Proyecto "SON" (Michaeng)

23

El viaje a Japón fue más rápido de lo que Mína pensó. A diferencia de la última vez, la japonesa optó por sentarse lejos de la empresaria. Estaba molesta con ella desde la noche anterior. Por su culpa, Somi la avergonzó frente a muchas personas empapándola con una copa llena de Champán.

De no haber sido por aquel hombre, ella hubiese terminado llorando en medio de toda esa gente que en su mayoría era hipócrita.

—Abróchese el cinturón, señorita Myoui.—Dami le dijo cuando pasó a su lado rumbo a su asiento. Detrás de ella venía Siyeon, Jiu, Yoohyeon y finalmente la empresaria que lucía bastante agotada y Mina sabía el porqué estaba así.

Los gemidos altos de Rosé durante la madrugada eran evidencia de su agotamiento, y es que la empresaria luego de tener una acalorada discusión con Somi, llegó hasta la habitación de Rosé a tener más que una conversación.

La chica se encontraba dolida, llena de rabia después de haber dejado el hotel con una Somi llorando, rogando por su perdón. Pero ya nada podía hacer. Chaeyoung jamás volvería con ella después de su dolorosa.

Kim Lip, solo era sexo.

Rosé también era sexo, pero a diferencia de Kim Lip, la australiana era su amiga.

—Señorita Myoui...—Gahyeon tocó su hombro para despertarla ya que estaban por aterrizar.—Hemos llegado a Japón.—Informó cuando esta finalmente abrió los ojos.

—Está bien.—Sus músculos estiró enderezándose sobre el asiento. Su bolso buscó para poder retocar su maquillaje. No quería parecer un cadáver como su jefa que en ese momento también se preparaba para bajar de su avión privado.

Al bajar, una camioneta negra las esperaba cerca de las escaleras. Chaeyoung sin esperarla subió al auto, ella sin mirarla y mucho menos hablarle también se acomodó dentro de la camioneta a su lado. Jiu lo hizo en lado del copiloto mientras las demás, en otra camioneta las seguían de cerca.

El viaje que duró 40 minutos hasta la casa donde la última vez Mina estuvo hospedada por una noche, fue en total silencio.

—Espérame en mi oficina.—Le dijo la empresaria a Mina cuando el auto se detuvo en el jardín de la mansión Son. Mina un día se preguntó quiénes era los que vivían en ese Lado de la ciudad donde lujosas casas se situaban, sin imaginar que ella un día estaría dentro de una una de ellas fingiendo ser la prometida de la dueña. Que vueltas daba la vida.

—Por aquí, señorita.—Gahyeon fue la encargada de conducirla hasta una amplia y ordenada oficina. Libros, pinturas y muebles de madera Mina observó a su alrededor. Minutos más tarde la empresaria hizo presencia en el lugar dejando abierta la puerta.

—Hoy dormirás en mi habitación.—Avisó Chaeyoung pasando a su lado hacia su escritorio donde tomó asiento.

—¿Eh?—Mina la miró confundida mientras la veía abrir su laptop posteriormente encenderla —¿Pero y tú?—

—Quise decir, hoy dormiremos en mi habitación.—De la pantalla despegó la mirada para mirarla.

—¿!Que?!—Abrió lo ojos de más.

—Que hoy tú y yo dormiremos en mi habitación.—De nuevo repitió.—¿Que no escuchas?—Con fastidio agregó.

—De ninguna manera voy a dormir contigo.—Se negó y Chaeyoung apretó la mandíbula atravesándola con la mirada. Odiaba cuando la contradecían.—En el contrato no decía nada de dormir ju...—

—No te estoy preguntando quieres o no, Sharon.—La cortó intentado mantener la calma. Apenas había dormido un par de horas. Su cabeza estaba que reventaba de dolor—Te lo estoy ordenando.—dijo con la ira asomándose en su mirada.—Y no te preocupes que no te haré nada, no eres mi tipo.—La japonesa apretó los puños a los lado.