Proyecto "SON" (Michaeng)

72

Horas antes de la visita de Chaeyoung al penthouse...

—¿¡Como que te irás a Estados unidos!?—Sana y Momo exclamaron a la misma vez por el altavoz del teléfono.

—Si. Yo... yo ya lo decidí.—Contestó Mina con desánimo—Hoy hablé con Miyeon.—Contó. Miyeon, la ex participante de proyecto Son, hija única de un empresario reconocido en Nueva York.—Dijo que puedo trabajar con ella allá como modelo en la agencia de su padre.—

—Mina pero aún no resuelven lo del atentado—Momo habló con preocupación. A las dos japoneses mayores casi les da un paro cuando se enteraron que Mina sufrió el atentado. Afortunadamente Dylan viajó rápidamente y les mandó información tranquilizándolas.

—Estaré bien. Estoy segura que no es como lo pintan en la noticias. Seguramente fueron asaltantes.—

—P-Pero no puedes irte tan lejos... No puedes dejarnos.—Lloriqueó Sana. Momo su cabello acarició.

—Ya lo decidí.—Con seguridad contestó—Necesito un cambio después de todo lo que ha pasado aquí.—

—¿Y Dylan?—Momo preguntó.

—Terminaré con él lo antes posible. Ya no lo amo, no tiene caso seguir con él—De nuevo se oyó la seguridad en su voz.

—¿Y Chaeyoung?—

—Ella no siente nada por mi.—Suspiró con tristeza. Su distanciamiento solo le indicó que tal vez lo que Somi dijo era cierto—Así que, creo que lejos estamos mejor. Yo estaré mejor.—

—¿Ya lo pensaste bien?—

—Si. Necesito un cambio rápido y que mejor que irme lejos y comenzar a trabajar para mantener mi mente ocupada. Miyeon dijo que tengo potencial como modelo.—Sonrió levemente.

—Claro que lo tienes Minari.—Momo habló—¿Que les parece si antes de que te vayas, las tres nos vamos de viaje?—Propuso.

—Eso sería estupendo.—Sana opinó.

—¿Mina?—

—Me encantaría.—Contestó en la línea sin ánimos.

Definitivamente sus días estaban siendo un total desastre todo por culpa de la empresaria que en ese momento se encontraba desaparecida, pero no por gusto.

La empresaria estaba ocupada investigando lo del atentado, nada que ver con lo que Mina pensaba.

*****

Presente...

—¿Se puede saber que diablos haces tu aquí?—La sangre de la empresa hirvió en sus venas cuando su mirada se encontró con la de una mujer sentada en su oficina esa tarde después de haber visitado a Mina en el penthouse.

El que Mina no la haya rechazado cuando la besó en la cocina, le indicó que posiblemente SI sentía algo por ella, por lo que tendrían que hablar seriamente luego. Si o si tenía que sacarle la verdad a Mina. Su manera de besarla, su mirada, su calidez y sus gestos significaban algo bueno, estaba segura.

Esa tarde volvió feliz, venía sonriente hasta que entró a la oficina.

¿Que rayos hacia ella allí?

—Vine a ver cómo estabas.—La mujer contestó observando a la empresaria tomar su lugar detrás del escritorio de madera—Me quedé preocupada el otro día.—

—Como ves estoy bien.—Su laptop abrió—Ahora vete de mi oficina y no vuelvas nunca por favor.—Habló sin molestarse a mirarla. ¿Hasta cuando se iban a acabar sus problemas?