20

1K 126 9
                                    

La semana se había pasado volando para Mina.

Cuando se dio cuenta, no, más bien Olivia le dijo que el día que su hermana volvería al país había llegado y que ella tenía que acompañarla a recibirla como su novia.

Su semana había estado ocupado, y es que a cada día en el en el penthouse, por horas había tenido clases de idiomas con dos profesores para perfeccionar su inglés y coreano. También la visitaron dos mujeres elegantes para clases de etiqueta y moda. Éstas le enseñaron cómo caminar, comer y comportarse en reuniones importantes, lo que debía y no vestir.

Además Olivia la había estado llevando a comer y de compras por supuesto. Mina supo que la chica era una adicta a las compras ya que en las tres veces que salieron, Olivia terminaba con varias bolsas en mano.

—¡Chae!—Olivia corrió en cuanto vio a su hermana asomarse en la puerta del avión plateado en una amplia autopista. Mina en cambio caminó un tanto nerviosa hacia las hermanas que en ese momento se daban un abrazo frente a las escaleras en tanto dos hombres y dos mujeres bajaban detrás de ellas. Olivia le había explicado rápidamente en el auto a Mina que debía hacer su trabajo lo mejor que podía ya que dos poténciales socios venían con Chaeyoung esa tarde casi noche.

—Hola amor.—Chaeyoung a ella se acercó y sin más palabras la tomó detrás de la nuca y la atrajo para envolverla en un beso necesitado el cual Mina correspondió, sabiendo con anticipación que eso iba a pasar, a diferencia de la otra vez que la empresaria la había tomado desprevenida.—Te extrañé mucho.—Sonrió la coreana después de aquel beso efusivo que había dejado mareada a Mina.

—Yo también.—Con el pulgar Mina limpió un poco de su pinta labios que se le había quedado a su "novia".—Me alegro que ya hayas vuelto.—Sonrió de vuelta.

—Señores—La empresaria llamó la atención de las cuatro personas de pie a sus espaldas—Ella es Sharon, mi futura esposa.—Sonrió rodeando con un brazo la cintura de Mina girándose hacia ellos.

—Un gusto señorita.—Un hombre canoso fue el primero en acercarse y estrechar la mano de la japonesa.

—El gustó es mío.—Contestó nada más junto a una pequeña sonrisa.

—Pero que hermosa niña.—La esposa del hombre a ella se acercó y besó su mejilla para luego acariciar por un instante su mejilla.—Felicidades señora Chaeyoung.—La miró

—Definitivamente una hermosura.—La otra mujer también mayor dijo estrechando con delicadeza su mano.—Hacen muy bonita pareja.—Las miró cálidamente a ambas.

—Un gusto Señorita Sharon.—Un joven y apuesto hombre le sonrió tomando su mano para depositar un suave beso sobre su piel poniendo mas nerviosa a la japonesa. ¿Que tenían los hombres en Corea que la ponían de nervios? Por lo que Mina entendió, ese chico de unos 29 años era el hijo mayor de la pareja que inicialmente la saludó. Castaño, ojos marrones y labios delgados.

—El auto que los llevará al hotel está por allá.—Chae señaló la camioneta que Hangong conducía ese día.—Mañana, Jiu personalmente irá por ustedes para llevarlos a la compañía.—Las cuatro personas a ella asintieron y despiezaron antes de dirigirse hacia Handong ante la mirada de las hermana y Mina.

—Pero que buena actuación.—Desde atrás de ellos se oyó la voz de una mujer.—Ustedes si que merecen un premio a mejor actuación.—Olivia de inmediato se giró hacia ella luego fue Mina quien lo hizo con más calma.

—¿Rosé?—Olivia miró con ojos de fuego a su hermana que estaba con el teléfono detrás de ellas, luego miró con más calma a Minji que venía caminando junto a las demás detrás de la recién llegada. Minji se encogió de hombros como diciendo "No tengo nada que ver"—¿Que haces aquí?—Preguntó

Proyecto "SON" (Michaeng) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora