🗽Cuarto libro de oneshots de Avengers, los otros tres pueden encontrarlos en mi perfil
🗽Utilización de pronombres femeninos
🗽(*) en el título significa smut
🗽Este libro contiene material sexual explícito, temas sensibles y lenguaje (patrocinado...
Prólogo: Resultas herida durante misión y Scott no puede ir a verte, por lo que piensa en otra manera de entrar en tu habitación.
Scott no es un personaje del que escriba mucho pero definitivamente es uno de mis favoritos así que espero les guste el o.s y lo disfruten tanto como yo ✨️
Durante una misión habías terminado bastante herida por lo que te dejaron en el hospital de SHIELD donde nadie a excepción de tu familia podía visitarte, lo cual significaba que Scott no podía entrar ya que solo estaban saliendo y no estaban casados.
Scott llevaba casi dos semanas completas sin verte ni hablar contigo, la primera semana y unos días más era porque estabas en tu misión, y los últimos dos días porque estabas en el hospital, uno en cirugía y el otro día en recuperación. Tampoco nadie del personal del hospital le decía nada sobre tu estado a excepción de Wanda y Pietro que eran tus hermanos menores y podían ir a verte.
Era tarde por la noche, tu ya estabas durmiendo después de que te administraran la medicina varias horas antes y el horario de visitas había acabado. Wanda y Pietro se habían estado peleando para quedarse contigo aquella noche pero tu les insististe que estarías bien sola.
Scott entró volando en una hormiga por la cerradura de la puerta, y una vez dentro, se bajó de la hormiga volviendo a su tamaño normal abriendo su casco y acercándose a tu cama con un pequeño ramo de tus flores favoritas, una bolsa de papel pequeña y un dibujo de Cassie en su mano.
–T/N... oye linda, despierta.–Te susurró sentándose en la silla junto a tu cama.
Frunciste el ceño y abriste poco a poco los ojos encendiendo la luz de tu mesita hasta lograr distinguir la figura de Scott que te observaba con una gran sonrisa.
–¡Scott! ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?–Le preguntaste tratando de sentarte, pero él te detuvo.
–No, no, no, quédate ahí, no quiero que te canses.–Dijo arropándote con cuidado.–Vine con Ant-onio Banderas a visitarte, te extrañaba un montón.
Soltaste una pequeña risita al escuchar el nombre de su hormiga y tomaste su mano libre en la tuya.
–Mírate nada más cómo estás...–Dijo algo triste viendo algunos cortes y golpes en tu rostro.
–Estoy bien, no te preocupes. Debiste ver como quedaron los demás.–Le dijiste con una sonrisa para tranquilizarlo.–¿Qué me trajiste?
–¡Oh! Claro... mira, Cassie te hizo un dibujo, y yo te traje tus flores favoritas y un postre de esos que tanto te gustan.–Te dijo con una gran sonrisa orgulloso entregándote el dibujo para que lo vieras antes de dejar el ramo de flores en tu mesita y el postre también.–Lamento no haber venido antes, no me dejaban entrar porque no soy tu familia ni tampoco me decían nada así que tuve que tomar otras medidas.
–No te preocupes, lo importante es que estás conmigo ahora.–Le dijiste con una sonrisa volviendo a tomar su mano mientras que con la otra acariciaba tu cabeza.–Te extrañé mucho.
–Yo también... me tenías asustado, y cuando dijeron que la misión se complicó, yo... enserio me preocupé.–Dijo soltando un pesado suspiro viendo hacia sus manos juntas.
Una pequeña sonrisa se formó en tu rostro y dejaste tu mano libre en su mejilla.
–Hey... mírame.–Le dijiste con suavidad provocando que levantara la vista hacia ti.–Estoy aquí ahora, ¿Okey? Voy a estar bien, estoy bien. No pasa nada. En pocos días me van a dejar volver a casa contigo y con Cassie así que no tienes de qué preocuparte.
–Cassie quería quedarse un tiempo con nosotros para ayudar en tu recuperación.–Te dijo con una sonrisa sin dejar de verte a los ojos.
–Me encantaría que fuera a casa.–Le dijiste sin dejar de sonreír.
Scott se acercó y te besó con suavidad para luego besar tu frente con ternura.
Sin embargo el momento no duró mucho al escuchar qur iban a abrir la puerta, por lo que rápidamente apagó la luz y volvió a encogerse donde Ant-onio fue hacia él, y la enfermera entró.
–Buenas noches agente Maximoff, vengo a hacerle la revisión nocturna.–Te dijo con una sonrisa encendiendo la luz de tu mesita de noche para que no fuera tanta la molestia.
Tu solo sonreíste, y tu sonrisa se hizo aún más grande al ver la sombra de Scott sobre su hormiga despidiéndose con su mano para luego ver algo muy diminuto volar fuera de tu habitación.
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