Avengers Oneshots IV

Dos años (Tony)

Prólogo: Tony y tú son muy buenos amigos desde hace tiempo, sin embargo un día debes irte para unirte al ejército y te vas por dos años.

HarukaDean
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Tony y tu eran amigos desde hacía mucho tiempo, y de hecho te había llevado a vivir al campus de los Vengadores a pesar de que no eras parte de ellos si no que hacías más trabajo administrativo ya que después de ejercer como militar por tanto tiempo querías una vida más relajada.

Todos en el equipo te querían y eras básicamente parte de la familia, además de que te asegurabas de que todo estuviera en orden, hacías las compras para todos, etc.

Sin embargo un día recibiste un llamado de que te necesitaban para ir a una misión como militar lejos a la cual no te podías negar, por lo que tuviste que hacer tu maleta e irte.

Todos podían notar tu ausencia lo cual era bastante deprimente, sin embargo a quien más le había afectado había sido a Tony. Eras su mejor amiga y el no saber nada acerca de si estabas bien o no le estaba matando, ni siquiera con sus contactos ni gran influencia podía conseguir información acerca de ti.

Sin darse cuenta pasaron dos años en que estuviste lejos ejerciendo como militar, y aún todos te extrañaban más que a nada.

Aquel día la mayoría estaba en el campus, por lo que tus compañeros militares te dejaron a las afueras y caminaste hacia dentro de las instalaciones llevando tu bolso en el hombro.

Los primeros en verte fueron Steve, Sam y Bucky que estaban afuera probablemente preparándose para ir a trotar, y al verte Sam prácticamente se te subió encima de lo emocionado que estaba. Luego entraste y te encontraste con Wanda que se había levantado recién y llevaba una manta alrededor suyo, y se abrazó a ti y no te quería soltar. Así fuiste saludándolos a todos, sin embargo Tony no aparecía.

–Que alegría verte, T/N.–Te saludó Bruce dándote un fuerte abrazo mientras Wanda seguía abrazada a tu espalda y Nat estaba a un lado tuyo.

–Es bueno estar de vuelta, ¿pero donde está Tony?–Les preguntaste alejándote de Bruce.

–En el laboratorio.–Te dijo con una sonrisa.

–Es raro que salga, desde que te fuiste se ha aislado más y más para trabajar en sus proyectos y trajes.–Te dijo Nat.

–La última fiesta que tuvimos fue hace como seis meses para el cumpleaños de Sam y la organizamos Steve, Nat y yo, y Tony no fue, solo le envió dinero para que se comprara algo y ya.–Te dijo Wanda alejándose un poco pero manteniendo su brazo alrededor de tus hombros.

–Pero me fui hace dos años... ¿enserio tan mal está?–Les preguntaste preocupada.

–Mejor ve a verlo tu misma, le hará bien saber que estás de vuelta.–Te dijo Bruce yendo a prepararse un café.

–Ve tranquila, yo llevo tu bolso a tu habitación.–Te dijo Nat empujándote hacia el elevador.

Subiste al elevador y fuiste hasta el piso donde estaba el laboratorio y taller donde Tony y Bruce usualmente trabajaban.

Bajaste y caminaste más hacia adentro sin embargo no veías a Tony, hasta que llegaste a su escritorio donde tenía su rostro apoyado en sus brazos mientras dormía sobre los planos de unos trajes.

Soltaste una pequeña risita y apoyaste tu mano en su hombro para despertarlo.

–Tony... oye despierta...–Le susurraste moviéndolo ligeramente.

–Cinco minutos más...–Murmuró cubriendo su rostro por completo, sin embargo pronto notó que eras tú y abrió los ojos y se sentó de golpe levantando la vista hacia ti.–T/N...

–Hol—. Ni siquiera alcanzaste a terminar de hablar cuando Tony se abalanzó encima tuyo y te abrazó con tanta fuerza que te costaba respirar y por poco cayeron al piso.

–¡Estás aquí! ¡Al fin estás aquí!–Exclamó sin poder creerse que finalmente habías llegado.

–Si... pero... Tony... no puedo respirar...–Le dijiste con una pequeña risita.

–Perdón, lo siento...–Dijo alejándose un poco y pasando una mano por su rostro para limpiar sus lágrimas.

–¿Enserio estás llorando por mi?–Le preguntaste con una pequeña risita.

–Ya quisieras... es por el sueño nada más.–Te dijo provocando que rieras viéndote con una sonrisa.–No puedo creer que volviste... no te vuelvas a ir tanto tiempo.

–Lo sé, perdón. No se suponía que sería tanto pero ya estoy aquí y no tengo intenciones de volver a irme.–Le dijiste con una pequeña risita.

Tony soltó un suspiro aliviado y se acercó para abrazarte nuevamente cerrando los ojos y simplemente disfrutando del momento.

–Me contaron también que no haz organizado ni una sola fiesta en los últimos dos años.–Le dijiste con una sonrisita alejándote para verlo.

–Ahora tengo una buena excusa para hacerlo.–Respondió viéndote con una gran sonrisa.

Soltaste una risita y esta vez lo abrazaste tú con bastante fuerza dejándolo sin aire.

–No sabes lo mucho que te eché de menos, Tony Stank.

–Si, si, yo también pero prometiste olvidar ese nombre.–Dijo con una sonrisita haciéndote reír.–¿Te parece si pido unas hamburguesas y me cuentas qué tal todo?

–Me parece una excelente idea, solo deja cambiarme este uniforme que ya estoy harta de él.–Le dijiste haciéndole reír, y dejaste un rápido beso en su mejilla para luego salir del taller.

Tony sonrió llevando su mano a su mejilla, y luego la pasó por toda su cara sin poder dejar de sonreír antes de tomar su teléfono y pedir la comida.