Capitulo 68

146 26 10
                                    


El día de la coronación desperté en mi cama junto a mi esposo en la que era nuestra casa por última vez, desayunamos juntos y fuimos a nuestro salón donde ya nos esperaban para vestirnos y arreglarnos.

Lo normal era que sintiera miedo, pero estaba sorprendentemente tranquila, estaba confiada. Me sentía a salvo con Christopher junto a mi, y cuando nos encontramos con mis padres aquel sentimiento solo de expandió.

No me preguntes por qué, capaz era un método de defensa de mi cerebro, pero estuve tranquila.

La coronación tomaría lugar en el salón principal del palacio como había sido por años, allí solo se celebraban eventos de gran importancia, creo que el último había sido la presentación de mi hermano cuando nació y hubiera podido ser lugar de nuestra boda si lo hubiéramos elegido, pero no lo sentimos el lugar adecuado.

La lista de invitados era mucho más limitada a personas importantes por decirlo de forma sencilla, aún así había mucha gente.

Y hablando de gente, Cressida estaba a punto de estallar porque si para nuestra boda habían venido cientos de personas de todas partes, para la coronación habían venido millones. De camino al palacio en mi carroza solo veía una marea de personas vestidas con los colores de la bandera y camisetas con nuestros rostros.

Por protocolo yo iba en una carroza sola, pero Christopher venía justo detrás lo que me hacía sentir mejor.

Usé un vestido blanco largo, muy diferente al de mi boda, por obvias razones, aunque este protocolo lucia mucho como una boda.

Sobre mi vestido llevaba mi capa con una larga cola que sostenían mis primas menores, las adolescentes, no las niñas.

Caminé por el pasillo hasta tomar mi lugar en el altar y después vi a mi esposo hacer lo mismo y justo detrás mis padres, donde el rey se sentó en el trono en medio del altar.

En esta ocasión se trataba mucho más de mi padre y yo, mi madre y Christopher fueron más de apoyo si puedo llamarlo de alguna forma.

Estando  allí podía ver perfectamente el coro y recuerdo que estuve muy encantada con sus voces, tanto que tuve que reñirme a mi misma por ello y es que todo el discurso que dio el cura además de que ya me lo sabía, me resultaba interminable, pero tuve algunas participaciones.

Después de un buen rato ahí le retiraron la corona al rey al igual que su anillo y su cetro, además de un pequeño protocolo de finalización de su reinado dándole el título de príncipe de nuevo. Él mismo se levantó del trono y se ubicó junto a mi en lo que tuve que ponerme de pie, dejar mi capa y al recibir la nueva sentarme en el trono.

El trono de Cressida era el mismo desde hace siglos por lo que te adelanto que muy cómodo no era, pero solía lucir tan viejo, era más bien extraño, no está permitido que nadie que no tenga el título de rey o reina de siente allí, de pequeña me preguntaba que se sentiría tomar aquel lugar, lo veía lejos, no me imaginé ocupándolo nunca, y fue en ese momento que caí en cuenta de todo:

Estaba a segundos de convertirme en la nueva reina.

Con un extenso protocolo firme, recibí el anillo, el cetro y por último la corona con la que sonaron las campanas y escuché por primera vez a mi pueblo decir, "larga vida a la reina"

En ese momento sentía que vivía un muy intimidante y loco sueño, realmente todo de la coronación lo recuerdo como una película, como la grabación que vive eternamente en internet, porque tal vez por la cantidad arrolladora de emociones que sentía olvidé la mayor cantidad de detalles.

Finalmente le pusieron la corona también a mi esposo y con un juramento se me nombra oficialmente reina de mi país.

Tuve que pasar por en medio de una calle de honor de sables hecho por los guardias reales mientras sonaba el himno y después de dejar la corona y el cetro (porque son solo simbólicos) caminé de nuevo el pasillo ahora a la salida mientras la gente decía a coro "larga vida a la reina Alya" a la vez que hacían una venia a mi paso. Lo único que podía pensar en ese momento es  que iba a ser muy complicado para mi lograr acostumbrarme al hecho de que me había convertido en la persona más importante del país, "la jefe suprema y protectora" como me habían llamado en algún punto minutos atrás.

The crown in betweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora