Avengers Oneshots IV

¿Necesitas ayuda? (Joaquín Torres)

Prólogo: Después de resultar algo herida en una misión, Joaquín te ayuda con tus heridas.

Antes que nada quiero decir que nunca he escrito sobre este personaje (aparece en TFATWS), así que si hay algo mal solo tenganme paciencia, voy a hacer mi mayor esfuerzo porque salga bien 💖

Alexaaajcs
Advertencia: Aquí la rayis es una ex Widow del Red Room.
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Joaquín y tu se conocieron cuando comenzaste a hacer misiones con Bucky y Sam.

Ser una ex Widow era de bastante utilidad para ciertas misiones por lo que pasabas bastante tiempo con ellos y en la base militar, por lo tanto Joaquín y tu también se veían mucho, aunque no eran tan cercanos como a él le gustaría.

Mentiría si dijera que nunca pasaba por "accidente" justo por donde ibas tú, o trataba de alargar sus conversaciones para hablar aunque fuera de los reportes de tus misiones o cosas así.

Sin embargo era difícil porque eras bastante reservada, Sam y Bucky eran los más cercanos a ti de cierta forma, y aún así mantenías tu distancia con ellos.

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Como era costumbre habías ido a una misión, sin embargo las cosas se salieron un poco de control y los tres, Sam, Bucky y tú resultaron algo heridos.

Bucky estaba en otra área médica al igual que Sam, mientras que tu estabas en una sala con una enfermera que trataba de curar tus heridas sin embargo no le dejabas.

–Ya te dije que yo puedo.–Te quejaste apartando su mano que trataba de limpiar la herida en tu abdomen al estar solo con un top deportivo.

–Agente T/A, NECESITO limpiar esa herida antes de que se infecte.–Insistió la chica ya perdiendo la paciencia.

–Y yo te digo que yo puedo hacerlo.–Volviste a insistir molesta.

–Bien. Haga lo que quiera, yo me rindo.–Dijo molesta dejando el algodón y sus guantes de forma brusca en la mesa junto a la camilla.

Rodaste los ojos y la chica salió de la sala dejando la puerta abierta donde Joaquín justo iba pasando por ahí.

Te vio tomar el algodón con algo de alcohol para limpiar y acercarlo a tu abdomen haciéndote soltar un pequeño quejido mientras te limpiabas.

–Hey... ¿necesitas ayuda con eso?–Te dijo con voz suave y una pequeña sonrisa entrando en la sala dejando unos papeles sobre una mesa.

–No.–Respondiste molesta antes de seguir y volverte a quejar.

–Yo creo que si. Vamos, déjame ayudarte un poco, prometo ser lo más gentil posible.–Insistió con una sonrisa tomando un par de guantes.

Rodaste los ojos y te recostaste en la camilla cruzándote de brazos.

Odiabas admitirlo, pero la verdad es que Joaquín tenía cierta ventaja sobre ti, y es que él podía conseguir cosas que nadie más podía porque secretamente a ti también te gustaba, aunque se lo negaras a Sam una y mil veces.

–Muy bien... veamos qué tenemos por aquí.–Murmuró pensativo tomando el algodón.–Okey esto va a doler un poco pero prometo ser rápido para después limpiar el corte en tu frente. ¿Si?

–Cómo sea, solo hazlo.–Murmuraste apartando la vista.

Joaquín acercó el algodón haciéndote dar un pequeño salto y soltar un quejido mientras él limpiaba.

No tardó más de tres minutos y pronto puso un parche especial para el agua y mantener la herida aislada del aire y cualquier cosa que pudiera infectarla.

–Okey, listo. Ahora puedes sentarte para echarle un vistazo a tu frente.–Te dijo con una sonrisa dejando a un lado el algodón.

Soltaste un suspiro y te sentaste en el borde de la camilla con las piernas colgando fuera de esta.

–Con permiso... solo voy a... limpiar un poco.–Murmuró limpiando tu frente estando bastante cerca de ti.

Bajaste la vista a sus labios mientras él estaba concentrado en limpiar tu frente, y luego apartaste la mirada.

Joaquín tomó un pequeño parche y lo pegó en la herida del otro lado para hunirla y que no te lastimara, a la vez para que sanara más rápido.

–Okey, ya estás lista. No fue tan malo, ¿o si?–Dijo con una sonrisa alejándose para dejar los guantes y algodón en la mesa antes de acercarse y sacar un lollipop de su bolsillo.–Ten, por hacer un gran trabajo.

–¿Vas por ahí dándole caramelos a la gente solo porque si?–Le preguntaste con una diminuta sonrisa aceptando el lollipop.

–¿Estaría mal si dijera que lo guardé para ti cuando llegaras?–Preguntó de vuelta observándote con una mirada tierna.

–No... no está mal. D-de hecho creo que nunca nadie me había obsequiado un caramelo antes, por muy tonto que parezca.–Reíste con suavidad observando el lollipop en tu mano.

–Entonces me alegra poder ser el primero, me siento honrado, enserio. Y no es tonto.–Te dijo con una gran sonrisa por ver la tuya.

Reíste con ligereza y te pusiste de pie para tomar tu camiseta sin mangas y ponértela y luego tu chaqueta.

–Tengo que ir a buscar a Sam para hacer los reportes, pero tal vez, solo si quieres... tal vez podríamos tomar algo hoy en la noche. Digo... para agradecerte por... por el caramelo y ayudarme.–Le dijiste jugando nerviosa con el lollipop.

–¿E-es enserio? ¡Claro que me gustaría!–Dijo con una gran sonrisa emocionado.

–Okey, bien... ¿Te parece si nos juntamos a las siete en la salida?

–Perfecto... nos vemos ahí.

–Genial... nos vemos.–Te despediste con una sonrisa antes de salir por la puerta.

Joaquín soltó un suspiro con una gran sonrisa y dio un pequeño salto alzando el puño en forma de celebración.