77

1.2K 163 58
                                    

Siguiente día por la tarde...

Señorita Myoui.—Dami habló mientras la nombrada veía televisión en la sala.

—Si.—Contestó Mina desviando su mirada de la pantalla hacia su guardaespaldas.

—La señora está viniendo hacia acá.—Informó la chica de cabello corto.

—Al fin.—Pronunció la japonesa apagando el televisor. Desde la madrugada no había sabido nada de la empresaria y eso la estaba empezado a inquietar. ¿A donde habrá ido? Se preguntó varias veces—Cuando llegue, dile que estoy en la habitación.—Se levantó

—Si señorita.—Una reverencia dejó Dami antes de retirarse del penthouse y unirse a Gahyeon en el pasillo exterior. Por mas que Mina les dijo que podían irse a su apartamento a descansar, las hermanas se negaron rotundamente sabiendo que Chaeyoung se enfadaría mucho si no las encontraba cerca de Mina.

Mina a la habitación de Chaeyoung subió, bueno a la habitación que ambas compartirían desde ya.

No pasó mucho tiempo cuando la puerta de la espaciosa habitación se abrió dejando ver a la empresaria con el semblante cansado.

—Amor...—Hacia Mina que estaba de pie frente a la ventana a toda prisa se dirigió—No sabes cuanto te extrañé.—De inmediato la abrazó enterrando el rostro en su cuello.

—¿Donde estabas?—De ella se despegó Mina después de un momento donde también se permitió disfrutar de su calidez y aroma—Te llamé varias veces y nunca me respondiste. Me tenias muy preocupada. —Dijo pasando sus brazos sobre sus hombros.

—Lo siento mi amor.—Un corto beso depositó sobre sus labios—Estaba resolviendo algo muy delicado. Ven, te contaré.—Al borde de la cama la llevó donde ambas tomaron asiento una al lado de la otra.—En la madrugada Sua me llamó para informarme que habían atrapado a algunos de los responsables del atentado que sufriste.—Por primera vez le reveló la verdad.

—¿A-Atentado?—Estupefacta se mostró—¿F-Fue un atentado?—Chaeyoung asintió besando su mano que sostenía—Pe-Pero yo creí que fue un asalto, que querían robarse la camioneta o algo así...—

—No mi amor. Fue un atentado que estaba dirigido hacia ti.—Reveló con una opresión en el pecho. Bendita sea Jiu que mandó a blindar los autos sin su consentimiento, de no ser así, Mina quizá ya no estaría viva.

—¿Ha-Hacia mí?—Un escalofrío recorrió su espalda, su cabeza se hizo grande y dio vueltas por un instante.

—Si.—Confirmó entonces la sangre de Mina se heló y su corazón se encogió en su interior.—N-No puede ser...—Balbuceó llevándose ambas manos a los labios.

¿Querían asesinarla? Oh, por Dios. Eso no sonaba nada bien.

—¿Pe-pero por que a mí?—

—Porque estás conmigo.—Sus dos manos besó sintiendo como Mina temblaba y sus manos pasaron de estar tibias a estar frías.—Por eso no te detuve ayer cuando te fuiste. Lejos de aquí estarías a salvo. Jiu tenía la orden de convencerte para irte a otro país por algunos días mientras resolvía esto.—

—No puede ser...—Negó pálida, llena de terror. Jamás se imaginó que querían asesinarla a ella. Siempre creyó que había sido obra de la delincuencia.

—Lo siento mi amor.—Chaeyoung a ella se acercó y envolvió en sus cálidos brazos—Siento mucho haberte puesto en peligro.—Sobre su hombro dijo estrechándola más contra su pecho.

—¿Y-Y... sabes quien f-fue?—Preguntó con temor a oír la repuesta.

¿¡Quien rayos quería matarla!?

Proyecto "SON" (Michaeng) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora