— ¿Puedes creerlo? Mi padre ocultó todo este tiempo que estaba enfermo y nos presionaba con el trabajo para asegurarse de que pudiéramos con ello — le dije a mi esposo mientras entrábamos a casa al llegar del palacio.Aún no procesaba del todo la noticia anterior.
— Yo jamás imaginé que heredarías tan joven, tu padre siempre se vio muy apasionado y comprometido con su trabajo como para renunciar a ello antes de su muerte.
— Yo todavía no lo he terminado de tragar... Se me hace imposible de imaginar que nos coronarán este año. ¿Y si no estamos listos? — mencioné mientras subíamos a la habitación.
Todos los días hacíamos lo mismo: al llegar nos dábamos un baño y luego cenábamos.
— Tu padre dijo que confiaba en ti, al igual que tu madre y tuviste la aprobación de todo el parlamento sin presentar algún tipo de prueba. Se supone que debes creer en ti más de lo que los demás lo hacen, entonces hazlo, tranquila, que igual pase lo que pase no estarás sola.
Me daba confianza en mi misma, en la situación y mientras lo tenía en frente nada aparecía ser realmente un problema.
Entramos a la habitación y mientras yo empezaba a desvestirme y él a llenar la bañera, empecé a pensar en otras cosas.
— No quiero tener que dejar esta casa... Me gusta mucho aquí — le dije sintiendo nostalgia.
Adoraba tener mi propio espacio lejos del palacio, donde solo estuviéramos Christopher y yo, donde podíamos ser nosotros mismos y ya está.
— Dios, es verdad, no lo había pensado — dijo en el mismo tono de nostalgia, yo entré al baño con solo mi ropa interior.
— Nos cayó como balde de agua helada, pero supongo que solo nos queda asumirlo — le dije más para mi misma.
— Estaremos bien, cariño — me abrazó de la cadera, yo recosté mi cabeza en su hombro.
— No sé si estaré lista para tener un bebé en un año.
Suspiró profundamente.
— No tienes una idea de lo que haría para evitarte cualquier dolor, Alya. Lucharía a golpes con el mismísimo demonio.
— Gracias...
Besó mi frente.
— Te amo.
— Yo a ti.
— Pero ya que estamos en casa deberíamos olvidarnos de todo un rato, ¿vale?
Asentí.
Gracias a Christopher creía en mi, aunque me cagaba de miedo cada que nos deteníamos a planear detalles de la coronación, pero ya les contaré de ello.
Por lo pronto al día siguiente tuve una charla muy profunda y poco productiva con mis padres donde básicamente les reclamaba el por qué habían esperado tanto para contármelo. Esperaron hasta el último momento cuando al parecer esto llevaba mucho más tiempo.
Ellos se excusaron diciendo que así debían suceder las cosas y qué tal vez en este momento no lo entendería, pero en el futuro sí, como si fuese una niña.
Spoiler: Nunca lo entendí.
Dos semanas después se hizo el primer anuncio público sobre la situación de mi padre en una rueda de prensa en la plaza frente al palacio donde sólo habló el rey mientras estábamos mi madre, Kale, Chris y yo detrás tan solo dando apoyo. Así fue como Thebe se enteró, solo que no pudimos comunicarnos hasta varios días después porque según salió el anuncio el país enloqueció y con ello un ataque más en el norte de Rhea donde lanzaron bombas de gas lacrimógeno ahuyentando todo el rededor para dar un mensaje.
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The crown in between
Teen FictionEsta es la historia de una reina que no nació para serlo, tampoco fue criada para ello, aunque contra todo pronostico y sin que alguien le preguntase si estaba lista, tuvo que asumirlo. Tuvo que heredar el puesto al que su hermana mayor renunció y t...