Proyecto "SON" (Michaeng)

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—En una hora estaré allí.—Mina le dijo. Ambos corazones saltaron juntos de alegría al saber que pronto estarían juntos de nuevo.

—Te estaré esperado.—Le respondió Chae soltando un suspiro bajito que no pasó desapercibido para Mina.

—De acuerdo. Adiós.—Mina colgó con una sonrisa boba en el rostro para luego tocarse el pecho. ¿Acaso su corazón estaba por explotar de emoción o era su imaginación?

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—Acomoden todo en su lugar mientras voy por algo de ropa para Chaeyoung.—Les avisó a sus dos guardaespaldas cuando llegaron al penthouse.

—Si señora.—Obviamente esa fue Gahyeon quien respondió. Mina no la escuchó porque había corrido escaleras arriba.

—Deja de decirle Señora a la señorita Myoui.—Recriminó Dami mientras caminaban hacia la cocina—Sabes que su compromiso es una farsa. Ella jamás se casará con la señora Chaeyoung, por lo que jamás llegará a ser la señora Son.—Dijo y mentira no era. Gahyeon curvó los labios.

—Está bien.—Contestó con tristeza y es que la chica era la única persona que creía de que ambas se gustaban de verdad y tenía esperanzas de que algún día pudiesen estar juntas sin ningún contrato de por medio.

Mina no tardó ni 15 minutos allá arriba cuando ya venía de regreso nuevamente.
Un traje azul marino y una camisa blanca sin corbata fue su elección para Chaeyoung ese día. Mina recordó lo bien que se veía la empresaria con esos trajes oscuros sin corbata.

—¿Terminaron?—Les preguntó a las hermanas cuando bajó a la sala sosteniendo una bolsa con la ropa perfectamente guardada dentro.

—Si señorita.—Contestó Dami tomando la bolsa en sus manos para luego las tres dirigirse hacia la salida rumbo a las oficinas de Hoteles SON donde una ansiosa Chaeyoung esperaba por Mina.

No era la primera vez que Mina visitaba el lugar, esta sería la segunda vez. Anteriormente llegó hasta allí para reconciliarse con su "cuñada" hace ya más de un mes.

Al noveno piso de un moderno edificio las tres se dirigieron después de un viaje de aproximadamente 30 minutos en auto.

En el elevador a Mina se la comían viva los nervios y la vergüenza al recordar cómo ella misma besó efusivamente a Chaeyoung la última vez que se vieron.

"¡¿Por Dios, Como fui capaz!? Se dijo a si misma. Ese día solo se había dejado llevar y ahora se sentía avergonzada por su atrevimiento.

—Llegamos.—Dami aviso dándole paso para que saliera primero del elevador. El corazón de Mina latía con rapidez como si esta hubiese corrido por una carretera a gran velocidad.

—G-Gracias.—Dijo al recibir la bolsa de las manos de Gahyeon que notó su nerviosismo el cual la emocionó. Y es que la chica durante semanas ha ido notando el cambio que han tenido las dos para con la otra. Sonrisas, miradas y besos delicados. Nada forzado según su opinión.

—Señorita Myoui, Bienvenida.—Soyeon, la Mano derecha de Chaeyoung en la oficina la saludó con una sonrisa levantándose de su silla cuando tuvo a la elegante japonesa enfrente.

—Ho-Hola.—Malditos nervios—¿Está Chaeyoung?—Preguntó después de aclararse la garganta. ¿Hasta cuando iba a dejar de estar nerviosa por culpa de la empresaria?

—Si. Permítame anunciarla.—Mina asintió mientras la mujer de cabello oscuro y mediana estatura marcó el teléfono. Mina respiró con disimulo una y otra vez—Señora. La señorita Myoui está aquí y pregunta por usted.—Dijo Soyeon por el teléfono—De acuerdo.—Colgó.—Puede pasar. Ella la está esperando.—Le indicó señalando la puerta a unos metros de allí. Por primera vez iba a pisar la oficina de la coreana.