Veintiuno
Pete abrió los ojos temprano en la madrugada, reconoció el lugar tan pronto como fue consciente y un escalofrío recorrió su cuerpo, afortunadamente Vegas no estaba ahí, quizás seguía tratando el tema de los rusos o estaría reunido con su familia decidiendo como devolver el favor de sus enemigos, Pete salió de la cama y cuando pensaba en vestirse un mensaje llegó al teléfono del trabajo, provenía de Arm.
"Pete, tienes que volver a casa cuanto antes, tu abuela empeoró"
Las manos de Pete temblaron y se apuró a responder a Arm con un simple bien, afortunadamente en el apartamento de Vegas tenía algunas prendas que podía llevarse sin tener que volver a su habitación, así que se olvidó del uniforme de guardaespaldas y tomó un par de jeans oscuros, una camiseta, una sudadera y después de calzarse con un par de zapatos deportivos salió del lugar. Afuera estaban los subordinados de Vegas y él, que era todo un experto en burlarlos se escabulló sin mucho esfuerzo, no podía pensar en nada más que llegar tan pronto como sea posible al lado de su abuela y asegurarse que esté bien.
La única familia que le queda es su abuela, sus padres se fueron cuando era solo un niño y las otras personas que llevan su apellido no son su familia, cuando sus padres decidieron estar juntos todos se opusieron y se negaron a aceptar a su padre en la familia, así que su abuela rompió todos los lazos con ellos y apoyó a su hija y yerno para que pudieran vivir una buena vida. Con el pasar del tiempo se convirtieron en simples desconocidos y Pete creció obviando su existencia, las pocas veces que se topó con alguna de esas personas fue en su tierna adolescencia cuando solía ser un vándalo que pasaba los días con un grupito de personajes dirigidos por un chico llamado K.
K. tenía dieciocho años y no era diferente a cualquier matón de barrio, sin embargo, para un Pete de solo quince años aquel tipo era todo lo que admiraba y quería ser, con una mezcla de comunismo, marxismo, capitalismo y estupidez, K. soltaba discursos sobre liberarse de la opresión, aunque nunca sabía exactamente quién lo oprimía, mencionaba que los Omegas deberían tener más derechos, pero, él continuaba haciendo que su pobre madre Omega tenga que trabajar horas extras y encima limpiar la casa porque él no podía tocar una escoba porque mancharía su honor.
A Pete, que fue deslumbrado por el rostro guapo de K, esas cosas no le parecían importantes, su líder alguna vez lo defendió cuando otro Alpha quiso pasarse de listo con él y le tocó el trasero, Pete interpretó aquello como un acto de caballerosidad y la impresión que el chico causó en su corazón resultaría difícil de borrar. En su pequeña pandilla además de K. coexistían otros seis chicos, dos Betas, tres Alphas y otro Omega, sin embargo, a diferencia de Pete, ese Jason era un Omega normal y silenciosamente eso creaba celos en el corazón del pobre recesivo. K. solía prestarle atención a Jason la mayoría del tiempo y Fah, uno de los Betas solía decir que seguramente estaban acostándose.
Pete tomó el primer autobús que encontró en dirección a Sakon Nakhon, la provincia en la que vivía su abuela. Desde que comenzó a trabajar para los Theerapanyakul la atención a las enfermedades de su abuela mejoraron, la familia se encargaba de que uno de los mejores hospitales de la ciudad la atendiera, a cambio, Pete le entregó su lealtad a la Primera Familia. Solía ser solo un bicho salvaje cuando se encontró con los Theerapanyakul, apenas cumpliría dieciocho años cuando cayó en las garras de la mafia, solo y asustado pensó que sus días terminarían y su abuela nunca encontraría su cadáver, entonces, una propuesta llegó a él.
Korn Theerapanyakul lo observó por algunos segundos y después de analizar algo en su cabeza le propuso unirse a ellos ―Si trabajas para mí aseguraré que tu abuela reciba la mejor atención médica, piénsalo niño, tienes habilidades y el carácter necesario ¿qué dices?
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WOUNDS
FanfictionKinnPorsche Omegaverse Hace 16 años Porsche trabajó para la familia Theerapanyakul, su guapo heredero Kinn puso sus ojos en Porsche y decidió que sería un juguete muy interesante y divertido, pero los juegos tienen consecuencias y Porsche de pronto...