Capítulo 11

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— ¿Podrías por lo menos no ser grosero con él?

— No, es que es muy tonto.

— No digas eso de nadie, Kale — le reñía a mi hermano menor.

Él torció los ojos mientras cerraba el libro que reposaba en su regazo y me miró con determinación.

— ¿Por qué quieres que me caiga bien Christopher? ¡Si ustedes se odian!

— No es verdad.

— Si es cierto, hasta los he visto pelear, todo el tiempo pelean.

— A ver, el caso es que pronto va a ser parte de la familia nos guste o no, Kale. Christopher será el futuro rey, será el hombre que se case con tu hermana, ¿entiendes lo importante que es?

Se quedó en silencio un par de segundos, yo me acomodé en el sillón.  A nuestro alrededor tan solo habían un par de mucamas cerca y los últimos rayos de sol que iluminaban el salón dándole calidez.

— Es que no quiero que te vayas también... — musitó poco después casi para sí mismo mientras se concentraba en el borde de la caratula de su libro.

— ¿Adonde podría irme?

— No lo sé, es como papá, que apenas lo vemos en las horas de comer y eventos — levantó la mirada — Cuando te cases y heredes el trono ya no te veré jamás.

— Entiendo tu punto, ¿pero y eso que tiene que ver con Christopher?

— Que desde que él llegó ahora toda la atención de todo el mundo está en la boda, incluso tú, porque en tus tiempos libres ya no vemos películas, ahora te vas con él.

— Bien... debo explicarte muchas cosas primero, cosas que al parecer nadie te ha dicho. Una de ellas es que yo no soy como papá, Kale, yo no voy a estar ausente, yo voy a estar para mi familia, eso es un hecho. Lo siguiente es que mi tiempo libre es casi nulo, cuando me ves con Christopher por allí es porque mi padre nos pone a trabajar en proyectos juntos, mira que la última persona con la que quiero pasar tiempo es con él.

— ¿Y por qué tú si puedes llevarte mal con él y yo no?

— La relación que tenemos Christopher y yo es complicada, para ambos esto es algo nuevo y muy raro, es que tú imagínate que antes de conocernos ya sabíamos que nos íbamos a casar, ¿tú te imaginas todo lo qué pasó por mi cabeza? Aún así, estamos intentando solucionar nuestras diferencias y llevarnos mejor, mira que tendré una cita con él en un rato y honestamente no quiero ir, pero es algo que acordamos ambos para intentar encontrar un balance. Tú deberías hacer lo mismo.

Él frunció los labios y me miró pensativo un par de segundos.

— Por ahora dejaré  de decirle "cabezota',  pero tú dile que deberá esforzarse más.

— Se lo dire, gracias, hermano.

— Solo porque me diste un perrito.

Ambos sonreímos, chocamos los puños como muestra de paz y lo dejé solo de nuevo. Esta vez me dirigía a mi habitación, allí me encontré a Donna y Liana organizando el maquillaje del tocador.

— Buenas tardes, señoritas — les saludé al cruzar la puerta.

— Buenas tardes, alteza — respondieron casi al unísono deteniéndose para hacer una pequeña venia.

— ¿Han visto a Valeria?

— Si, de hecho, la estaba buscando hace un momento, le dire que ya está aquí — respondió Liana antes de salir de la habitación.

The crown in betweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora