Desde que dejó la mansión Son el día anterior, Mina no pudo dejar de pensar en la furiosa Chaeyoung y en lo estupida que fue al haberse metido en todo ese problema sin necesidad.
Culpa de Sana no había sido como inicialmente pensó. Sana no fue la que firmó el último contrato donde estipulaba estrictamente que debía estar soltera sin ningún compromiso para evitar futuros problemas. Si tan solo hubiese sido sincera con Jiu ese día, ellas de inmediato hubiesen aceptado su negativa de aceptar el resultado final.
La noche anterior, Chaeyoung la echó de su casa amenazándola con demandarla por incumplir el contrato.
La primera noche la pasó con Sana lamentándose una y otra vez por su enorme estupidez. La segunda tuvo que volver a casa con sus padres después de no verlos por casi 3 semanas.
Una pequeña sonrisa a pesar de todo el caos que cargaba se asomó en sus labios cuando al bajar del taxi. La nueva fachada del negocio se verduras de su padre apareció frente a sus ojos que ese día lucían tristes, vacíos y sin brillo. Ella suspiró. Al menos con el dinero de ese tonto proyecto pudo ayudar a sus padres, pensó. Ahora el pequeño local lucía mucho mejor que antes.
—¡Hija!—Su madre exclamó emocionada desde la cocina cuando la vio entrar por la puerta principal a un lado del local.—Viniste...—Entre sus dos brazos la estrechó repartiendo besos sobre su cabello.—Te extrañe mucho, mucho. ¿Y tu maleta?—Preguntó al separarse de ella y ver qué solo venía con el celular en mano.—No me digas que solo estás de paso.—
—No mamá. Mi trabajo ya terminó.—Mencionó sin ánimo alguno.
—Pero entonces, ¿Donde están tus cosas?—Quiso saber la mujer sin entender bien. Cuando se fue, llevaba su pequeña maleta consigo.
—Luego me los enviarán.—Explicó encaminándose a la sala donde se lanzó al sofá más grande siendo seguida por su madre que no cabía de felicidad al tenerla en casa nuevamente.
—Entiendo.—Jiu horas antes le había mandado un mensaje a su teléfono diciendo que una de las chicas le entregaría sus pertenecías en unos días y que ella tenía que devolver únicamente el celular, dando a entender que todo lo comprado en Seúl era suyo.—¿Y papá?—Cambió de tema para que su madre no preguntara más cosas sobre "su trabajo como modelo" allá en Seúl.
—Salió por mas mercadería.—Mina asintió sin ánimos a diferencia de su madre que estaba sonriente—¿Quieres comer algo? Puedo prepararlo.—Ofreció.
—Gracias mamá, pero no.—Se levantó—Iré a mi habitación. Tengo muchas cosas que hacer y pensar...—Murmuró lo último.
—¿Todo bien, mi amor?—Su madre tomó su mano notándola decaída.
—Todo bien.—Mintió besando su mejilla.—Iré a descansar.—Las escaleras subió encerrándose en su habitación por el resto de la tarde.
"Demanda" era la palabra que se repitió una y otra vez en su cabeza. ¿Que haría si Chaeyoung realmente decidía demandarla? Quizá la idea de Sana sobre irse del país no estaría mal. —Por Dios, no puedo convertirme en una fugitiva...—Murmuró escondiendo el rostro en su almohada.—Tengo que hacerle frente.—Se dijo así misma cuando recordó el apoyo que su amiga Momo le ofreció. Tanto en dinero como en abogados.
Dylan había pedido a Sana decirle que se vieran de nuevo, pero se negó rotundamente a su pedido. Por su culpa descubrieron su relación amorosa. Él había sido el principal culpable de que esté metida en tremendo lío. Todo estaría bien de no ser porque se le ocurrió marcarle la piel con tremendos chupetes.
