¿Aún enojada? (Pietro Maximoff)*

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Prólogo: Estás molesta con Pietro y él sabe como hacer que le perdones... ¿o tal vez no?

SofiaM37
luch1906
Advertencia: Provocaciones, un poco de nipple play (o juego de pezón en español, que básicamente es estimular los pezones, ya sea con la boca o dedos), sexo anal sin protección (por favor usen globito que es muy importante), un poco de dirty talking (hablar cosas obscenas durante relaciones sexuales o no hacia la otra persona para exitarla, ya sea sobrenombres o descripción de cosas o acciones), fingering (masturbación femenina).
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Pietro ya sabía que estabas enojada con él, y si bien había tratado de convencerte de que le perdonaras de mil y un formas, aún no lo conseguía.

Después de pasar los últimos 20 minutos tratando de pensar alguna forma en que le perdonaras sentado en el sillón de su casa totalmente esparcido, finalmente se le ocurrió la solución: seducirte.

Se puso de pie y corrió hacia su habitación en el segundo piso donde se detuvo fuera de la puerta pasando una mano por su cabello y rostro antes de entrar.

Te encontró doblando ropa a los pies de la cama dejándola encima, y ni siquiera te molestaste en levantar la vista hacia él.

–Printsessa... ¿hasta cuando vas a seguir enojada conmigo?–Te preguntó caminando lentamente hacia ti para abrazarte por la espalda comenzando a dejar besos en tu cuello.–No me gusta cuando estás enojada conmigo, y mucho menos cuando no me hablas.

Seguiste doblando ropa sin prestarle atención mientras Pietro seguía besando tu piel pasando sus manos bajo tu playera y refregaba su erección en tu trasero.

Llevó una mano hacia tu pecho donde sonrió al notar que no llevabas brasier y comenzó a jugar suavemente con tu pezón, y su otra mano la pasó por tus pantalones hacia tu parte baja pasando sus dedos por encima de la tela.

–Pietro basta, déjame sola.–Le dijiste tratando de sonar molesta y que no notara que sus movimientos enserio estaban haciendo efecto.

–¿Por qué lo haría? Creí que te gustaba cuando hacía esto.–Te susurró al oído dándole una pequeña mordida haciendo tus bragas a un lado.–Vamos printsessa, yo sé que tu lo quieres tanto como yo...

Dejaste caer la cabeza hacia atrás sintiendo los dedos de Pietro comenzar a masajear tu clítoris provocando que soltaras un pesado suspiro antes de murmurar algo molesta en voz baja bajando tus pantalones.

–¿Ves como si lo querías?–Te dijo él con una sonrisita alejando sus manos de ti para bajar sus pantalones y ropa interior.

Te inclinaste hacia adelante apoyando ambos brazos en la cama, y Pietro te tomó de las caderas dándote una suave nalgada antes de entrar en ti haciéndote gemir y empujando la ropa fuera de tu camino.

–Sin provocaciones, Pietro Maximoff.–Le dijiste con los dientes apretados sintiéndole moverse muy lento.

–A la orden, printsessa.–Dijo con una sonrisa tomando tus caderas antes de comenzar a embestirte con fuerza.

Soltaste un gemido hundiendo tu rostro en la cama para tratar de detener los sonidos obscenos que salían de tu boca, mientras Pietro gemía y soltaba pequeños gruñidos de vez en cuando a la vez que te embestía con fuerza y rapidez.

–¿Ves como podemos arreglar las cosas sin pelear? Te ves muy bonita a-así, printsessa... me encanta cuando... c-cuando te tengo de esta manera.–Dijo con voz temblorosa sintiendo sus embestidas volverse cada vez más desordenadas.

Soltaste un fuerte gemido cuando Pietro llevó su mano por delante de tu cuerpo hacia tu clítoris haciéndote sentir tus brazos temblar a la vez que seguía embistiéndote.

Empezó a usar de su velocidad mejorada y en poco tiempo te corriste a su alrededor antes de que el velocista te tomara de las caderas embistiéndote aún más fuerte y con mucha más rapidez.

Tomaste una de sus playeras que estaba tirada en la cama y la mordiste con fuerza sintiendo otro orgasmo aproximarse el cual llegó mucho más rápido de lo que esperabas, y pronto Pietro se corrió dentro tuyo gimiendo tu nombre y enterrando sus dedos en tus caderas donde probablemente quedarían marcas.

Se siguió moviendo por unos momentos hasta quedar vacío, y salió de dentro tuyo a la vez que tratabas de ponerte de pie con cuidado sintiendo tus piernas y brazos temblar.

Te agachaste para subir tus pantalones y Pietro te abrazó por la espalda dejando besos en tu cuello antes de que te alejaras para ir a tu closet y sacar ropa.

–¿A dónde vas?–Te preguntó el velocista confundido viendo que te alejabas de él.–Creí que ya estábamos bien...

–Tienes que doblar la ropa.–Le dijiste antes de salir de la habitación para ir al baño y cerrar la puerta llevando tu ropa para bañarte y cambiarte.

–¡Ay no puede ser!–Se quejó como niño pequeño dejándose caer en la cama boca abajo.–Creí que ya se le había pasado...

Avengers Oneshots IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora