~H E L E N A~
Por un instante me quedé en blanco. Los dedos me temblaron, me aferré y se los enterré en el brazo a Matthew. Tan sólo sentí la presión casi escurrirse por mis piernas y luego sólo entreabrí los labios, queriendo volver a hablar.
-Helen, mírate, qué sorpresa verte por estos rumbos -allí estaba ella, justamente la persona que causó que todo se desmoronara. Estaba sonriéndome, casi dirigiéndose hacia mí como si jamás hubiera pasado nada-. Y estás esperando un bebé, felicidades. ¿Quién es el afortunado?
-Helena, ¿quiénes son ellos, puedes decirme, por favor? -al decir eso, finalmente Matt me apretó la mano como respuesta, así que lo intuí como aliento de que me apoyaba.
-Si, claro, hum... -el corazón ya me martilleaba y sentía que el aire me faltaba, pero pude disimularlo bastante bien mientras la mirada de él se incrustaba encima de mí-. Ellos son Samantha y Peter.
-Un placer, Matthew Murdock -se presentó con esa formalidad típica que usaba para el trabajo mientras extendía la mano.
Ellos se presentaron, después Peter habló por primera vez e inclusive sentí una sensación extraña en la boca del estómago, como si fuera a vomitar en cualquier momento.
-No sabía nada de ti desde hace unos meses. ¿Cómo has estado?
-Bien, gracias -dije rápidamente, desviando la mirada y notando de reojo a Matt.
-¿Vienen de vacaciones? -escuché a Matt preguntarles.
-Si, son vacaciones de San Valentín. Pronto habrá más tiempo para las de luna de miel -Samantha no tenía descaro, siempre era tan directa, tan prepotente y tan cruel-. ¿Qué hay de usted? ¿Vive en esta ciudad?
-Desde siempre -sonrió con cortesía, mientras que yo sólo permanecía callada, tomándole el brazo a mi mejor amigo sin querer que me soltara.
Si lo hacía, probablemente se me flanquearían las piernas y me doblegaría.
-¿Cómo es que te miro y aún estoy sin creérmelo? -Samantha al decir eso, incrustó su mirada como si pudiera traspasarme el alma-. Estás radiante, Helen.
-Eres una imbécil -sisee mientras por fin dejaba toda la farsa de la buena cortesía y vislumbré que esa sonrisa que esbozaba sus labios era reemplazada.
De la falsa amabilidad a una astucia genuina como la zorra que era.
-Helena... -quiso hablar Peter, pero lo señalé.
-Y tú un hijo de puta -de inmediato solté esas palabras que siempre quise decirle de frente.
-¿Un hijo de puta?
-¡Una mierda, Peter Reid! -vociferé sin importar que las personas me escuharan-. ¡Y tú, maldita...!
Quise aproximarme hasta Samantha, pero Matthew me detuvo y me llamó.
-Helena, cariño...
-¿Cariño? -Samantha rió en bajo-. Lo tenías bastante guardado, por un momento creí que... -me miró el vientre, pero pronto cambió de parecer-. En fin, eso me demuestra bastante cómo eres en realidad, Helen.
-Helena. Soy Helena, hipócrita -comenté mientras sentía que la sangre me hervía. Las mejillas se me estaban calentando, incluso casi me atrevo a decir algo de lo cual me arrepentiría, pero Matt estaba allí para detenerme.
-Si, pero siempre fuiste una donnadie -y Peter la escogió a ella. La escogió aún cuando sabía cómo era. Aún sabiendo que alguna vez la llamé amiga-. De no ser por Peter, no serías lo que eres. Y ni un gracias dijiste.
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𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐥𝐥 [𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐌𝐮𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤]
FanfictionPortada elaborada por @GhostPepper- Helena simplemente regresa a Nueva York después de dos décadas. La ciudad no era el mismo lugar de cuando era niña. Ahora tenían un héroe. El llamado Diablo de Hell's Kitchen. Al reencontrarse con Matthew Murdock...