La noche pronto llegó y en medio de arrepentimientos y maldiciones para si misma, Mina se quedó profundamente dormida. La noche anterior apenas pudo dormir un par de horas en casa de Sana a causa de todo ese problema donde también fue arrastrada la prima de Sana.
Al día siguiente despertó ya tarde, deseó con toda su alma que todo hubiese sido una horrible pesadilla, que ese proyecto nunca existió, pero no. Todo era real. Lo supo cuando miró en la pantalla de su teléfono último modelo un mensaje de Jiu diciendo que en un par de horas la estarían visitando. ¿Donde consiguieron su dirección? Eso ya no le importaba. Lo importante aquí era que Minji llegaría.
—Dios...—Murmuró pasándose ambas manos por toda la extensión de la cara.—No puede ser...—El techo miró quedándose por varios minutos en esa posición pensando en cómo acabaría todo. Haciéndose miles de escenarios en la cabeza.
No quería bajar y ver a sus padres. No quería verlos sin romper en llantos. Les había ocultado todo y gracias a eso, ella estaba a punto se ser demandada por una empresaria. Si sus padres hubiesen sabido sobre el proyecto, estaba segura que jamás le hubieran permitido participar.—Mina te buscan.—Su cuerpo se tensó. Ahí estaba lo que Mina mas temía. Seguramente Jiu estaría ahí abajo junto a los abogados de Chaeyoung.
—¡Hazlos pasar a la sala y diles que me esperen un rato!—Avisó levantándose a toda prisa. Se peinó, lavó la cara, los dientes, se puso un sudadero grande, unos jeans rasgados y par de converse blancos lo más rápido que pudo. Eran las 10:30 de la mañana cuando al fin bajó a la sala encontrándose con nada. No había nadie.—¿Mamá?—La buscó.—¿Mamá?—Volvió a llamarla entrando a la cocina. Supuso que estaría en el local, así que para allá se dirigió encontrando a sus dos padres allí.—Hola papá.—
—Mi pequeña.—Su padre con una enorme sonrisa la recibió—Al fin estás en casa de nuevo.—Su rostro acunó en sus manos mirándola con adoración.—Ayer subí a tu habitación, pero estabas ya dormida.—
—Ah, si es que estaba cansada. Eh, dijiste que alguien me buscaba.—
—Si. Ahí afuera están dos mujeres esperándote.—Señaló en la calle, entonces cuando Mina se asomó por el mostrador observó cómo una camioneta negra estaba estacionada frente a la puerta principal, Siyeon miraba su reloj en la muñeca bajo la sombra de un árbol plantado sobre la acera y Yoohyeon recostada sobre la puerta del copiloto con los brazos cruzados.
—Ahora vuelo.—A toda prisa Se volvió al interior de su casa para salir por la puerta principal.
—Vaya, ya era hora.—Siyeon bufó ladeando la cabeza cuando la vio salir.
—L-Lo siento.—Fue lo único que le dijo ya que Yoohyeon se acercó rápidamente.
—Señorita Myoui. Acompáñeme por favor.—La puerta trasera abrió y entonces ojos sus abrieron de más cuando Chaeyoung se hizo visible en el asiento de cuero. La chica lucia una camisa blanca y unos pantalones negros.
—Sube.—Le ordenó con la mirada más fría que pudo tener. Mina parpadeó intentado entender que hacia ella allí. Esperaba ver a Minji o a los abogados de la empresaria, pero no. Era la mismísima Son Chaeyoung frente a su pequeña casa.—¡Sube, carajo!—Exclamó al ver a Mina inmóvil. Mina soltó un suspiro pesado y finalmente subió.
Gracias por leer....
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Proyecto "SON" (Michaeng)
FanfictionSon Chaeyoung, una importante empresaria de Seúl necesita con urgencia a una persona que pueda fingir ser su prometida por únicamente 6 meses. Kim Minji o simplemente Jiu decide crear el PROYECTO SON para ayudar a la empresaria o sea su jefa a enc...