𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐥𝐥 [𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐌𝐮𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤]

»Capítulo 66«

Veintisiete de octubre de 2024.

—Me da tanto gusto verlos de nuevo.

—Y nosotros a ti, cariño —al decir eso, la envuelve en un abrazo y le besa la sien—. ¿Cómo estás? ¿Matt viene contigo?

—No, él se quedó. Sólo Mike y yo —expone Helena y de repente del taxi salta el pequeño niño, admirando con sus grandes ojos marrones al hombre enfrente suyo.

—Hola, Michael —le saluda él con una media sonrisa.

—Hola, abuelo Hawkeye —se abalanza y le abraza el torso con entusiasmo. Clint le acaricia los cabellos oscuros y ríe en bajo.

—Ey, te he extrañado, ¿eh?

—Me has visto hace poco —ríe el niño.

Y entonces los ojos de Clint Barton se vuelven más tiernos, más pacientes y Helena se da cuenta de ello.

—Bueno, aun así, ha pasado mucho tiempo. Oye, ¿quieres ir con los demás? Nate está esperándote, tiene una colección de carritos que quiere enseñarte.

—¡Cool! —expresa y sale corriendo hasta la casa en medio de la nada. 

Clint lo admira unos segundos como la madre del niño también lo hacía. Pero en cuanto dejó de verlo en su campo visual, giró su cuello y encajó su mirada en su sobrina que consideraba como hija suya.

—¿Cómo estás?

—¿Físicamente o emocionalmente? —bromea Helena con una débil sonrisa y entonces Hawkeye mira el vientre de ella con rapidez.

—Bueno, no creo que se note mucho en este instante. Pero hazme esa pregunta de broma después —le sigue el juego y entonces Helena arruga su nariz juguetonamente.

Realiza una extraña mueca al terminar y Clint le rodea la espalda con su brazo, sosteniendo su hombro con dulzura.

—Estoy bien. Lo estoy sobrellevando.

—¿Matt cómo te trata? —pregunta él.

—Sabes cómo es, lo conoces —Clint asiente una vez, puesto que era cierto—. Está al pendiente, de pronto en la noche tengo náuseas y odio despertarlo, pero...siempre está ahí.

Y Hawkeye puede ver en sus ojos ese brillo de amor que tenía por el hombre. Pero, en un santiamén, eso se ve reemplazado por la melancolía, probablemente por la situación actual en donde ni siquiera eran pareja, tendrían un bebé juntos y luego estaba el hecho de la pareja actual de Matt, Dakota.

—Es linda —comenta Helena, casi como si pudiera leer la mente de su padre—. Me dice que está dispuesta a salir de su trabajo en caso de que necesite un favor o algo para el bebé. 

—Okay.

—No puedo odiarla —confiesa.

—Lo sé, Helly —le dice Clint y entonces los ojos de la mujer se humedecen un poco—. Quisiera darte algún consejo, pero...no sé cómo.

—Sólo un abrazo tuyo bastará —responde la morocha y Clint pega su mejilla sobre la sien de ella mientras Helena admira el brazo lleno de tatuajes que nunca antes había tenido el hombre.

—Te daré muchísimos si es necesario, ¿okay?

Helena asiente con la cabeza, después se dirigen a la casa y en cuanto entran, Lila no tarda en correr a envolver sus brazos en la recién llegada. 

—Me da tanto gusto verte, Lily —dice Helena y le besa los cabellos a la niña—. Oye, ¿te estiraste?

—Sólo un poco —ríe y entonces Cooper se aproxima para abrazar también a la mujer.