Avengers Oneshots IV

Una sorpresa de aniversario (Zemo)

Prólogo: Zemo te lleva a conocer la nieve por primera vez como sorpresa de aniversario.

AndreaBoniche
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–Zemo ya enserio, ¿a donde me llevas? Han pasado casi dos horas desde que nos subimos al auto y aún no me puedo quitar esta cosa.–Te quejaste tratando de quitar la venda de tus ojos, pero Zemo volvió a acomodarlas bajando tus manos de tu rostro.

–Ya vas a ver, ten paciencia.–Dijo soltando una pequeña risita manteniendo su vista fija en el camino conduciendo con una mano, mientras la otra sujetaba ambas de las tuyas en tu regazo.

Nunca antes habías conocido la nieve y era tu mayor sueño desde que eras pequeña, por lo que Zemo para su aniversario planeó llevarte a conocerla pero manteniendo tus ojos vendados para que no se arruinara su sorpresa.

–Eso mismo me dijiste hace como una hora.–Murmuraste apoyando tu cabeza en la ventana sin poder ver nada, haciéndole reír.

–Va a valer la pena, te lo prometo.–Te aseguró tomando una de tus manos para besarla con ternura.

Zemo siguió conduciendo por más o menos otra hora más, hasta que finalmente le sentiste aparcar el auto.

–¿Ya llegamos?–Preguntaste sentándote derecha pero sin quitar la venda.

–Quédate aquí, me voy a dar la vuelta para ayudar a bajarte.–Te dijo antes de bajarse.

Unos pocos momentos después Zemo abrió la puerta, y tomó tu mano para salir de auto y te ayudó a ponerte una chaqueta.

–¿A donde me trajiste? Hace mucho frío...–Le dijiste mientras él abrochaba los botones de tu chaqueta.

–A un lugar muy especial, ven conmigo.–Te dijo posando sus manos en tus hombros por atrás y haciéndote caminar.

Unos pasos más allá sentiste algo blando bajo tus botas y frunciste el ceño confundida, hasta que Zemo finalmente quitó la venda de tus ojos.

–Bienvenida a tu sorpresa.–Te dijo sin poder dejar de sonreír.

Pasaste ambas manos por tus ojos para tratar de acostumbrarte a la luz, hasta que lo lograste y viste un paisaje muy hermoso con árboles y montañas, todo cubierto de una gran y bella capa de nieve.

–No puede ser...–Dijiste ligeramente boquiabierta viendo el paisaje, mientras Zemo pasaba su brazo alrededor de tu cintura y te veía con una sonrisa.

–Te dije que valdría la pena.–Te susurró besando tu mejilla.

–¡No puede ser! ¡Me trajiste a la nieve!–Exclamaste soltando una carcajada y dando pequeños saltos en tu lugar.

–Feliz aniversario querid—. Ni siquiera alcanzó a terminar de hablar cuando tomaste su rostro con ambas manos y le besaste.

–¡Gracias, gracias, gracias!–Exclamaste antes de correr hacia la nieve.

–¡Espera voy contigo!–Rio con ligereza y guardó la venda dentro del auto, antes de correr donde estabas.

Ambos cayeron al suelo entre risas, y comenzaron a hacer ángeles de nieve tomados de la mano.