necesito que nos reunamos para algunas cosas importantes.

Rose: Estoy en Chiang Mai ¿por qué dices que quieres vernos?

Kodak: Fuji y yo estamos en Japón visitando a la abuela.

Volveremos poco antes de la fecha del inicio de curso.

Dave: Estoy libre, todavía no he viajado.

Macao: Estoy en Bangkok, pero, tengo la agenda apretada ¿qué pasa?

Khao: Me preguntaba sobre la fecha del anuncio de los nuevos ingresos al club ¿Deberíamos hacerlo antes del inicio de curso como siempre o no?

Macao: No veo el problema, así tendrán en cuenta el viaje del club en el primer mes del curso.

Dave: Sí, es mejor continuar como siempre.

Fuji: Envía un correo con la lista de admitidos como lo hemos hecho antes, eso es todo.

Khao: Bien, haremos todo como siempre.

Lo siguiente es

Este año no puedo prestar la propiedad de mi familia para el viaje del club, la están remodelando y es peligroso ir en medio de la obra.

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