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Mina estaba muy muy nerviosa y aterrada por lo que Chaeyoung pudiera decirle es ese momento. Aterrada de que la empresaria le confirme que si gustaba de ella también. Aterrada porque las dos estarían sintiendo lo mismo y eso no estaba bien, no cuando ella estaba comprometida, pero y si la repuesta de la empresaria fuera un "No, solo fue una tonta broma" ¿Sería esa una buena repuesta? ¿La haría sentir aliviada y feliz de que no compartían los mismos sentimientos ?

—Quiero que esta noche seas sincera, lo más que puedas, ¿Si?—Mina pidió casi temblando mirándola a los ojos. A simple vista se veía tranquila, pero no, todo en su interior era un caos.

—Ok.—Observó a su acompañante inhalar y exhalar una vez acomodándose de mejor manera sobre el sofá. El momento de sincerarse llegó. Tarde o temprano tenia que llegar si Chaeyoung no quería volverse loca.

—Lo que me dijiste anoche, ¿es... es cierto?—El corazón de ambas comenzó a latir con rapidez al punto de querer salirse de sus cuerpos.

—¿Que cosa? Ayer dije muchas cosas.—Jugueteó la empresaria para calmar un poco sus nervios que se la comían viva. Se supone que jamás iba a dejar que nadie entrara a su lastimado corazón, que jamás iba a volver a tener sentimientos por nadie, pero... ahí estaba frente a esa hermosa mujer a punto confesarle verdaderamente que estaba desarrollando sentimientos especiales por ella. Y es que, ¿como iba a resistirse a no sentir nada por esa mujer de sonrisa tímida y dulce, de ojos bonitos, de hermosa cabellera, rasgos finos, dueña de un espectacular cuerpo? ademas también era sencilla y elegante. Silenciosa y pacífica. Definitivamente esa mujer lo tenía todo, ¿cómo no fijarse en ella entonces?

—Chaeyoung...—La miró con seriedad mientras su corazón estaba a punto de explotar de un montón de cosas. Emoción, miedo, felicidad.—Sabes muy bien de lo que te estoy hablado.—No le preguntó directamente porque no sabía si podía pronunciar el "¿De verdad yo te gustó?" Sin que termine con el corazón en la boca.

—Ok, ok, lo siento.—Tomó aire y entre sus temblorosas manos tomó las manos de Mina que también temblaban y sudaban, pero ambas estaban tan idas que no se dieron cuenta—Yo...—A lo ojos la miró—lo que te dije ayer es cierto.—El corazón de Mina se atragantó y el de la empresaria casi explotó—Me gustas,—Mina contuvo el aliento—me gustas mucho Mina.—Agregó con una pequeña sonrisa mientras por lo bajo repartía pequeñas caricias sobre las manos contarías. ¿Mina quería una respuesta? Bien, pues ahí estaba su repuesta, una directa.—Me gusta todo, absolutamente todo de ti y siento que cada día que pasa esto que siento está aumentando que ya no puedo ocultarlo mas.—Mina tragó bajando la mirada hacia sus manos unidas sobre su regazo y luego negó un par de veces con la cabeza.

—No... No tenías que hacerlo...—Pronunció comenzado a llorar por lo bajo. Era un momento agridulce.

—Lo sé, lo sé...—La empresaria se apresuró a envolverla entre sus brazos al darse cuenta que estaba llorando—Lo siento.—Su cabello besó.

—Esto no debía pasar...—Dijo refiriéndose a los sentimientos de las dos. Las dos no debían sentir atracción de ningún tipo. Todo debía ser solo un trabajo nada más, pero que al fin a las dos se les fue de las manos. Todo lo falso estaba comenzado a ser real.

—Lo sé.—De ella se despegó limpiando las mejillas de Mina para luego volver a tomar sus dos manos entre las suyas—Sé que esto no debía ser así. El propósito de traerte aquí no era para que yo desarrollara sentimientos hacia a ti, sin embargo lo hice... Lo lamento.—Suspiró sintiéndose culpable al meterla en aprietos.

—¿Desde cuando?—Quizo saber Mina con los ojos llorosos. Momo tenía razón, ella tenía razón. Lo presentía.

—Dos meses tal vez.—Se habían comenzado a gustar al mismo tiempo. Eso era para llorar y Mina lo hizo.—No estoy segura, pero de lo que estoy muy segura en este momento es que me gustas y mucho.—Mina sonrió levemente entre lágrimas—No sabes lo mucho que te pienso a cada día... E-Esto que siento es algo tan intenso que hace que todo tiempo quiera estar cerca de ti, verte, abrazarte, cuidarte, sentir tu aroma, tu calor, tocarte y... besarte.—Admitió un tanto avergonzada.—Cada que estás cerca de mi, aceleras mi ritmo cardiaco a un ritmo impresiónate.—Mina sonrió. Era lo mismo que es que le pasaba a ella.—Tu eres impresionante, fenomenal, maravillosa, hermosa y un montón de cosas más, y todas esas cosas juntas hacen que me sienta viva y feliz. Me encanta lo bien que me haces sentir y no quiero que esto termine Mina... quiero que te quedes a mi lado después de estos seis meses. En verdad te lo digo.—Mina de nuevo volvió a llorar bajando la mirada sus manos. Todo sonaba hermoso, pero ¿realmente era real?—Soy muy consiente de tu situación. Sé perfectamente que le perteneces a otra persona a quien seguramente amas, pero aún sabiendo todo eso no dejo de sentir esto por ti.—Su pecho tocó.—Te juro que traté de cambiar esto, intenté alejarte, de esconder todos mis sentimientos. Hice todo para olvidarme de ti, luché contra mi mente y corazón, más no lo conseguí. Me di cuenta que no había otro lugar, ni nadie más con quien quería estar si no contigo.—

Proyecto "SON" (Michaeng) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora