»Capítulo 63«

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Dieciséis de agosto de 2023.

-Es un lindo día.

-Lo es -dice con un largo suspiro mientras se coloca su sombrero y se lleva las manos a los bolsillos-. Bien, es lo que estaba esperando.

-¿En serio? -pregunta el abogado.

-Es algo que no podría ser minimizado -expresa el anciano que le dedica una sonrisa al hombre enfrente suyo-. Después de todo, odiaría tener que pensar que sería horripilantemente triste y Elizabeth sé que no podría soportarlo.

-Si, creo que no podría -expresa Matthew y entonces escucha que Michael corre a su lado, sosteniendo firmemente el ramo de narcisos que habían comprado cuando se dirigían al apartamento de Vincent Bridge-. ¿Podrías guiarme, Vincent?

-Por supuesto -dice Vincent y le dedica una sonrisa al niño-. Vamos, Mike, ¿quieres ayudarme?

Michael Murdock asiente con la cabeza, después se encaminan con Matthew sosteniendo el brazo del señor Bridge y durante el trayecto al destino que tenían pensado hubo un poco intercambio de miradas. Para el abogado le era difícil no sentirse un poco perdido, quizá familiarizado, pero no se echaría atrás y estaría para lo que necesitara.

El cielo estaba despejado, albergando esa tonalidad sorprendentemente azulada. Ni una sola nube, después el sol ardía contra sus coronillas, así que Michael decidió colocarse su gorro pesquero mientras se rascaba de vez en cuando sus rodillas hasta el instante en que sus pantalones cortos se le adherían por el sudor en los muslos. Matt usaba una camisa de cuadros arremangada, pantalones oscuros, zapatos casuales y sus reconocibles gafas rojas.

A su lado, Vincent Bridge, con el cabello relativamente grisáceo, un bigote y barba bien cortada, sus mechones estaban más largos y por un momento se imaginó Mike que podría hacérsele una coleta. No obstante, sólo quitó ese pensamiento y se concentró, mordiéndose la lengua y mirando su alrededor, recordando esos rumbos desde la última vez.

-Papá -le llamó.

-¿Si? -pregunta Matt de inmediato al escuchar el llamado del niño.

-¿Puedo poner las flores yo solito?

Matthew asiente un poco, después afirma con la palabra, teniendo un lejano déjà vu que le genera elevar las comisuras apenas unos segundos. Comienzan a andar entre la cantidad de lápidas, con Mike andando con cautela al sentir el cosquilleo en sus tobillos del césped hasta que por fin presiona sus labios, Vincent se aproxima y se escucha un largo suspiro de su parte. Es una especie de respuesta, acompañada del abrupto golpe de intensidad en los latidos de su corazón, que sólo causa que tomen un minuto de silencio.

Al acabarlo, el abogado incita a Mike a acercarse, intentando que pudiera hacer lo que quería y el niño no tarda en inclinarse hasta dejar lentamente el ramo de flores cerca de la lápida que visitaban después de un año. Matt estaba seguro de que Vincent la había visitado hace poco, puesto que era inevitable. Sabía perfectamente ese sentimiento de no poder comprender el por qué, la circunstancia de sentirse perdido y no obtener una respuesta del Todopoderoso.

-Se ven muy lindas -dice Vincent y entonces se limpia la nariz con un pañuelo-. ¿Puedes verlas, Lizzie? Michael y Matthew te han traído un precioso obsequio.

Y entonces Michael se atreve a leer de nuevo la lápida, observando los detalles que fueron grabados en piedra.

En memoria de Elizabeth T. Bridge

1947-2021

-No he llegado tarde, ¿verdad? -la voz de alguien conocida causa que Matt incline la cabeza y entonces puede escuchar que Mike se alza y corre en búsqueda de un poco de consuelo femenino-. Hola, Fran, te extrañé bastante, ¿eh?

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐥𝐥 [𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐌𝐮𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora