Capítulo 67

119 28 8
                                    


— Mantén la espalda recta, Alya, pensé que era un tema que habías superado a los 6 años — dijo mamá mientras caminaba tras de mi.

Nos encontrábamos ensayando el protocolo de la coronación que se encontraba a 2 semanas.

— Lo sé, solo que estoy muriendo de hambre, mamá, quiero ir a comerme un elefante — admití teniendo una riña como respuesta.

Suspiró y me miró poniendo sus brazos en jarra, yo miré a mi esposo que esperaba por mi en una de las sillas en un rincón de la sala con un libro en la mano, aunque le insistí horas atrás en que comiera sin mi, insistió aún más en esperarme.

Mamá me pilló viéndole y lo miró también, luego a mi.

— ¿Puedo preguntarte algo? — dijo susurrando y acercándose mucho, tanto que tuve que dar un paso atrás.

— Emmmm, ¿sí?

— ¿Te enamoraste?

— Es una extraña pregunta — respondí también susurrando por alguna razón.

— No lo es, tiene una respuesta de dos letras.

— Me estás preguntando si estoy enamorada de mi esposo.

— Sabes a lo que me refiero.

— Pensé que era más que obvio que las cosas entre él y yo estaban más que bien hace meses.

— No es eso lo que pregunté, hija. Si te cuesta tanto responder supondré que es un "no".

— No es eso... solo que es la primera vez que se lo digo a alguien que no sea él.

— ¿Qué cosa? — preguntó ahora con una media sonrisa, solo para hacer que lo dijese en voz alta.

— Que amo a Christopher — le dije usando un tono lo suficientemente alto para llamar la atención del hombre en el libro quien levantó la mirada con una media sonrisa — y por esa razón no soporto verlo allí morir de hambre en una pequeña silla esperando por mi. Él ensayo fue increíble, mamá, te prometo que ya lo sé todo de memoria y si aún te quedan dudas estaré aquí en una hora, pero ahora mismo quiero ir a almorzar con el hombre que amo.

La sonrisa que tenían ambos en la cara casi se me contagió, pero yo estaba decidida a irme, mi estómago iba a empezar a comerse a sí mismo.

— Está bien, hija, pueden ir a almorzar, y no te preocupes, por hoy es suficiente con esto.

— Gracias ma, nos vemos — me despedí con entusiasmo y corrí hasta Christopher que se acababa de poner de pie —. Corre, antes de que se arrepienta — le susurré, él soltó una pequeña carcajada y se giró hacia mamá.

— Que quede claro que el sentimiento es mutuo, Portia. De que la amo, no lo del hambre... bueno, eso también, pero ya me entiende. Nos vemos — le aclaró a mi madre.

Tomé la mano de Chris y nos saqué de allí sin esperar respuesta.

— Eso fue lindo — dijo segundos después.

— No tienes idea el hambre que tengo, si quieres después hablamos del tema, pero ahora solo quiero comer, son casi las 3pm, ¿acaso la reina no sufre de hambre?

— Lo sé, siento que me podría desmayar ahora mismo.

Nos costó 15 minutos hasta que ambos tuvimos un plato de comida en frente y entonces mis neuronas empezaron a trabajar de nuevo.

— Todo esto es demasiado estresante, ¿no crees? — le dije en lo que le di un sorbo a mi copa de vino.

— Lo creo, sobretodo porque llevamos una semana entera pasando nuestras comidas con vino cuando se supone que lo odiamos.

The crown in betweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora