Avengers Oneshots IV

Una sugerencia (Sam Wilson)

Prólogo: Sam llega a conocer a su bebé ya que no alcanza a llegar al parto.

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Advertencia: La rayis y Sam tienen una bebé.
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–¡¿Dónde está?!–Preguntó Sam entrando corriendo en la sala de espera del área médica del campus de los Vengadores.

Hace tan solo unas horas atrás había estado en una misión lejos por lo que apenas le avisaron que ya había llegado el momento en que debías dar a luz, se subió al Quinjet y voló lo más rápido que pudo de vuelta al campus.

–Hey, hey. Cálmate Sam, primero respira, ¿Okey?–Le dijo Bucky tomándele de los hombros mientras Steve entraba trotando cansado.

–¡¿Cómo quieres que me calme?!–Exclamó respirando agitado.

–¡SAM! Si entras así de nervioso y agitado no le vas a servir de nada a T/N y a tu hija. Ella ya nació, Nat y Wanda estuvieron en la sala.–Le explicó Bucky provocando que Sam se quedara tranquilo.

–¿Ya nació?–Preguntó Steve estando junto a ellos.

–Así es Capipaleta, y es una hermosa niña que tiene al mejor tío del mundo. Yo, obviamente.–Dijo Tony caminando hacia la sala por otro pasillo con una gran sonrisa.–Felicitaciones Wilson, tienes una muy preciosa niña.

–¡Es preciosa, Sam! Tienes una hija muy bonita.–Le dijo Scott emocionado dándole un fuerte abrazo.

Sam se alejó y soltó un suspiro y pasó ambas manos por su rostro y cabeza antes de que Bucky le guiara a tu habitación.

Golpeó suavemente antes de que Wanda abriera y le ofreciera una sonrisa.

–Estoy muy feliz por ustedes.–Le dijo la bruja dándole un fuerte abrazo antes de salir.

–T/N ya dijo que yo sería la madrina así que estás atascado conmigo por el resto de tu vida.–Le dijo Nat con una sonrisa dándole un abrazo antes de salir.

Sam rio ligeramente y cerró la puerta antes de voltearse hacia ti.

–Mira quien llegó N/T/H.–Dijiste con una gran sonrisa algo cansada teniendo a tu bebé en tus brazos.
(Nombre de Tú Hija)

Sam tragó el nudo en su garganta con los ojos llenándose de lágrimas y soltó una pequeña carcajada acercándose a ti para sentarse en el borde de la camilla.

–Hola pequeña... soy yo, tu papá.–Le dijo con una gran sonrisa dejando su mano con mucha suavidad en la cabeza de su bebé que soltó un pequeño quejido.–Lamento no haber estado aquí...

–No pasa nada, ya llegaste, y eso es lo que importa. No estuve sola así que no tienes de qué preocuparte.–Le dijiste con una sonrisa.

Sam se acercó y besó tus labios con suavidad para luego besar tu frente y bajar la vista hacia su bebé.

–¿Quieres cargarla?–Le preguntaste viéndole con una sonrisa.

–¿Enserio puedo?–Te preguntó levantando la vista hacia ti con un brillo en sus ojos.

–Por supuesto que si, es tu hija también.–Reíste ligeramente acomodando la pequeña manta que Scott te había traído en su hombro y luego le entregaste con mucho cuidado a su bebé.

Sam la tomó en sus brazos con una gran sonrisa y soltó una pequeña carcajada con lágrimas en los ojos comenzando a caer por sus mejillas antes que las limpiaras con suavidad.

–No hay palabras que puedan describir lo que siento ahora, pero te aseguro que es muy hermoso.–Dijo en voz baja levantando la vista hacia ti.

Le ofreciste una sonrisa besando su mejilla antes de apoyar tu mejilla en su hombro mientras Sam y tú veían a su hija en sus brazos dormir tranquilamente.

–Podríamos tal vez tener otro u otra.–Dijo en voz baja antes de que le dieras un suave golpe en el hombro haciéndole reír mientras te recostabas en la cama.–Era solo una sugerencia.

–Mejor guárdate tus sugerencias para ti.–Le dijiste haciéndole reír aún más fuerte.