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—Muérete maldita...—Una sonrisa macabra se formó en el rostro de Soyeon antes de soltar el encendedor sobre el rastro de combustible que rápidamente en fuego se convirtió extendiéndose peligrosamente hacia la cabaña.

—Iremos por las montañas.—Junkook dijo tomando la delantera de inmediato—Si volvemos por la carretera nos atraparán.—

—Como sea, larguémonos de aquí.—

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—¡Auxilio! ¡Ayuda por favor!—Comenzó a gritar Dami con todas sus fuerzas luego de que Soyeon cerrara la puerta de la habitación donde se encontraban secuestradas desde el día anterior.

—D-Dami...—De pronto la débil voz de Gahyun  se oyó.

—¿Ga-Gahyun?—Pronunció Dami frenando sus gritos al oír la voz de su hermana.

—S-Soy yo...—Volvió a hablar la menor de las Lee girando el cuerpo sobre el suelo hacia el techo.

—Oh por Dios, e-estás viva... ¡Estás viva! Mi hermana está viva...—Lloró Dami de emoción al ver que su hermana seguía con vida, y es que por un momento la creyó muerta ya que después de que recibiera el disparo, la chica no se movió mas, pero Gahyun lo hizo a propósito. Quiso hacerles creer a ambos hermanos Jeon que había muerto en un intento por lograr alguna cosa que pudiese ayudarlas a escapar.

—Gahyun...—Mina también lloró por ella luego de oír su débil voz desde el suelo—Gracias al cielo...—

—D-Debemos... sa-salir de aquí...—Volvió a hablar la chica mientras se arrastraba con dificultad por el suelo hacia la cama donde Mina se encontraba inmovilizada.

—Tienes que soltarla hermana, tú puedes. Tú puedes...—En lágrimas Dami observó a su hermana colgarse de la cama.

—Se-Señorita M-Myoui...—

—Oh, Gahyun...—Lloró más Mina cuando finalmente la chica se hizo visible ante sus ojos. Gahyun lucía mal, muy mal. Estaba débil, pálida, temblorosa y con la ropa ensangrentada.

—L-Lamento... no ha-haberla... p-protegido como s-se debía...—Balbuceó la menor de las Lee mientras intentaba con todas las fuerzas que le quedaban deshacer el nudo en una de las muñecas de Mina.

—No digas eso, por favor. Lo hiciste muy bien, las dos lo hicieron muy bien.—Mina dijo entre llantos ahogados observando cómo la chica hacía su mayor esfuerzo por soltarla.

—Tu puedes hemana.—La ánimo Dami desde el fondo sin dejar de forcejear un segundo contra la cuerda que la mantenía inmóvil cuando de pronto las llamas comenzaron a asomarse bajo la puerta—Ay no... No, no, no... Dios no, no por favor.—Y ante los ojos de Dami la puerta comenzó a arder—¡No! ¡No! ¡No!—Exclamó y su mirada llena de terror dirigió hacia Gahyun y Mina. Las llamas pronto llegarían a ellas y Mina sería consumida en un segundo por las feroces llamas al estar cubierta de combustible.

En la cama Mina quedó en Shock. En sus ojos las feroces llamas del fuego se reflejó, en su piel el calor se estrelló y entonces todo se detuvo.

De nuevo la muerte respiraba a su lado.

¿Era su fin?

¿Estaba destinada a morir de esa manera?

¿De una manera tan escalofriante y aterradora?

¿Tan mala persona fue para merecer tal muerte?

Lastimó a Dylan, le destrozó el corazón, rompió sus ilusiones, ¿pero en serio merecía morir así?

En ese momento Mina deseó tanto que Soyeon o Somi le hubiesen metido un disparo en la cabeza, su muerte hubiese sido más rápido y menos doloroso.

—L-Lo siento...—La voz quebrada de Gahyun a su lado la atrajo de vuelta—Lo siento mucho...—Lloró la chica desplomándose al suelo al ser incapaz sostenerse más y mucho menos de soltarla. No tenía la fuerza suficiente para hacerlo.

Proyecto "SON" (Michaeng) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora