»Capítulo 33«

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-¿Estás segura?

-Cariño, he criado al mismo tiempo a tres niños y lo sigo haciendo. Una más en el pequeño club por una noche de cuidarla será divertido -explicó en breve Laura mientras sostenía en brazos a la pequeña Michelle.

Estaba durmiendo y chupaba su chupón frenéticamente mientras Helena observaba lo adorable que se veía con su disfraz de ángel que Georgette había comprado para ella.

-Últimamente se despierta en la madrugada a pedir su biberón -balbució la primeriza madre sin dejar de verla.

-Se lo daré con gusto y enviaré a tu tío a la cocina a prepararlo. No lo olvida teniendo a Nate -al decir eso, ambas ríen y miran a Clint, quien estaba hablando junto con Matthew y al mismo tiempo ayudaban a los niños a recoger la mesa del pequeño comedor-. Todo estará bien, Helly.

-¿Si? -se cruzó de brazos y se abrazó a sí misma-. Si, creo que sí -soltó una nerviosa risa y agregó-. Regresaré temprano mañana.

-Tómate el tiempo que necesites, aquí estaremos -avisó su tía y le besó la mejilla antes de que la morocha se alejara para encaminarse hasta su tío y novio.

Después de todo, Matt había propuesto si quería ir por su regalo y regresar, pero Laura había dicho que estaba bien si querían quedarse allá. A Clint por poco se le desorbitaron los ojos, pero aceptó y simplemente ahora Helena estaba dudando en si dejar a su hija o no.

Jamás la había dejado una noche lejos suyo y le era difícil siendo la primera vez. Pero su tía era experta y sabía que no pasaría nada.

-¿Lista? -preguntó Matt tras terminar de hablar con el tío de Helena.

-¿Cómo sin hablar supo que estabas aquí? -preguntó Clint un poco confundido.

-Créeme que asustarlo es toda una travesía -bromeó Helena y entonces Matthew elevó las comisuras de sus labios.

-Es porque Ellie y tú no saben hacerlo -respondió y tras eso Clint se rascó la nariz mientras carraspeaba.

-Hum, si, ¿entonces saldrán por esta noche?

-Podría darles un aventón si gustan -propuso Vincent y Lizzie Bridge apoyó a su marido.

-Además de que ya es tarde para tomar un taxi. La ciudad puede estar tranquila, pero hablamos de Hell's Kitchen, querida.

Helena lo pensó. Lo hizo durante un rato antes de por fin acceder y despedirse de sus tíos, primos y darle un dulce beso en la frente a su hija.

Se fue entonces con Matthew, Frannie, Lizzie y Vincent en el auto de este último. Tardaron alrededor de diez minutos en el trayecto al edificio de apartamentos de Francesa Duncan y Matthew Murdock.

Al dejarlos y despedirse, Frannie comenzó a hablar con la pareja.

-¿Y Michelle será bautizada o no lo has decidido, Helena?

-No lo había pensado aún, quizá pueda hacerlo pronto -respondió Barton.

-Bueno, no hay prisa. Yo me bauticé en el budismo cuando tenía treinta y cinco -expresó la pelirroja y luego miró de reojo a Matt-. Matthew, ¿qué tal tú? Un católico como tú me imagino que lo hizo desde niño.

-Tal vez lo hice, pero en ocasiones olvido etapas de mi infancia antes de los cinco años -explicó el hombre mientras sostenía el brazo de Helena y subían cuidadosamente las escaleras-. Y jamás se lo pregunté a mi padre, en realidad.

-Bien, entonces quizá tomes estas dos referencias y elijas la que tú desees, Helly -y pararon en cuanto estuvieron en el piso de Frannie-. Me quedaría para ver el espectacular obsequio que le darás, Matt, pero me doy una idea de ello -aquello último lo dijo con una pícara sonrisa torcida y luego se precipitó a abrir la cerradura de la puerta-. Cuídense mucho, los veré luego.

𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐥𝐥 [𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐌𝐮𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora