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2:23 de la madrugada.

Chaeyoung despertó de pronto. Sintió sus labios secos y su garganta sedienta. Bufó de mala gana cuando se dio cuenta que no tenía ninguna botella se agua sobre su mesa de noche.

Quizá debía volver a contratar a una persona para que se encargue de la casa. Anteriormente tenía a una, pero por la llegada de Mina, se vio obligada a despedirla. No quería que esta se diera cuenta que no había tal relación amorosa con la japonesa.

Escuchó que afuera estaba lloviendo y mucho. Las luces de los relámpagos se colaban por sus cortinas una y otra vez. Se había quedado profundamente dormida que ni los truenos fueron capaces de despertarla.

Soltando un suspiro pesado, ella tuvo que levantarse, ponerse sus pantuflas y salir de su habitación por una botella de agua.

Al salir de su habitación se fijó que Mina aún estaba despierta. Lo supo por la luz que se asomaba por debajo de su puerta. Se preguntó que estaría haciendo la japonesa a esa hora.

Unos minutos más tarde, la empresaria volvió a subir al segundo piso después de haber ido a la cocina a tomar agua.

La luz de Mina seguía encendida. Le Pareció extraño así que, decidió tocar su puerta.

—¿Mina?—Dijo junto a un par de "knock knock" sobre la madera. Dos segundos después la puerta fue bruscamente abierta por Mina.—¿Aun no duermes?—Preguntó extrañada.

—N-No.—Contestó la japonesa con su peluche de pingüino pegado a su pecho y la mirada asustada.

—¿Pasa algo?—Se apresuró a preguntar al notar el miedo en sus ojos.

—E-Es que, yo no puedo dormir con todos esos truenos. No me gustan los sonidos fuertes.—Negó con la
Cabeza abrazando su peluche—Me asustan mucho.—Admitió. De pronto un relámpago iluminó el pasillo completo gracias al gigantesco ventanal de la sala entonces Mina de inmediato los oídos se cubrió con las manos sabiendo lo que venía después. Un trueno. Chaeyoung al verla de esa manera, no dudó en envolverla entre sus brazos antes de que el trueno llegase, haciendo vibrar todo el suelo.

—No temas. Son solo truenos.—En su odio le dijo frotando su cuerpo con las manos mientras la abrazaba.

—Me aterran.—Ella decía la verdad. Mina definitivamente no soportaba los ruidos fuertes, como fuegos artificiales, truenos, incluso el sonido de los globos reventarse.

—¿Quieres que me quede contigo?—Mina la miró despegándose de ella al oírla.

—¿Lo harías?—La empresaria asintió sin dudarlo. De ninguna manera la iba a dejar sola con toda esa tormenta de afuera.

—Por ti cualquier cosa.—Sobre sus mejillas pasó ambos pulgares regalándole una cálida sonrisa—Vamos.—Su mano tomó y ambas se adentraron a la habitación donde en la cama, bajo las sábanas, Chaeyoung se metió primero.—Ven aquí...—Un brazo abrió y con el otro la invito para que se acurrucase a su lado, sobre su pecho. Mina dudó un segundo ya que aquello era un acto muy intimo, pero cuando un trueno resonó por toda la habitación, no lo dudó más y a la cama se lanzó para luego abrazar el cuerpo de la empresaria, acurrucándose a su lado.—No temas.—Dijo arropándola con las suaves sábanas—Aquí estoy...—Su cabeza, la empresaria besó y entre sus brazos la estrechó más, protegiéndola así de los estruendosos truenos. Mina suspiró en su cuello, sintiendo su calor y, aroma a shampoo y jabón. Que bien olía la empresaria.—¿Mejor?—Mina asintió con un movimiento de cabeza abrazando su firme torso.

—Chae...—Habló Mina después de un momento de silencio donde muchas cosas pasaron por sus cabezas. Muchas de las cosas eran lo mismo.

—¿Mh?—

Proyecto "SON" (Michaeng) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora