—¿Dónde está? —la pregunta de Georgette Dragon genera que Matthew se levante de su asiento y la francesa por poco se le lanza encima al abogado—. Matthew, ¿dónde está ella?
—Le están haciendo análisis. Los doctores están queriendo ver la salud de los que regresaron —al dar esa explicación, Georgette sólo empieza a dar círculos, moviéndose delicadamente mientras usa esas prótesis de refuerzo en sus piernas y Sally intenta pararla—. Georgette, sigue bien. Está bien.
—Necesito hablar con ella. Necesito verla, Matt, entiende mi sentir —estaba empezando a desesperarse, así que mientras Sally trota a su lado, sólo alcanza a respirar con una hiperventilación más feroz y rápidamente agrega—. Necesito...
—En cuanto sea posible que la vean, te avisaré. Serás la primera en verla, lo prometo, Georgette.
Cuando Matthew dice eso, finalmente la rubia se inclina hacia atrás, se sienta con delicadeza sobre un asiento libre y Sally se aproxima, envolviéndole la mano contra la suya.
—Seré la segunda —dice Georgette, tragando saliva y entonces desviando sus ojos hacia Murdock, incrustándoselos encima hasta que Matt, muy en el fondo, tenía esa sensación de ser el centro de atención en ese momento—. Sabes que debes ser tú el primero. Y Michael, él...
Pero no se atreve a terminar la frase, puesto que sólo se pasa las manos por los labios y se las restriega con cuidado. Dakota estaba ahí, sosteniendo a Michael, quien estaba realmente agotado y dormía en su regazo.
—¿Está bien? —pregunta Matt tras volver al lado de la castaña y de inmediato busca el hombro de su hijo, escuchándolo respirar con tranquilidad.
—Si, está cansado, es todo. Pero no dejaba de preguntar sobre su mamá —cuando explica eso, se escucha su risa en bajo y luego le acaricia los cabellos castaños al pequeño—. Quiere verla de nuevo.
—Lo sé —murmura Matt y luego su pulgar se desliza cuidadosamente sobre el rostro del niño—. Debió ser...
—Fue una mezcla de emociones, creo —le interrumpe Dakota y Matthew asiente con la cabeza varias veces.
De pronto se mantiene quieto, concentrándose en los pasos de las personas que iban y venían por los pasillos del hospital. Por un instante se mantiene centrado en los tacones de alguien en específico, pero después escucha a alguien preguntar sobre los familiares de Helena Barton y Matthew se precipita a recordar que debe de intentar comunicarse con los tíos de Helena. Hasta ese momento, ninguno había respondido y eso lo tenía bastante estresado, pero también ajetreado debido a saber el estado de la morocha.
—¿Está despierta? —fue lo primero que pregunta el abogado y después el doctor afirma con la palabra.
—Tenemos sus análisis, está todo en orden. Fue uno en general, ya sabe, así que también tuvimos que descartar algunas opciones.
—¿Son peligrosas? —pregunta Matthew y entonces el corazón se le acelera, intentando poder asimilar el hecho de tener que lidiar con otra pérdida.
Primero Lizzie, ahora Helena y después...
—No, no lo son, señor Murdock —le entrega los análisis, puesto que él había firmado como el responsable y sólo agrega en bajo—. En este instante está lúcida, podemos decírselo nosotros o si gusta...
—Yo me haré cargo —expone Matt al interrumpirlo, así que traga saliva y el doctor se aleja.
En ese momento la espalda se le tensa y cuando se da media vuelta, Georgette ya estaba enfrente suyo, siendo voluntaria a leer los análisis. Y él se los dio, después la francesa los leyó en voz baja y su reacción es mirar por encima del hombro al pequeño que se removía, despertando cuidadosamente de su repentina siesta.
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𝐒𝐚𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐥𝐥 [𝐌𝐚𝐭𝐭 𝐌𝐮𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤]
FanfictionPortada elaborada por @GhostPepper- Helena simplemente regresa a Nueva York después de dos décadas. La ciudad no era el mismo lugar de cuando era niña. Ahora tenían un héroe. El llamado Diablo de Hell's Kitchen. Al reencontrarse con Matthew Murdock...