— ¡Alya! — Valeria entró a la habitación temprano en la mañana, Donna y Liana terminaban de arreglar mi cabello.— Buenos dias — la saludé teniendo en cuenta que ella no lo había hecho y aquello tenía una razón, se veía un poco apurada.
— Buenos dias, buenos dias, señoritas — saludó, ellas lo hicieron de regreso.
— ¿Todo bien, Val? — pregunté al ver su inquietud.
— El príncipe Christopher solicita hablar contigo.
— ¿Ahora mismo?
Desde aquel incidente con mi abuela nos veíamos obligados a llamarnos por lo menos una vez cada dos días para tenernos al tanto en caso de que sea necesario.
— Sí.
— Está bien, gracias chicas, pueden ir a desayunar, nos vemos luego — les indique a Donna y Liana, ellas se fueron sin agregar más, yo ya estaba lista, peinada con una cola de caballo y pantalones ligeros para lidiar con las altas temperaturas.
Val me extendió el celular que solía usar para comunicarme con mis padres cuando hay viajes o era necesario, claramente casi nunca lo utilizaba ya que todo se movía mediante los asistentes y aún así yo no tenía permitido tener un celular para uso personal así que siempre lo tenía Valeria.
— ¿Eres consiente de la hora? — fue lo primero que dije, eran las 5am aquí, las 11am en Damaris.
— Supuse que estarías ocupada todo el día así que decidí llamarte temprano.
Suspiré.
— Hola, ¿cómo estás? — saludé con calma.
— Hola, estoy bien, ya puedo leer con mi ojo golpeado, ¿tú?
— Igual... Me preparo para estar por fuera toda la mañana, acompañaré a mi madre a entregar algunas cosas en una aldea a un par de horas y vuelvo al medio día, aunque ella hará lo mismo el resto de la tarde.
— ¿No la vas a acompañar en la tarde?
— No me lo ha permitido porque es un poco lejos y los autos no es como en el avión que al menos puedo caminar o ir acostada y no me hará nada bien.
— Lo entiendo, ¿entonces te vas a quedar sola en el hotel? Si yo hubiera ido con ustedes no te aburrirías.
— ¿Quien dijo que me iba a aburrir? Ayudaré desde aquí a hacer algunas cosas de la organización sobre los voluntarios.
— Está bien. Tan solo cuídate mucho, de verdad, lo digo por tu pierna.
— Lo sé, me estoy cuidando, no te preocupes, no queremos tener que posponer una vez más la fecha de la boda.
— No por favor, no podría con más drama, es agotador.
— Al menos estamos de acuerdo en eso, ¿tú ya caminas?
— Apenas puedo apoyar el tobillo, está curando bien.
— Vale, entonces si llegamos a la boda.
— Sí... ¿Alguna otra novedad?
Benjamín.
— No, todo en orden, ¿allá?
— Igual que siempre, pero esta bien.
— Okay, entonces hablamos luego, el auto sale en 30 minutos y aún no desayuné.
— Buena suerte.
— Gracias, adiós.
— Bye.
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The crown in between
Teen FictionEsta es la historia de una reina que no nació para serlo, tampoco fue criada para ello, aunque contra todo pronostico y sin que alguien le preguntase si estaba lista, tuvo que asumirlo. Tuvo que heredar el puesto al que su hermana mayor renunció y t...