Avengers Oneshots IV

Nada que puedas probar (Natasha Romanoff)

Prólogo: Llegas a casa de Nat con golpes en tu rostro y ella arregla la situación.

wwwbrook
Andyjauregui69
Gorien
chemistryrff
yo122700cm
XsolchuX12
Advertencia: Relación tóxica, violencia.
○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●

Nat estaba en su departamento que tenía fuera de la Torre donde podía descansar y pasar tiempo a solas sin un velocista corriendo por todos lados, las explosiones en el laboratorio de Bruce, los inventos de Tony, las reuniones de todos los Lunes de Steve, las peleas de Sam y Bucky, y todo en general.

Era de mañana, casi las 09:00am y Nat seguía durmiendo.

Tenía la mitad del cuerpo colgando fuera de su cama y la otra mitad enredada en las sábanas impidiendo que cayera al suelo.

La puerta sonó a lo lejos y ella soltó un quejido poniendo la almohada sobre su cabeza.

Nuevamente volvieron a golpear, y ella lo ignoró.

–¿Nat? ¿Estás ahí?–Preguntaste del otro lado con la voz algo temblorosa e insegura.–N-no quiero molestar, tal vez tampoco debí venir, lo siento, lo mejor es que me—

Ni siquiera supo cómo se levantó tan rápido pero corrió a la puerta y te interrumpió abriéndola de una sola vez.

Cuando su vista recayó en ti, frunció el ceño y todo el sueño que tenía se fue.

Tenías un ojo morado y el labio roto, además de que llevabas un pequeño bolso en tu hombro.

–¿Qué diablos te pasó?–Te preguntó molesta y sin quitarte la mirada de encima.

–¿Estabas durmiendo? ¿Te desperté? Oh Nat, lo siento tanto, enserio no quería molestar—. Comenzaste a hablar apenada al verla en su pijama, despeinada y las sábanas marcadas en su mejilla.

–¿T/N qué te hicieron?–Te preguntó tomando tú mano para que entraras en el lugar y cerró la puerta tras de sí.–¿Quién te hizo esto? ¿Fue (él/ella) verdad? ¿(Él/ella) te hizo eso?

–No...–Dijiste sentándote en el sillón y dejando el bolso en el suelo, tratando de evitar su mirada sin embargo puso su mano bajo tu barbilla con delicadeza y quitó la capucha de tu sudadera para ver mejor tu rostro.

–No me mientas, T/N T/A.–Te dijo examinando con mucha atención tu rostro.–¿Quién te hizo esto?

–N/T/N...–Murmuraste bajando la vista hacia tus manos.–Tuvimos una discusión y yo... traté de terminar con (él/ella)... aunque no salió tan bien.
(Nombre de Tú Novix)

Nat tensó la mandíbula y soltó un pesado suspiro tomando tú mano para acariciarla.

–No te preocupes, todo está bien ahora, puedes quedarte aquí el tiempo que necesites, ¿si?–Te dijo con suavidad dejando su otra mano en tú mejilla para acariciarla.–Yo me voy a encargar de esto.

–¿Qué vas a hacer?–Le preguntaste algo afligida y confundida a la vez.

Nat sonrió y se acercó para dejar un beso en la parte donde terminaba tu boca antes de alejarse y dejar sus rostros a centímetros del otro, sus labios rozando al hablar.

–Nada que puedas probar, linda.–Te dijo antes de ponerse de pie e ir a su habitación para buscar ropa y darse una ducha.

(.....)

Te quedaste en casa de Nat mientras que ella salió ni bien estuvo lista por la mañana.

Ya iban a ser casi las 20:00pm y ella aún no regresaba, y la verdad es que estabas algo nerviosa y preocupada.

Preparaste la cena esperando a que llegara y una vez terminaste, la puerta se abrió y Nat entró.

–¡¿Dónde estabas?! ¡Me tenías preocupada!–Exclamaste apagando el fuego en la cocina y acercándote a ella donde dejó sus llaves colgadas en la puerta.–¿Nat qué hiciste?

–Oh nada... solo fui a caminar con Clint, es todo.–Te dijo con una sonrisa apartando un mechón de cabello de tu rostro.

–¿Y qué hiciste con Clint durante tu caminata?–Le preguntaste algo nerviosa.

–Nada que puedas probar, y quédate tranquila que (él/ella) no te va a volver a molestar, ¿Está bien?–Te dijo con una sonrisa dejando ambas manos en tus mejillas con mucha delicadeza.

Inhalaste profundamente y le ofreciste una sonrisa asintiendo con la cabeza, provocando que ella también sonriera.

Nat se acercó y te dio un abrazo sintiendo cosquillas en su estómago, y aún más cuando te alejaste y quedaste a poca distancia de su rostro.

–Preparé algo para la cena, espero no te moleste.

–Jamás podría, aquí estás en tu casa.–Te dijo con una sonrisa.

Le ofreciste una sonrisa viendo entre sus ojos y boca, antes de darle un rápido beso que la dejó helada y te alejaste para ir a la cocina.

–Bien, entonces ve a sentarte antes de que se enfríe.–Le dijiste sacando dos platos para servir su comida.

–A la orden, jefa.–Dijo con una risita quitándose la chaqueta antes de ir a la mesa.