Una cena sorpresa (Steve Rogers)

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Prólogo: Steve te tiene una sorpresa cuando llegas a casa por la noche después del trabajo.

sophi_stan
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–Okey Steve, respira. Tú puedes hacer esto, haz hecho cosas más peligrosas, solo le haces la pregunta y ya. Ella te ama, tú la amas, eso es seguro. Todo va a salir bien.–Murmuró Steve hablando para si mismo dando vueltas en su departamento jugando con el ramo de flores en sus manos, vestido de traje y muy nervioso.

Habían varias velas encendidas alrededor del departamento que lo iluminaban, había una exquisita cena preparada por él mismo en la mesa, y pétalos de flores en su cama dando una forma de corazón para más tarde, una botella de champán helada en el refrigerador, y un rico postre también.

Steve venía preparando esa noche por al menos tres meses donde te iría a pedir matrimonio, aunque ahora que estaba en la situación no podía con los nervios y temía que tal vez le fueras a rechazar, a pesar de que Nat, Bucky y Sam le hayan asegurado de que no sería así.

Mientras daba vueltas en la sala de estar pensando en cómo lo haría, escuchó la puerta de entrada abrirse y se apresuró para llegar a ella y sujetarla para que entraras.

–¡Steve! ¿Qué... por qué estás vestido así?–Le preguntaste soltando una risita al verle vestido de forma elegante, las velas alrededor del departamento y la mesa puesta con la comida tapada.–Por favor no me digas que olvidé nuestro aniversario...

–No querida, tranquila, no olvidaste nada. Solo quería sorprenderte y ya.–Te dijo con una sonrisa entregándote tus flores favoritas antes de besar tu mejilla.

–Steve esto... ¡esto es hermoso!–Reíste ligeramente entrando en el departamento mientras que el Capitán había tomado tu bolsa para colgarla en el perchero junto con tu chaqueta.–No puedo creer que hayas hecho todo esto.

–La verdad es que lo he estado planeando por meses.–Rió ligeramente tomando tú mano para llevarte al centro de la sala de estar donde habían pétalos de rosas, globos flotando en el techo con fotos de ustedes en un hilo colgando y velas alrededor.

–¿Qué estás planeando?–Le preguntaste con una risita nerviosa mientras que él dejaba las flores a un lado.

–E-en realidad esto tendría que habértelo preguntado más tarde después de la cena con el postre, pero siéndote sincero ya no puedo más con los nervios.–Rió sin soltar tu mano sacando algo de su bolsillo pero sin mostrartelo aún, agachándose para arrodillarse ante ti.

La sonrisa se borró de tu rostro y llevaste una mano para cubrir tu boca mientras que las lágrimas se acumulaban en tus mejillas.

–T/N... durante mucho tiempo me sentía perdido y fuera de lugar, cuando me descongelaron pensé que no iba a poder volver a sentirme completo ni que encajaba, pero tu me enseñaste lo contrario.

Me mostraste que pertenezco aquí, y más importante que pertenezco a tu lado donde realmente soy feliz. Si es verdad que hemos tenido nuestras peleas y pequeños problemas, pero siempre volvemos porque yo no puedo vivir sin ti, ni tampoco quiero intentarlo.

Quiero que esto que tenemos sea para siempre, y quiero poder envejecer a tu lado. Quiero poder retirarme y dejar el escudo, quiero poder cederle ese puesto a alguien más para vivir el resto de mi vida a tu lado haciéndote feliz y simplemente disfrutando de lo que nos queda juntos.

No hay lugar en el universo donde quiera estar ahora más que contigo, y por eso es que ahora te pregunto.–Dijo mientras levantaba su otra mano abriendo la pequeña caja revelando un hermoso anillo dentro, viéndote con lágrimas en sus ojos mientras que tu no podías parar de llorar mientras sonreías con tu mano aún en tu boca.–T/N T/A... ¿me darías el honor de convertirme en tu esposo, acompañarte todos los días de tu vida, y poder hacerte feliz?

Ni siquiera podías hablar de la emoción, sin embargo solo asentiste con la cabeza y pudiste susurrar un pequeño y débil "si" lo cual bastó para Steve, quien soltó una pequeña carcajada con las lágrimas corriendo libres por sus mejillas.

El Capitán puso el anillo en tu mano y se puso de pie para abrazarte con fuerza soltando un pequeño sollozo pero sin dejar de sonreír, tomándote en sus brazos para dar una vuelta contigo.

Te alejaste un poco y le besaste con fuerza estando ya una vez más en el suelo, y Steve te besó de vuelta antes de dejar su frente junta con la tuya.

–Tenía miedo de que fueras a decir que no.–Dijo soltando una pequeña carcajada.

–No seas bobo, ¿cómo podría decirte que no?–Reíste al igual que él antes de volver a besarlo.

Avengers Oneshots IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora