Desperté gracias a la luz que entraba por mi ventana, es la dulce manera de mis doncellas para despertarme: abren las cortinas dejando que me arrope el sol de la mañana, lo hacen desde que tengo memoria y jamás ha fallado.Me tomo unos segundos para despertar del todo, estiro brevemente mi cuerpo y me levanto de la cama.
En cuanto empiezo a caminar hacia el baño, las doncellas aparecen entusiasmadas. La mayoría de veces se ven de buen humor, pero hoy en particular lo entiendo.
—Buenos días, alteza — hicieron una breve venia, es de costumbre.
—Buenos días, señoritas — les saludé aún con la voz ronca.
—Feliz cumpleaños número 21, princesa — una de ellas dijo con una sonrisa.
Las otras la siguieron felicitándome por el día menos emocionante de mi década.
No es que no me guste celebrar los cumpleaños, lo hago, pero este cumpleaños simboliza un antes y un después en mi vida.
Cuando perteneces a la realeza el cumpleaños #21 siempre trae responsabilidades, sobretodo si eres la heredera. Y en mi país, cuando tienes 21 y ascenderás al trono pronto, debes contraer matrimonio. O esos eran los deseos de mi padre, el rey; ya debo estar "felizmente" casada el día de mi coronación.
¿Y por qué no hacerlo lo más pronto posible?
Mis queridos padres no pudieron esperar un solo día más para traer a casa a mi prometido, al que todo el mundo llama "mi futuro esposo".
Se trata de un príncipe de un país en el sur, Damaris. Lo único que sabía sobre él es que nuestro país y el suyo habían estado en guerra durante siglos.
Empezó como una guerra territorial en la que se disputaban a quien le pertenecían las islas Zule, ya que están más cerca a Damaris que a Cressida, ( mi país) pero hacen parte de nuestro territorio por otra historia aún más larga, el resumen es que por cercanía lo reclamaban.
Las islas Zule, tienen una de las bellezas naturales más hermosas de todo el mundo, es un sitio muy turístico, además, es el mayor exportador de amatista en todo el continente, algo que es importante para la economía de mi país.
Después de una gran guerra y muchas disputas, Cressida gana quedandose con las islas, pero la inconformidad por parte de Damaris se alargó a través de los años y ha quedado gran rivalidad entre ambos, algo que se ve reflejado en algunos acuerdos y negocios.
En un intento de hacer las pases definitivas, no se les ocurrió mejor idea que comprometer a la heredera de Cressida con el príncipe menor de Damaris, y aunque sigo cuestionando que es una movida bastante arriesgada, mi padre me asegura que no hay nada que temer, pero sé en el fondo que él conoce los riesgos, y seguro estará precavido, aunque parezca que solo lo ve por el lado de la paz.
Él mismo me repitió muchas veces que aquel seria el primer aporte para Cressida como reina y era mi deber cumplirlo.
Con toda esa presión encima, ¿es posible negarse?
— Prepararé su baño. — informó Liana, mi doncella más longeva segundos después.
— El diseñador ha terminado el vestido para su celebración, ya lo han traído, puedo decirle que quedó precioso, si gusta puedo subirlo — agregó Donna, quien apenas lleva dos años conmigo.
— Está bien, me gustaría verlo.
Ella asintió y salió de la habitación mientras Felícia, (la menor de todas) organizaba la cama.
— La bañera está lista, alteza — Liana salió del baño adónde yo me dirija.
No pude tomarme el lujo de un largo baño porque debía presentarme en el comedor puntual para desayunar con mis padres y mi hermano menor, Kale.
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The crown in between
Teen FictionEsta es la historia de una reina que no nació para serlo, tampoco fue criada para ello, aunque contra todo pronostico y sin que alguien le preguntase si estaba lista, tuvo que asumirlo. Tuvo que heredar el puesto al que su hermana mayor renunció y t...