🗽Cuarto libro de oneshots de Avengers, los otros tres pueden encontrarlos en mi perfil
🗽Utilización de pronombres femeninos
🗽(*) en el título significa smut
🗽Este libro contiene material sexual explícito, temas sensibles y lenguaje (patrocinado...
Prólogo: Wanda está muy enamorada de ti, sin embargo tu tienes muchas inseguridades con las cuales ella tiene pensamientos algo inapropiados.
Necesito más ideas para escribir sobre cualquier chica de Marvel (de las que haya visto sus películas, y sobre todo si se les ocurre de Wanda y/o Nat), porque es que enserio las amo a todas, así que si tienen pueden enviármelas o dejarlas en los comentarios ✨️
Hace mucho tiempo que Wanda sentía cosas por ti, estaba muy enamorada de ti pero prefería quedarse en silencio y no decir nada para que su amistad no acabara ya que prefería eso antes que nada, y tampoco se atrevía a leer tu mente por no querer invadir tu privacidad.
Siempre había notado que eras muy callada e insegura, y que preferías pasar la mitad del día encerrada en el laboratorio, y la otra mitad en tu habitación leyendo evitando ver a la gente, por lo mismo ella trataba de animarte con sus comentarios bonitos en cada oportunidad que tenía y se le presentaba.
Sin embargo desde que te había visto hace una semana en la fiesta de Tony usando un conjunto que Nat eligió para ti, su amor por ti había crecido 100 veces más y no podías salir de su cabeza, además de sus pensamientos inapropiados acerca de tus mayores inseguridades que eran lo que más le gustaba de ti: tu voz y tus manos.
Tony había mandado a construir una gran piscina en el campus de los Vengadores y organizó una fiesta de inauguración con karaoke, sin embargo tu te escabulliste mientras nadie se daba cuenta y volviste al laboratorio, pero por supuesto que cierta bruja pelirroja notó tu ausencia.
–¡Hey! ¡Aquí estás! ¿Por qué te fuiste de la fiesta?–Te preguntó con su gran y hermosa sonrisa entrando al laboratorio.
–O-oh... ah... e-es que tenía cosas que hacer.–Respondiste aclarando tu garganta de forma incómoda evitando verla.
Llevaba puesto su traje de baño rojo de dos piezas con una especie de chaleca para la piscina y días de calor, además de sus sandalias y el cabello suelto.
–¿Y no puedes terminarlo mañana? No quiero que estés aquí sola.–Insistió sentándose a tu lado y viéndote con una sonrisa, apoyando su codo en la mesa y su barbilla en su mano.
–No importa si estoy sola, puedo hablar con Friday, a-además nadie realmente nota que no estoy.–Reíste ligeramente incómoda acomodando tus anteojos y volviendo a escribir algo en tu libreta.
"Siempre noto cuando no estás, no te imaginas todas las veces que solo me fijo en ti en habitaciones llenas de gente. Si no estás se siente muy vacío, siempre quiero estar cerca de ti". Pensó.
–Yo si.–Dijo provocando que levantanras la vista hacia ella.–Yo siempre noto cuando no estás, ¿por qué crees que te vine a buscar?
–Oh... b-bueno de todas formas deberías volver, Tony dijo que harían karaoke, no deberías perdértelo.–Respondiste con una pequeña sonrisa volviendo a tu libreta.
–¿Pero por qué no vienes conmigo? Podemos cantar algo juntas.–Te sugirió sin borrar su gran sonrisa de su rostro.
–Oh no, es mejor que no vaya. Mi voz es horrible, incluso cuando hablo.–Soltaste una risita nerviosa acomodando tus gafas y sin levantar la vista de lo que estabas escribiendo.
"Pues se oiría bien gimiendo en mi oído...". Pensó mordiendo ligeramente su labio inferior.
–¿De qué hablas? ¡Tienes una voz hermosa!–Exclamó sonriendo y tomando tú mano en la suya acariciándola con ternura, sin embargo la apartaste al sentir sus dedos sobre las cicatrices que quedaron en ellas por un experimento fallido, lo cual Wanda notó y soltó un pequeño suspiro.–Toda tú eres hermosa.
–Si claro... dudo que estas... asquerosas cicatrices puedan resultar hermosas.–Murmuraste más para ti misma que para ella.
"Esas supuestas asquerosas cicatrices que tu dices son las que más me gustaría besar". Pensó viéndote a la cara.
Wanda mordió su labio inferior algo nerviosa y bajó la vista a sus manos antes de hablar.
–Si supieras cuantas veces me he imaginado esas manos haciéndome de todo no pensarías que son asquerosas, sobre todo porque yo no las veo así.–Respondió en un momento de valentía antes de levantar la vista hacia ti.
Tu te quedaste helada en tu lugar y pudiste sentir tu rostro volverse caliente mientras te sonrojabas tragando saliva nerviosa.
–¿Q-qué...?–Preguntaste acomodando tus gafas y ordenando de forma torpe todo en el escritorio para tratar de distraerte.–¿C-cómo...? ¿A-a qué te refieres con...? P-puede que estés equivocada, yo no... y-yo no... l-la cosa es que...
Wanda soltó una risita ante tu nerviosismo y tomó ambas de tus manos en las suyas para detenerte provocando que te quedaras helada y en silencio viéndola, y pronto volteó tu silla para sentarse en tu regazo mientras tu tratabas de ver hacia cualquier otro lado nerviosa sin saber qué hacer y completamente roja haciéndole reír con suavidad.
–¿W-wanda qué estás—
La bruja dejó tus manos en sus caderas y tomó tu rostro completamente rojo en sus manos para que le vieras a la cara.
–Deberías empezar a verte como yo lo hago, T/N. Eres la mujer más hermosa, linda, preciosa, perfecta e inteligente que jamás he conocido.–Dijo con una gran sonrisa acercando su rostro al tuyo dejando sus narices juntas y sus labios rozando.
–¿E-enserio?–Preguntaste viéndole directamente a los ojos con expresión confundida, aún tratando se procesar lo que estaba pansando.
–Mhm...–Respondió mordiendo su labio inferior con una sonrisa y sus ojos haciéndose más pequeños por ello.–Me encantas, T/N. Me fascinas, eres maravillosa, eres todo lo que siempre he querido y más... desde que te conocí has sido la única con la que quiero estar, si tu también lo quieres, claro.
–Y-yo...–Trataste de formar una frase coherente, pero lamentablemente tu cerebro estaba haciendo corto circuito en esos momentos.–Y-yo también pienso que eres muy hermosa.
Wanda soltó una pequeña risita y acortó la distancia entre ambas para besar tus labios con ternura mientras tu solo te quedabas helada por unos momentos, hasta que la besaste de vuelta soltando un suspiro más relajada.
–Ahora... ¿Quieres volver conmigo a la piscina? No es necesario que cantemos nada, podemos quedarnos juntas en el agua y ya.–Te dijo sin dejar de sonreír acariciando tus mejillas y viéndote a la cara.
–O-okey... s-solo... e-es que no tengo traje de baño...–Respondiste aún algo embobada por ella sin poder apartar la lirada de su rostro.
–No te preocupes, yo puedo prestarte uno.–Te dijo besando tu nariz antes de bajarse de tu regazo, sin embargo la sujetaste de las caderas para que no lo hiciera y volviste a besarla, provocando que ella riera e hiciera lo mismo de vuelta.
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