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Mina se detuvo en seco después de cruzar la puerta al ver su única maleta en medio de la habitación de su "novia ". Ella y Chaeyoung después del beso que le había sabido a yogur a la empresaria, subieron hasta la habitación una detrás de la otra cortando todo contacto físico entre ambas. La actuación terminó.

—¿Que te impidió no echarme?—Le preguntó Mina girándose a la empresaria que cerró la puerta a su espalda.

—Mi abuelo.—Simplemente contestó pasando a su lado y quitándose el saco de vestir para luego lanzarse a su cama y quedarse con los brazos y piernas extendidas.

—Me lo imaginé...—Murmuró por lo bajo Mina—Eh...—Se aclaró la garganta—Si... Si me pregunta algo, ¿Que le digo?—En uno de los dos sofás individuales tomó asiento mirando hacia la puerta de vidrio que daba hacia el balcón.

—Que discutimos cómo cualquier pareja.—Contestó Chae desde la cama mirando el techo. Mina jamás había mentido tantas veces en tan poco tiempo, pero ahí estaba dispuesta a mentir otra vez. Eso le desagradó por completo. —Ah, se me olvidaba.—Levantó levemente la cabeza hacia ella—Tendrás que ir a cómprate algún vestido para el cumpleaños de mi abuelo.—Informó volviendo a su anterior posición.

—¿Cuando es?—

—Pasado mañana .—

—¿Compro algún regalo?—

—No. Jiu se encarga de eso...—Cerró los ojos—Ahora déjame descansar que en un rato iremos a almorzar con Jiu para que firmes el nuevo contrato.—Finalizó y todo se quedó en absoluto silencio. Mina suspiró y abrazó a si misma mirando a su alrededor, sobre todo a al mujer que descansaba relajadamente en su cama. De nuevo estaba de vuelta al lado de Son Chaeyoung a quien creyó no volver a ver más que a sus abogados.

No queriendo molestar a su jefa en su descanso decidió levantarse y salir en silencio del lugar, dirigiendo sus pasos hasta el verde, frondoso y enorme jardín, aprovechando la ausencia de Joohyeon y Karina en casa. Recordó cómo la última noche que estuvo en la mansión, actuó como fugitiva entre esos mismo arbustos y árboles a las 3 de la mañana y todo para poder ver a su novio, con quien hasta ese momento no cruzaba palabra.

—Volviste...—Mina se detuvo. Justo la persona que no quería encontrarse ese día estaba sentado frente a una mesa bajo una enorme sombrilla a un lado de la piscina. Mina no supo cómo había llegado hasta allí.—Déjanos solos, Jiwoo.—Pidió el abuelo de Chaeyoung a su enfermera personal que lo estaba acompañando. La chica al lado de Mina pasó haciendo una pequeña reverencia antes.

—Buenos días señor.—A él se inclinó levemente Mina mostrando su respeto.

—Buenos días muchacha. Siéntate.—Le indicó a lo que Mina obedeció por supuesto.—¿Todo bien con Chaeyoung?—Y ahí estaba esa pregunta.

—S-Si.—Contestó comenzando a ponerse nerviosa ante la mirada antenas del hombre—Nosotras so-solo tuvimos una pequeña discusión, señor.—

—No creo que haya sido pequeña si terminaste yéndote de casa por dos días.—Dijo sin despegar su mirada sobre ella.

—Yo... bueno... nosotras...—Y ahí estaban sus malditos nerviosos. Si Chaeyoung la viera en ese momento, estaba segura que la colgaría del techo cuando estuviesen a solas.

—¿Tu realmente Quieres...? No,—pausó un segundo—mejor dicho, ¿Amas realmente a mi nieta, Sharon?—Corrigió el anciano buscando la mirada de Mina. ¿Que pasaría si Mina le dijera toda la verdad en ese momento? ¿Se libraría de todo?

—Si.—Contestó desviando la mirada hacia la piscina en tanto sus dedos jugueteaban nerviosos entre sí sobre la mesa. Que estúpida se sintió en ese momento. Estaba mintiéndole a ese pobre anciano sentado frente a ella y todo por dinero.—Lo hago.—Un suspiró soltó volviendo sus ojos a los oscuros del anciano—E-Es solo que ella a veces es un poco complicada y entonces terminamos discutiendo.—

Proyecto "SON" (Michaeng) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora