»Capítulo 59«

194 18 4
                                    

2015. Londres, Reino Unido.

—Peter, ¿está todo bien?

—Creo que no —sonríe con decepción, después suspira y agrega en bajo—. Tendremos que posponer la boda. Mi madre estará decepcionada, ya me la imagino.

—¿Por qué? ¿Qué pasó? —Helena se aproxima y entonces Peter suelta un gran resoplido mientras se quita el abrigo.

—Me despidieron. Así, sin más. Hubo un corte en el personal y... —ríe entre dientes con sarcasmo— tendré que ir con mi padre para avisarle esto...

—No tienes que hacerlo —comenta la mujer, sonriendo con cierto optimismo mientras le toma las mejillas—. Saldremos de esto, ¿okay? Voy a tomar horas extras en el restaurante, ahorraremos y en la siguiente cena voy a anunciarles lo de posponer la boda. ¿O quieres hacerlo tú? Lo que sea está bien para mí.

Peter Reid observa un largo rato a su prometida, dándose cuenta de que esos ojos lo miraban con paciencia y amor. Aunque muy en el fondo se sentía como la mierda, al menos tenía la oportunidad de ser un afortunado por admirarla cada que tiene la oportunidad de girar a su lado y tenerla.

—Me parece bien la inicial —comenta Peter y entonces Helena sonríe lentamente antes de depositarle un dulce beso en los labios.

Por otra parte, los meses fueron transcurriendo y la relación no parecía prosperar. Aunque intentaban que las peleas redujeran, la verdad es que sólo aumentaban. Helena se había esmerado en que la familia de su prometido, la señora Grace y el señor Terrence Reid, padres de Peter, sólo parecían querer insistir. 

La suegra de Helena por más que no intentaba hablar del tema, tal parecía que estaba en su naturaleza "sacar de quicio" (como había expresado una vez Peter en privacidad a su prometida) lo incompetente e inútil que podría ser.

—A veces te envidio. Tú le agradas demasiado —confesó él con una media sonrisa mientras estaba recargado sobre su mano sin dejar de ver a Helena—. Incluso te presenta casi como si fueras su propia hija.

—Eso es bueno, ¿no? —pregunta Helena con esa sonrisa y él le acaricia la mejilla, quitándole el cabello de la zona

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Eso es bueno, ¿no? —pregunta Helena con esa sonrisa y él le acaricia la mejilla, quitándole el cabello de la zona.

—Creo que si —admite y después ella se recuesta, agradeciendo que podrían irse a dormir tranquilamente.

Sólo que la envidia iba albergando en el interior del hombre, extendiéndose hasta que pronto fue haciendo lo peor, mintiendo sobre salidas falsas y su expresión se iba endureciendo cada vez que Helena quería pasar tiempo con él puesto que llevaban meses sin salir. 

No le obsequió nada en su aniversario de noviazgo, eso fue la gota que derramó el vaso para la morocha y empezó a sentirse insegura, desconfiada de la palabra de Peter hasta el punto en que Samantha, su "mejor amiga" comenzó a comentar sobre Peter, intuyendo que sólo quería divertirse con sus amigos y dejar de pensar en conseguir un trabajo que estuviera "a su nivel".

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐥𝐥 [𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐌𝐮𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora