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Y ahí estaba la japonesa toda hermosa como siempre, bajando del auto con elegancia. Lucía extremadamente hermosa con esa falda corta a la Altura de las rodillas y esos zapatos altos blancos. Esa mañana la japonesa amanecido más radiante que nunca al saber que ese día se encontraría con el amor de su vida en uno de los hoteles Son. Hubiese deseado encontrarse con él en otro lugar que no fuese allí, pero no estaba en posición de exigir nada, así que a regañadientes aceptó lo que Jiu le indicó por teléfono antes de llamar a su adorado prometido.

—C-Chaeyoung?—Su sonrisa se desvaneció en un segundo en cuanto su mirada se encontró con el de su "novia"

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—C-Chaeyoung?—Su sonrisa se desvaneció en un segundo en cuanto su mirada se encontró con el de su "novia". Para nada esperaba encontrar a su jefa allí.—¿Q-Que haces aquí?—Preguntó confundida. A su alrededor miró.

—También me da gusto verte cariño.—Sonrió con dulzura tomando un lado de su rostro con una mano en tantos las guardaespaldas las observaban de lejos.—No pensarás que te iba a dejar entrar sola a un hotel, aunque sea mío.—Le dijo por lo bajo en su mejilla cuando depositó un suave beso allí.

—Ah...—Claro, Chaeyoung tenía que tomar toda clase de precauciones.

—Dile a Jiu que Sua se queda conmigo.—A Siyeon se dirigió entrelazando sus dedos con los de Mina que estaba comenzando a ponerse nerviosa. ¿Y si Dylan se aparecía en ese preciso momento? Mina no sabía que el chico ya se encontraba en la habitación que Jiu reservó para él—Puedes irte.—La chica rubia asintió con una reverencia para luego adentrarse al auto junto a Dami quien conducía.—¿Vamos?—Mina asintió nerviosa. Chaeyoung hasta el elevador la condujo y en su trayecto, empleados y huéspedes las saludaron con reverencias y sonrisas. Al llegar al elevador, Sua presionó el botón número 20. El cubículo de metal parecía más sofocante a cada segundo para la japonesa. ¿Por qué rayos tenía que estar Chaeyoung allí? Jiu, horas atrás le informó que Sua iba a ser la encargada de llevarla hasta el número de habitación asignado para ellos, jamás se imaginó que Chaeyoung estaría allí también y mucho menos que esta fuera quien la estuviese llevando hacia la habitación. ¡Oh por Dios! En su interior exclamó, su corazón subió hasta su garganta cuando Chaeyoung salió del elevador y avanzó por el pasillo sin soltarla. ¿Acaso Chaeyoung iba a entrar hasta en la habitación? De la empresaria se podía esperar cualquier cosa. Mina pasó saliva cuando la coreana se detuvo en una puerta y saco una tarjeta para abrir.

—C-Chaeyoung...—Su voz apenas salió a causa de los nervios.

—Esta es una suite con puerta compartida.—Se adelantó la empresaria antes de abrir la puerta. Fue como si le hubiese leído la mente a Mina. Ella la miró interrogante.—Son dos habitaciones con una puerta de por medio.—Las dos a una enorme y por supuesto lujosa suite se adentraron. La puerta cerró y finalmente la soltó.—Tu estarás en la otra suite.—Señaló con el dedo una puerta al fondo —Nadie sospechará nada si te ven entrar y salir de esta habitación que está reservada especialmente para mi.—Entonces Mina entendió. Vaya, si que se tomaba muy enserio todo—Ven—Su mano volvió a tomar conduciéndola hasta la puerta que unía las dos habitaciones—Por ningún motivo debes salir por la otra puerta—Le dijo mirándola a los ojos—¿Entiendes?—Mina asintió rápidamente con la cabeza—Aquí es de donde debes salir.—Le indicó aún sosteniendo su mano. Mina nerviosa asintió de nuevo. Sus manos temblaban y sudaban aunque no fuera conciente se eso, pero Chae si.—En cuanto estés aquí de nuevo, llama a Jiu. Ella mandará a alguien por ti para llevarte a casa.—

Proyecto "SON" (Michaeng) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora