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Ha pasado ya 11 días desde que Chaeyoung se fue del país de urgencia hacia Londres.

11 días que Mina no la ve, pero si ha estado escuchando su voz a diario ya que la empresaria se ha molestado en llamarla y enviarle mensajes para saludarla, saber cómo está, si todo va bien en casa o simplemente para desearle un buenos días o buenas noches, robándole así suspiros a la japonesa, provocándole sonrisas tontas y cosquilleos en todo su interior.

Esa mañana cuando Chaeyoung se fue del penthouse, las palabras de Momo cobraron fuerza ya que la empresaria se despidió de ella con un dulce beso que le arrebató hasta el aliento. Nuevamente Chaeyoung la tomó entre sus brazos y la besó sin necesidad de hacerlo ya que no estaban en público, pero aún así lo hizo y es que necesitaba llevarse algo de ella, y que mejor que llevarse la dulzura de sus labios.

Y Mina, bueno, Mina por primera vez se atrevió a dar el primer paso y le devolvió el beso. ¡Y Dioses! Vaya beso que le dejó en los labios. Si bien no era la primera vez que buscó sus labios, esta sería la segunda vez, pero la primera vez lo hizo cuando recién iniciaba su trabajo. Aquella vez fue para demostrarle a su jefa que no era ninguna inútil y que podía fingir perfectamente ser su novia. Esta vez fue diferente, esta vez Mina la besó porque deseó hacerlo, porque no había quedado satisfecha, porque sabía que estaría sin ella varios días, así que también quiso quedarse con algo de ella para recordar.

Desde la mañana no había podido dejar de pensar en la empresaria, en todo lo que pasó la noche de su cumpleaños. Sus palabras, sus besos tan delicados, el hermoso regalo que le dio y sus celos por haber besado a Momo...

¿Realmente Chaeyoung gustaba de ella?

Todo apuntaba a que si.

De solo pensar en esa idea su corazón se derretía como miel en su interior.

Algo le decía que lo de Chaeyoung no era una simple seducción para llevársela a la cama como anteriormente pensó. Y es que Chaeyoung durante los 4 meses "de relación" jamás intentó nada sexual con ella, nunca.
Desde que inició el contrato ambas solo habían compartido simples besos, y en el último mes habían pasado a compartir miradas dulces, sonrisas cómplices y pequeñas e inocentes caricias, pero hasta allí.

Entonces... ¿Eso significaba que Chaeyoung también sentía ese algo especial por ella?

De su parte ya no habían dudas. Definitivamente le gustaba como mujer su jefa, esa multimillonaria, sexy y hermosa pelinegra de ojos oscuros y labios gruesos, dulces, suaves y adictivos...

¿Cómo sucedió?

Ella no lo sabe. Solo sabe que Chaeyoung había sido capas de mandar al diablo su supuesta heterosexualidad en un par de meses y meterse en su cabeza y corazón.
Sonaba ridículo dado que la empresaria en un inicio siempre se mostró como una mujer seria, malhumorada y fría.

Desde ya varios días los mensajes y llamadas de Dylan dejaron de tener importancia, dejaron de provocarle emoción, ahora Chaeyoung era la que provocaba emoción y felicidad en la japonesa de ojos bonitos. En los últimos días, Mina había estado más pendiente de la empresaria que de su propia pareja. Sin darse cuenta estaba comenzado a dejar a Dylan en segundo plano. Sin ser consiente, su corazón se estaba alejando del chico a quien un día pensó jamás dejar de amar.


*****


Después de 11 días sin verla, al fin ese día Chaeyoung volvería a Corea.

Mina no cabía de emoción esa madrugada cuando la empresaria se lo informó por mensaje. La japonesa no veía la hora de verla llegar penthouse al anochecer. No sabía bien que iba a pasar con ambas después de aquel beso compartido, solo sabía que ansiaba verla porque la extrañaba y mucho durante todo ese tiempo de ausencia. Se sentía nerviosa, pero también emocionada de verla nuevamente en casa, a su lado. Necesitaba sentirse segura estando ella allí en casa, a cada noche durmiendo en la habitación del frente.

Por la mañana no dudó en ir de compras al supermercado junto a sus guardaespaldas para así prepararle algo delicioso de cenar como bienvenida. Nunca lo había hecho, hasta ese día. Por primera vez se sentarían juntas a cenar en esa mesa de comedor frente a los grandes ventanales con vista hacia la ciudad. Con solo pensarlo, una sonrisa se dibujó en sus labios.

—¿Desea ir a algún otro lugar señorita Mina?—Dami desde el frente le preguntó después de haber abandonado el supermercado.

—No.—Ella contestó—Vamos a casa.—Dami asintió y el auto puso a andar. De pronto el celular de Mina sonó en sus manos exaltándola un poco. "Chaeyoung" leyó en la pantalla y su respiración se detuvo. Su corazón latió con fuerza bajo su piel al saber que su dueña estaba llamando.

—Ho-Hola.—Contestó. Estaba comenzado a odiar su tonto nerviosismo ante "su novia"

—Hola.—Habló animada Chaeyoung del otro lado—Te cuento que acabo de llegar a Seul.—Informó.

—¿Que? ¿En serio?—Sonrió llevándose los dedos sobre los labios.

—Si.—

—Pensé que llegarías hasta en la tarde.—

—Quería darte una sorpresa.—Sonrió al oír la risa de Mina por la línea. Cerró los ojos y la imaginó riéndose con timidez.

—¿Vendrás a casa?—Preguntó con esperanzas de que la repuesta sea un SI porque quería verla ya.

—No. Estoy yendo a la oficina para arreglar unos asuntos que tengo pendientes,—La sonrisa emocionada de Mina pronto desapareció—pero... quería pedirte un favor...—

—Dime—Dijo un poco decepcionada. Tendría que esperar al menos 7 horas para verla después de días.

—Verás... necesito un cambio de ropa y quería ver si... si tú podías...—

—Vestido o traje.—Rápidamente habló Mina interrumpiéndola. Chae rio levemente. Mina le leyó la mente y eso la emocionó.

—Traje.—Contestó ella soltando un suspiro. Chaeyoung también ansiaba verla, se moría por tocarla, estrecharla entre sus brazos, sentir su aroma y calor, por supuesto que también se moriría por probar de sus dulces y delicados labios, por lo que no dudó en buscar un pretexto para hacerla llegar a su oficina y es que sabía que si iba al penthouse, no sería capas de salir de ahí nuevamente y todo por quedarse con ella allí, pero tenía una reunión importante después del medio día, así que no sería buena idea ir hasta allá.

—¿Cual o que color?—

—El... que tú... quieras traerme. El que te parezca mejor.—Le estaba dando la libertad de elegir su vestimenta el cual hasta ese día solo una persona había podido hacerlo.

—D-De acuerdo. ¿Algo más?—

—Solo eso.—

—En una hora estaré allí.—Ambos corazones saltaron juntos de alegría al saber que pronto estarían juntos de nuevo.

—Te estaré esperado.—Chae le dijo junto a un suspiro que no pasó desapercibido para Mina.

—De acuerdo. Adiós.—Mina colgó para luego tocarse el pecho. ¿Acaso su corazón estaba por explotar o era su imaginación?

En una hora la vería después de 11 largos días. Más feliz no podía estar Mina esa mañana casi medio día.







N/A

Volví..

Sé que nadie pidió actualización, pero les aquí dejo un capítulo.

Ya sé que es cortito, pero es que últimamente mis ganas de escribir esta y mis demás historias se están cayendo en pedazos.

¿La razón?

Son varias, pero intentaré darle fin a cada una por todas aquellas personas que se molestan en votar y comentar, a los que están aquí apoyándome en cada capítulo. No puedo mencionarlos a cada uno, pero creo que ustedes mismos saben quienes son.

Gracias por leer.

🖤

Proyecto "SON" (Michaeng) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora