Diez de marzo de 2021.
-¿Dónde estás? -preguntó y después ladeó la cabeza.
Se escuchó una risita en el baño, pero de pronto a él se le desvanece la sonrisa al escuchar el repentino choque de las tijeras cerrándose contra algo.
No tarda en correr al cuarto de baño, abriendo la puerta y entonces escuchando la risa alegre de alguien hasta que abruptamente le habla.
-Papi, soy Mike, Mike.
-¿Mike? -pregunta el abogado y entonces se pone de cuclillas, esperando que se acercara. Y en cuanto lo hizo, llevó sus manos hacia la cabeza de la personita, acariciando sus cortos pero rasgados mechones-. Cariño, ¿qué pasa? ¿Por qué hiciste eso?
-Es que soy Michael, papi -juega con sus deditos, sintiéndose realmente con nerviosismo hasta que hace una mueca y ve que la niña arruga la nariz en esa expresión de incomodidad-. Me gusta ser Michael, me siento cómodo así.
-¿Michael? -pregunta su padre y entonces asiente, causando que tuviera que afirmar con la palabra, disculpándose de olvidarlo y las lágrimas se le agolpaban en los ojos al hombre.
La primera reacción es limpiar las lágrimas del hombre que llamaba papá desde que nació.
-¿Estás enojado o tistre? -pregunta y el abogado ríe en bajo, negando un par de veces.
Era adorable poder escuchar su voz y darse cuenta de que no tenía un año mientras empezaba a aprender a caminar y a hablar apenas. Y por un instante, pensó en ella y la forma en que no tuvo suerte de verla crecer, generando que volviera a pensar en por qué hubiera sido mejor que él tomara el lugar de la persona que perdió tres años atrás.
-Está bien. Si gustas que te llame Mike, lo haré. ¿Hay algo más que quieras decirme?
-¿Puedo usar shorts largos? -los ojos le chispean de inmediato.
Matt entonces asiente varias veces y de pronto el pequeño se emociona, saltando en su espacio hasta que el hombre lo toma en su hombro, dándole vueltas.
-Oye, pero hay una condición. Vamos a que te den un mejor corte.
-¿Para que me dejen pelón como a ti?
-¡Ah, así que eso piensas de mí, ¿eh?! ¡Ven aquí, pequeño diablillo! -lo deja en el suelo y el pequeño Mike corre lejos de su alcance, escabulléndose mientras se escapa de los brazos del hombre.
Y entonces, esa misma tarde, el hombre toma su bastón, colocándose lentamente las gafas rojas sobre el rostro y peinándose cuidadosamente con ayuda del pequeño.
-¿Me veo atractivo? -pregunta él y Mike arruga su nariz, algo divertido de la situación.
-Mmm, no sé. Vamos, papi, se hará tadre -explica eso mientras toma el bastón del hombre y él de inmediato se aproxima, listo para salir de su apartamento.
Siendo guiado de cierta forma por el niño, el cual usaba los dichosos shorts largos que Matt le compró como ropa extra que pudiera usar en algún momento, finalmente llegaron a la peluquería y no tardaron en ser recibidos por algunas personas que trabajaban allí.
-Ah, pero si es Matt Murdock. ¿Qué hay, hombre? ¿Cómo van las cosas? -un sujeto con una barba frondosa se aproxima, estrechándole la mano al abogado y entonces el mencionado esboza una gran sonrisa.
-Hola, Ted, todo bien. ¿Cómo va el negocio? ¿Ocupado?
-Bueno, un poco, lo mismo de siempre. Pero, eh, se sobrevive, es lo importante. Y hay salud, es más importante -manifiesta el hombre llamado Ted y entonces de pronto incrusta sus ojos en la persona que por primera vez acompañaba al abogado-. Y dime, ¿qué puedo hacer por ti, Matt? ¿O es para él?
ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐥𝐥 [𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐌𝐮𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤]
FanfictionPortada elaborada por @GhostPepper- Helena simplemente regresa a Nueva York después de dos décadas. La ciudad no era el mismo lugar de cuando era niña. Ahora tenían un héroe. El llamado Diablo de Hell's Kitchen. Al reencontrarse con Matthew Murdock...