42

975 139 21
                                    


¿Acaso?... ... ... ...

—No, no, no...—Mina ladeó la cabeza después de cerrar la puerta y recostar la espalda sobre esta. Eso era imposible. Ella no podía gustarle a su jefa, ¿o si?

Claro que no.

¿Pero por qué intentó besarla sin ninguna necesidad de hacerlo? No había nadie allí para tener que fingir ser la pareja enamorada.

Eso solo podía significar que...

—Dios...—Negó con la cabeza una y otra vez caminando de un lado a otro, pero luego de analizar muy muy bien las cosas por un momento, ella río.

—Por supuesto que no.—Sobre su cama se tumbó con una sonrisa en el rostro—Que idiota...—Por un momento se había espantado, pero luego recordó que Chaeyoung tenía fama de ser una mujeriega. Gahyeon se lo había dicho un par de veces, además Olivia también mencionó algo sobre eso.

Así que llegó a la conclusión de que su jefa solo estaba intentando seducirla para tener un desliz con ella, pero que ni lo intente.

Mina no iba a caer en sus jueguitos de mujeriega. No señor.

Mina no era de las personas que tenían amoríos fugaces con sus jefes ¡Puf! Además ni siquiera le gustan las mujeres... jajaja... su jefa se quedará con las ganas. Ella no era como las demás mujeres que caían a su pies.

La próxima vez que Chaeyoung intente besarla sin necesidad de hacerlo, tendrá que ponerle un alto y dejarle muy claro las cosas.

Eso.

Más tranquila ella se metió a su cama y durmió.

Olvidando por completo lo sucedido con Kim Lip, quien por cierto se andaba retorciendo de rabia en su casa.

***

A unos metros de allí en otra de las habitaciones se encontraba la empresaria a punto de enloquecer.

Ella de verdad deseó besar a Mina en ese momento y peor aún, ella sintió la necesidad de hacerlo. ¡Eso era peor!

Necesitaba tocar sus delicados labios con los suyos, probar lo dulces y suaves que estos eran.

Necesitaba sentir aunque sea por un instante esa paz que le provocaba Mina con solo besarla.

¡Oh por Dios!

Eso esa grave.

Muy grave.

La última vez que se sintió de esa manera fue con... Somi, cuando recién estaban iniciando. Con Somi todo inició como una atracción hasta volverse un amor profundo.

¿Pero a donde le llevó todo eso?

A la desgracia. Al sufrimiento.

Dios...

Ella no podía sentirse atraída por alguien nuevamente. No.

No podía gustarle alguien. De ninguna manera. Toda mujer tenía que ser solo sexo nada más.

—Ay no...—En voz baja dijo aterrada lanzándose a su cama.

Y es que, desde Somi nadie la dejaba cautivada con solo una mirada o sonrisa.
Por nadie, aparte de Olivia se había preocupado tanto como lo hizo en la tarde por ella, que hasta le dolió en el pecho que la golpearan. Nadie creaba un remolino en su interior con solo un beso y eso, eso es exactamente lo que sintió la últimas vez que tocó sus labios. Ella lo recuerda, recuerda esa agradable sensación a pesar de haber bebido.—Ay, no, ay no...—Murmuró cuando su mente comenzó a traerle más recuerdos.

Proyecto "SON" (Michaeng) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora