~H E L E N A~
Doce de septiembre de 2015.
Al final llegué a tiempo al establecimiento en donde trabajaba desde hace días.
El Eleven Madison Park era, por así decirlo, un prestigio para le élite de la ciudad, así que me era difícil aún adaptarme al hecho de que por mis recomendaciones de mi antiguo trabajo en Londres y los grandes comentarios que mis propios compañeros ingleses hicieron sobre mí, finalmente rindieran frutos y ahora mismo estaba a cargo como ayudante de cocina.
La gerente del lugar era muy autocrática y no me impresionaba que al girar al menos la cabeza ya estuviera encontrándomela escudriñando cada papel de los trabajadores y se encargara de la organización impecable del lugar.
Por otra parte, la dueña que, en este caso, era tía de la gerente, era un poco más flexible y sabía que me era difícil adaptarme a las normas del restaurante. Fue muy comprensible, me dijo que con mucho gusto me aceptarían.
Incluso me pidió firmar unos papeles para el seguro médico en el hospital Metro-General que ella misma tomó control y arregló para que no faltara a ningún examen rutinario anualmente.
Ahora mismo, justo siendo las ocho y media, entré a trabajar, colocándome la filipina y lavándome las manos para lograr empezar a organizar las secciones.
Había un especial por lo que tengo entendido, así que no tardé en aproximarme a Georgette, una compañera trasladada de Francia que era la Steward, es decir, la que estaba al mando más alto que el mío y que, en el principio, creí que se trataría de alguien difícil de convivir, pero no tardó en acogerme con su carisma y reluciente sonrisa amigable.
—Mademoiselle Barton, justo a tiempo —me dio la bienvenida, colocando sus manos contra sus caderas—. ¿Qué tal la mañana?
—Ha sido agradable recordar la ciudad. Llevaba años sin venir a visitarla y aún se me dificulta el horario de diferencia.
Chasqueó la lengua y movió su mano.
—Pasa al principio. Hace dos años que vivo aquí y créeme que al principio me pasó lo mismo —su acento aún marcado me hacía sonreír eufóricamente—. Pronto podrás acostumbrarte.
Georgette se distrajo con la mirada perdida en la cocina, hasta que se disculpó y anduvo alzando su voz diciendo algunas palabras en su idioma natal y después estuve unos cinco segundos a solas, hasta que una de las aprendices se aproximó, pidiéndome ayuda con la receta que habían agregado apenas cuando llegué al restaurante.
Resulta que ahora sabían del platillo que más lograba preparar, el cual, se trataba del desayuno completo.
En Londres es común que muchos puedan hacerlo con éxito, pero aquí, en Nueva York, pocos lograban darle ese toque inglés. Y al vivir desde hace ocho años allá, bueno, al menos pude lograr hacerlo como una verdadera inglesa.
A eso de las diez y media, uno de los meseros entró y me dio la señal. Bien, ya había sido algo rutinario cada dos días.
Terminé el platillo y yo misma lo fui a entregar a la mesa quince, una que se encontraba en la pequeña terraza.
Apenas me aproximé, pude observar la sonrisa deslumbrante de la señora Bridge.
Elizabeth Bridge era una importante empresaria de moda que conocí al segundo día en que entré a trabajar. Es una mujer de mejillas hinchadas y rosadas como nunca antes había visto. Sus ojos claros vislumbraban como dos esferas celestes, lo que, ante mí, sólo era extraordinario, puesto que con el pasar de los años, en la mayoría de los casos, las miradas chispeantes eran reemplazadas por opacos tonos sombríos por lo que tengo de experiencia. Ni siquiera arrasaba de los setenta años o, bueno, eso quería creer.
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𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐥𝐥 [𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐌𝐮𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤]
FanfictionPortada elaborada por @GhostPepper- Helena simplemente regresa a Nueva York después de dos décadas. La ciudad no era el mismo lugar de cuando era niña. Ahora tenían un héroe. El llamado Diablo de Hell's Kitchen. Al reencontrarse con Matthew Murdock...