𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐥𝐥 [𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐌𝐮𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤]

»Capítulo 35«

“Someteos pues a Dios, resistid
al diablo, y de vosotros huirá”

-Santiago 4:7

La puerta del escondite en donde Colleen Wing practicaba box se abrió y ella no tardó en girarse, encontrándose con Danny Rand entrando mallugado y con la respiración acelerada.

—Danny —le llamó Colleen y el rubio no tardó en aproximarse para abrazarla.

—Estoy tan feliz de verte.

—¿Dónde has estado? —le preguntó la mujer y arrugó la nariz al olfatear el maloliente hedor que desprendía.

—Ya te contaré, pero antes... —y se alejó, causando que Colleen volteara y se sorprendiera de mirar a más personas en el lugar— tenemos compañía.

—¿Compañía? ¡Oigan!

—Dije que lo traería —expuso Stick andando lentamente hacia enfrente, adentrándose a la habitación.

—¿Qué pasó? —preguntó la Colleen.

—¡La Mano nos atacó! ¡Se llevaron a Luke! —avisó Danny.

—¡¿Cómo sabes que no te siguieron hasta aquí?! 

—No lo siguen —expuso Murdock, así que Colleen no tardó en girar para ver a uno de los recién llegados.

—Ningún lugar en donde estemos será seguro mucho tiempo —anunció Stick.

—No escaparemos para siempre —comentó Rand un tanto agitado mientras andaba al lado del anciano ciego.

—¡Yo no escapo, punto! —gritó Jessica con irritación y luego miró de reojo a Rand.

—Mi empresa tiene un edificio cerca de aquí —Danny se asomó por la ventana mientras avisaba aquello y luego Jones alegó.

—¡No necesitamos otro escondite, necesitamos que esto se acabe!

—Lo simplificas demasiado —comentó Matt recargado en una columna del lugar.

—¡Oh, ¿en serio?! Pues soy la única que no está en esto para tener algo de emoción.

—Jessica —le advirtió Danny.

—¡Y la última vez sí teníamos un plan, pero este nos dejó para pelear con esa mujer de laicra!

—Si, como lo hizo en Midland Circle —le apoyó Rand y aquello fue suficiente para que Matt hablara.

—Cometí un error, pensé que...

Pero fue interrumpido en el momento en que escucharon ruidos proviniendo desde fuera de la habitación, así que pronto Colleen se precipitó a tomar su katana mientras los demás esperaban la llegada del atacante.

No obstante, Murdock sonrió de costado al saber perfectamente de quién se trataba. Y así fue que Luke Cage entró al lugar con la camisa repleta de agujeros y al parecer sin ninguna herida como era debido a sus habilidades.

Danny lo llamó y parecía emocionado de verlo de nuevo.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Colleen.

—¿Estás bien? —Jessica se dirigió hacia él y Luke asintió, así que pronto lo afirmó con un "estoy bien".

Después de esas circunstancias, Cage les mostró el pez gordo que había atrapado. En la furgoneta que había robado, justo en medio, en la parte trasera, el llamado "Sombrero Blanco" estaba atado de pies, cabeza y boca, observando con total frustración a los fisgones mientras Luke expresaba con orgullo que tenía a uno de ellos.